En un reciente reportaje publicado en The New Yorker, Rashida Jones ha reflexionado sobre su antigua enemistad con Tupac Shakur. El conflicto comenzó en 1993, cuando Tupac hizo comentarios ofensivos sobre el padre de Rashida, Quincy Jones, en una entrevista con The Source. Con sólo 17 años, Rashida respondió con una apasionada carta abierta en la que defendía el legado de su padre y condenaba los comentarios de Tupac. Jones recordó su ira y determinación, describiéndose a sí misma como "furiosa" y "santurrona" en aquel momento. Su carta, escrita mientras trabajaba como becaria en Warner Bros. Records, criticaba a Tupac por faltar al respeto al progreso afroamericano. Sin embargo, la tensión empezó a disolverse cuando Tupac confundió a la hermana de Rashida, Kidada, con ella y se disculpó en Nueva York. Finalmente, Rashida y Tupac mantuvieron una sincera conversación que condujo a una significativa reconciliación. Quincy Jones admitió más tarde su desaprobación inicial de que Tupac saliera con Kidada, pero apreció la sinceridad y la amistad del rapero.
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