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La cardiología intervencionista atraviesa una profunda crisis debido al aumento de los costos de insumos médicos y los bajos honorarios percibidos por los profesionales, de acuerdo a lo que anunció esta semana el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), en un duro comunicado, lo que genera preocupación en el sector y desincentiva a los jóvenes a especializarse o quedarse a trabajar en el país.

El lunes el CACI emitió un documento en el que resaltó la advertencia de que en poco tiempo, "no podrán colocarse más stents", alertaron por la crisis de la salud y el aumento de los insumos y los costos médicos, que ponen en riesgo las cirugías cardiovasculares.

En diálogo con el programa "Dia Siete", los médicos cardioangiólogos intervencionistas José Luis Lazarte y Enzo Moreschi, que trabajan tanto en el sector privado como público en Misiones abordaron la gravedad de la situación que se da en todo el país. "Un título en los portales que generó angustia en muchos pacientes fue 'No hay stents'. Esto refleja la desesperación de los pacientes y el caos que vivimos", comentó Lazarte. "Nuestra especialidad requiere una formación prolongada y continua, que incluye la carrera de medicina, una especialización en cardiología y un posgrado en intervención, lo que suma más de 10 años de preparación. Además, la formación continua es crucial debido a los constantes avances en la tecnología médica", añadió.

La crisis actual afecta el acceso a tratamientos de enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte a nivel mundial. "El infarto de miocardio, que requiere intervenciones inmediatas, se ve afectado por la falta de insumos y el costo elevado de estos", explicó Moreschi. "Un stent puede costar alrededor de 500.000 pesos, y el contraste necesario para las intervenciones alcanza los 300.000 pesos por frasco. Estos costos, combinados con los bajos honorarios que recibimos, especialmente en regiones como Misiones, Chaco y Formosa, hacen inviable nuestra práctica", detalló Lazarte.

En el ámbito público, la situación es igualmente crítica. "El Estado limita la compra de insumos necesarios como catéteres y stents, lo que provoca demoras en los tratamientos y agrava el estado de los pacientes", mencionó Moreschi. "Los pacientes sin obra social dependen del Estado, que muchas veces no puede adquirir los insumos a tiempo, dejando a los pacientes en situaciones críticas de espera", agregó.

La migración de especialistas es otro problema que preocupa al sector. "Muchos colegas están dejando el país en busca de mejores condiciones laborales. Personalmente, he tenido ofertas del extranjero que me generan una gran angustia porque implican abandonar mi proyecto de vida en Argentina", confesó Lazarte. "La formación de un cardioangiólogo intervencionista es costosa y requiere mucho sacrificio, y lamentablemente, el sistema no corresponde a este esfuerzo", lamentó.

FS.

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