Según un nuevo estudio, el consumo de psilocibina ayuda a reducir la depresión, la ansiedad y el consumo de alcohol.
También se descubrió que la psilocibina ayuda a la gestión emocional, y aumenta el bienestar espiritual y la extraversión.
Los investigadores estudiaron a 2.833 adultos a los que les realizaron encuestas antes y después de consumir el psicodélico.
Antes de consumir psilocibina, el 42% de los participantes cumplía los criterios de algún tipo de depresión.
En la sexta y última encuesta de seguimiento, solo el 15% cumplía los criterios de depresión.
El consumo de alcohol de alrededor del 16% de los encuestados se consideraba «de riesgo» y el 6% cumplía criterios de «probable dependencia del alcohol» antes de tomar psilocibina.
En la sexta encuesta, meses después de la experiencia, esos porcentajes se redujeron al 11% y al 4%, respectivamente.
Los síntomas de ansiedad también se disiparon tras el consumo del psicodélico.
Los resultados del estudio son altamente consistentes con un creciente cuerpo de ensayos clínicos, farmacología conductual y datos epidemiológicos sobre la psilocibina.
«En general, estos datos proporcionan una importante ventana al actual resurgimiento del interés público por los psicodélicos clásicos y los resultados de los aumentos contemporáneos en el uso de la psilocibina».
También se descubrió que la psilocibina ayuda a la gestión emocional, y aumenta el bienestar espiritual y la extraversión.
Los investigadores estudiaron a 2.833 adultos a los que les realizaron encuestas antes y después de consumir el psicodélico.
Antes de consumir psilocibina, el 42% de los participantes cumplía los criterios de algún tipo de depresión.
En la sexta y última encuesta de seguimiento, solo el 15% cumplía los criterios de depresión.
El consumo de alcohol de alrededor del 16% de los encuestados se consideraba «de riesgo» y el 6% cumplía criterios de «probable dependencia del alcohol» antes de tomar psilocibina.
En la sexta encuesta, meses después de la experiencia, esos porcentajes se redujeron al 11% y al 4%, respectivamente.
Los síntomas de ansiedad también se disiparon tras el consumo del psicodélico.
Los resultados del estudio son altamente consistentes con un creciente cuerpo de ensayos clínicos, farmacología conductual y datos epidemiológicos sobre la psilocibina.
«En general, estos datos proporcionan una importante ventana al actual resurgimiento del interés público por los psicodélicos clásicos y los resultados de los aumentos contemporáneos en el uso de la psilocibina».
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