• hace 6 meses
El Sistema Nacional de Salud español padece una enfermedad grave: el retraso o demora en la aprobación y comercialización de los medicamentos innovadores. Pasan más de 612 días desde que una terapia es autorizada por la Comisión Europea hasta que el Ministerio de Sanidad la incluye en el listado de tratamientos aprobados, según la consultora Iqvia. A esta cifra hay que sumarle siete meses, y en algunos casos un año dependiendo de la autonomía, hasta que el tratamiento llega a las manos de los pacientes. En total, alrededor de 824 días.

El camino que tiene que recorrer un medicamento para llegar a los estantes de las farmacias (comunitarias y hospitalarias) y así poder llegar al ciudadano podría describirse como largo. Primero, el laboratorio envía su solicitud junto a todos los documentos sobre el tratamiento a la Agencia Europea del Medicamento. Después, los técnicos del Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) los analizan y deben tomar la decisión de recomendar o no la aprobación de dicho medicamento a la Comisión Europea. Si se enciende la luz verde, el siguiente paso es que las farmacéuticas vayan país por país pidiendo la autorización.

El Ministerio de Sanidad, la industria farmacéutica y los pacientes están de acuerdo en que el retraso es real y hay que llevar a cabo medidas para dar una vuelta de 180 grados a esta situación. Así lo han dejado claro durante el I Foro de Salud "Retos sanitarios de hoy para asegurar el mañana", organizado por elEconomista.es.

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