Una de las desventajas de viajar largas distancias es el jet lag. El cansancio extremo que se siente al atravesar diferentes zonas horarias puede tener un efecto catastrófico en tu viaje. Sin embargo, Insider ha reunido ocho sencillos consejos que pueden ayudarte a combatir el jet lag en tu próximo vuelo.
8. Dormir en el avión. Reservar un asiento con espacio extra para las piernas u ocupar una fila de asientos vacíos en un vuelo tranquilo puede ayudarte a dormir y a preparar tu cuerpo para la llegada. 7. Evita dormir a la llegada. Evita dormir si llegas por la mañana o a primera hora de la tarde, ya que favorecerá tus posibilidades de conciliar el sueño más tarde esa noche. 6. Crea un itinerario. Organiza una excursión a los lugares de visita obligada de tu destino, ya que la emoción puede ayudarte a superar cualquier somnolencia que pueda aparecer. 5. Actívate. La Clínica Mayo insiste en que la exposición a la luz es «crucial para tu reloj interno» y «puede facilitar tu adaptación a una nueva zona horaria». 4. Escucha a tu cuerpo. Si no puedes mantenerte despierto, programa una alarma de entre 20 y 30 minutos, que es la duración ideal de la siesta según la Fundación del Sueño. 3. Mantente hidratado. Mantenerse hidratado durante un vuelo puede contrarrestar los efectos del aire seco de la cabina, al tiempo que disminuye el impacto del jet lag. 2. No tomes cafeína. Aunque una taza de café por la mañana está bien, intenta no continuar con esta tendencia por la tarde y, en su lugar, opta por acostarte temprano. 1. Volver a la normalidad. Planificar un día libre adicional puede ayudarte a adaptarte después un viaje agitado.
8. Dormir en el avión. Reservar un asiento con espacio extra para las piernas u ocupar una fila de asientos vacíos en un vuelo tranquilo puede ayudarte a dormir y a preparar tu cuerpo para la llegada. 7. Evita dormir a la llegada. Evita dormir si llegas por la mañana o a primera hora de la tarde, ya que favorecerá tus posibilidades de conciliar el sueño más tarde esa noche. 6. Crea un itinerario. Organiza una excursión a los lugares de visita obligada de tu destino, ya que la emoción puede ayudarte a superar cualquier somnolencia que pueda aparecer. 5. Actívate. La Clínica Mayo insiste en que la exposición a la luz es «crucial para tu reloj interno» y «puede facilitar tu adaptación a una nueva zona horaria». 4. Escucha a tu cuerpo. Si no puedes mantenerte despierto, programa una alarma de entre 20 y 30 minutos, que es la duración ideal de la siesta según la Fundación del Sueño. 3. Mantente hidratado. Mantenerse hidratado durante un vuelo puede contrarrestar los efectos del aire seco de la cabina, al tiempo que disminuye el impacto del jet lag. 2. No tomes cafeína. Aunque una taza de café por la mañana está bien, intenta no continuar con esta tendencia por la tarde y, en su lugar, opta por acostarte temprano. 1. Volver a la normalidad. Planificar un día libre adicional puede ayudarte a adaptarte después un viaje agitado.
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