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Un novio que recibió un tres por ciento de posibilidades de volver a caminar después de una lesión en la médula espinal, desafió las probabilidades porque estaba decidido a caminar por el pasillo en el día de su boda. En diciembre de 2020, Juan Hernández, de Miami, Florida, se dañó la médula espinal tras lanzarse desde un barco a aguas poco profundas, lo que le dejó con el cuello roto y paralizado del pecho para abajo. Y las probabilidades estaban en su contra: los médicos le dieron un tres por ciento de posibilidades de volver a caminar alguna vez, e incluso tuvo que ser puesto en coma para ayudarlo a recuperarse mientras estaba en el hospital. Su pareja, Valeria, de 28 años, describió la salida del coma de Juan y su capacidad para hablar y respirar como un milagro en sí mismo, pero Juan se propuso un objetivo de caminar por el pasillo en su día de boda con Valeria, con quien se había comprometido recientemente después de ser pareja desde los 19 años. Todos los días, Juan, quien dijo que estaba "comenzando desde cero", haría cuatro horas de terapia física intensiva, antes de hacer aún más trabajo de fuerza en casa con su papá por la noche. Con el tiempo, el joven de 28 años recuperó parte de su independencia, dio sus primeros pasos por sí mismo y le resultó más fácil moverse, comer y cepillarse los dientes. Entonces, el 21 de enero de 2023, Juan estaba listo para cumplir su desafío definitivo: después de casarse con Valeria frente a amigos y familiares, caminó por el pasillo con Valeria, sin necesidad de una silla o andador. Los aplausos y las emociones estallaron cuando la pareja caminó de la mano por la Catedral Episcopal de la Trinidad, en Miami, Florida, y sus seres queridos, incluidos sus médicos, los animaron.

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