La historia de Isaura, una esclava que nace en la hacienda del comendador Almeida, en Campos, en el año 1835. Isaura es hija de la bella Juliana, esclava del comendador, y de Miguel, el capataz de la hacienda. Juliana muriO despues del parto, e Isaura fue adoptada y educada por Gertrudis, esposa del comendador, quien siempre quiso tener una hija. Diecinueve años despues, Leoncio, el hijo del comendador, regresa a la hacienda y se obsesiona de ella. Sin embargo, es obligado a casarse por interes con Malvina hija del rico coronel Sebastian. Al morir Gertrudis y Almeida, Leoncio manipula unos documentos para impedir la libertad de Isaura y poder seguir manteniendola bajo su propiedad. Leoncio esta cada vez mas agresivo y su mujer huye de el; quedando Isaura a su merced, con lo cual tambien se ve obligada a escapar ante la violencia que ejerce. Tomasia, la condesa de Campos, la ayuda en su fuga, y aprovecha para cambiarse de nombre: Elvira. La joven conoce luego al verdadero amor de su vida, Alvaro. Pero un dÝa Leoncio la recaptura, regresandola a su condicion de esclava, y tiene la idea de casarla con Belchior, el jardinero deforme. Alvaro intentara la dificil mision de rescatarla.
Encuentra todos los capitulos en https://sites.google.com/view/cyberhome-nicaragua
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TVTranscripción
00:00Doña Joaquina, quédate en paz, que vamos a volver enteros.
00:05Dios permita que ustedes vuelvan sanos y salvos.
00:09Él lo va a permitir, Doña Joaquina. Muy pronto estaremos de vuelta.
00:12Sí. Yo no veo la hora de volver pronto a la mina para traer más diamantes, Doña Joaquina.
00:17La mina está ya esperándolos, hijo.
00:20Usted cuide a Basilio para irme tranquila.
00:22Ven paz, hija, yo lo cuido.
00:25Y ahora su bendición, porque hoy, hoy es el día de la cacería, Doña Joaquina.
00:31Sí, vamos a cazar a los cazadores de esclavos, los capitales malditos, Joaquina.
00:37Que Dios los ilumine, ilumine el bosque y llene de buena suerte el camino de ustedes.
00:45Y en la hora de la lucha, fortalezca los brazos de ustedes para vencer al enemigo.
00:51Vayan en paz.
00:53Así sean. Gracias, amén, amén.
00:56Amén, amén. Jesús vea por ustedes.
00:59Gracias, Doña Joaquina.
01:00Ve, hijo mío, ve, hijo mío. Ve, hijita, ve, hija mía. Dios los bendiga.
01:05Quede con Dios.
01:06Ay, señorito, Dios los bendiga. Ay, Dios mío. Ay, Jesús mío, ayúdalo.
01:14Disculpe, yo no quiero ser grosero, pero su marido, francamente,
01:19el Señor Leóncio representa todo lo que más abominó en este mundo.
01:22¿Pero qué puedo hacer a la propia Isaura?
01:26Yo prometí en el hecho de muerte de mi suegra que yo lucharía para liberarla.
01:32Pero Leóncio no quiere.
01:34Una señora tan hermosa, con su energía y esplendor, espléndida como pocas.
01:41Francamente, Doña Malvina, usted fue humillada.
01:45¿Yo?
01:46Sí, pues su marido tuvo el descaro de difamarla al desear a Isaura.
01:51Él no la desea.
01:52Perdóneme, Doña Malvina, pero todos sabemos la verdad.
01:56Leóncio desea y ama a Isaura.
01:58Por favor, señor Geraldo, por favor.
02:00Libérese de ese sufrimiento. Mándelo al diablo.
02:04Usted merece ser amada por un hombre que reconozca todo su encanto, que la valore.
02:10Un hombre que reconozca en cada gesto suyo la delicadeza de los pétalos de la más bella flor.
02:16Sí, y usted es un poeta y veloz con todos sus elogios, como el batir de las alas de un colibrí.
02:24Usted necesita de un hombre que reconozca en cada palabra que sus labios murmuren, el suave soplo de la brisa de otoño.
02:33Usted necesita de un hombre que la tome en sus brazos con el ardor de un guerrero, que se despide de su amada antes de la última batalla.
02:46Usted me sonroja con tantos galanteos.
02:50Un hombre que la bese con tal pasión, que estoy seguro la dejaría desfallecida de placer.
02:55Ríndase al éxtasis más profundo, sin aire, sin fuerzas.
03:03Muy bien, Rosa. Ahora tú vas a aprender cómo comportarte en la mesa.
03:08Por favor, apóyese a los talleres.
03:12No. Así, la impresión que se tiene es de que usted se está preparando para una guerra.
03:19No es así. Observe.
03:31Eso. Eso. Así. Así. Está bien.
03:41¿Ahora se puede comer?
03:42No, aún no. Antes, quiero que usted aprenda a usar el guardanapo.
03:49Pero, así, no empezamos a comer todavía. ¿Ya tengo que aprender a usar el guardanapo?
03:54No, Rosa. Solo para que usted aprenda a usar educadamente el guardanapo durante la comida.
04:03Sí, señor.
04:05Entonces, vamos allá.
04:08Segura el guardanapo delicadamente, así, más en las puntas de los dedos, para limpiar suavemente los labios.
04:24Cuando se toma un líquido, agua, vino, por ejemplo.
04:28Eso. Perfecto. Vos me sé ya está sabiendo de algo, ¿eh? Ya sabe usar el guardanapo.
04:34Sí. Entonces, ¿se van a comer?
04:36No. Yo sí. Pero Vos me sé, aún no.
04:40De aquí por delante, Rosa, Vos me sé solo podrá comer si habla bien.
04:48Entonces, vamos a comer ahora, padre.
04:52Entonces, vamos a comer ahora, padre.
04:58Así está perfecto, Rosa.
05:01Puede servirte y buen apetite, hija mía.
05:04Buen apetite.
05:06¡Qué hambre!
05:08Basta, basta, basta, por favor, Rosa. Espera, oye, ¿qué es eso?
05:14¿Qué monte de comida es esa?
05:16No, una señorita no puede hacer eso, no puede, no puede servirse de ese modo.
05:21Una señorita pone solo una pequeña porción de comida en el plato y come como pajarito.
05:28Pero, ¿sabe qué, padre? Cuando tengo hambre, yo quiero comer más.
05:32Vamos a hacer así. Comemos y después vamos a continuar.
05:39¡No! ¡No tolero más!
05:42Ese, come, hace, entonces, de modo, nos vamos y continúa.
05:52Los verbos son adecuados. Los verbos deben ser conjugados.
05:57Nos vamos y continuamos.
06:01Oiga, yo me iba a morir y sin saber eso. ¿Qué es verbo?
06:05Verbo, de modo general, es toda palabra.
06:08Pero, particularmente, el verbo es todo tipo de palabra que exprese una acción.
06:15Por ejemplo, cuando digo yo voy, voy es el verbo.
06:20Exactamente lo que haré después de cenar. Yo voy a salir, yo voy a respirar.
06:25Yo voy a salir a buscar personas que hablen español como debe ser hablado.
06:31Mi paciencia es muy poca para ver tu pésima educación de barraca, porque tú no tienes más remedio.
06:38Yo saldré ahora en busca de civilización, en busca de diversión.
06:44¿Y yo voy a estar aquí sola mirando a las moscas?
06:47Si es que las moscas aceptan tu compañía.
06:51Luego regreso.
06:57Oiga, ¿va a quedarse con hambre?
07:21Ah, doña Malvina. Si supiese cómo me siento al verla.
07:25Por favor, señor Geraldo, yo le imploro, no continúe.
07:30Yo jamás oí tantos galanteos de un hombre. Jamás fui tan lisonjeada.
07:36Pero yo me siento culpable, sólo de permitir que me diga esas cosas.
07:42Yo soy una mujer casada, debo respetar a mi marido.
07:45Él no merece su respeto.
07:47No sé, cuando oigo sus dulces palabras, finalmente entiendo el desatino de ciertas mujeres.
07:56El arrobo con que se entregan a otros hombres.
08:00Si yo supiese que existían hombres así, fuera de las páginas de las novelas.
08:06Doña Malvina, me enamoré de usted a primera vista.
08:11No, por favor, señor Geraldo, por favor.
08:14No me haga sentir más culpable de lo que ya estoy.
08:18No debería siquiera estar dando oídos a sus galanterías.
08:23La verdad, me siento muy mal.
08:25Déjeme ayudarla.
08:26No.
08:27Sí, Malvina, sí.
08:30No, señor Geraldo.
08:32No, señor Geraldo.
08:34No, señor Geraldo.
08:36No, señor Geraldo.
08:38Sí.
08:40No, señor Geraldo, por favor, no puedo.
08:43No puedo, soy una mujer casada.
08:45Está pálida.
08:47Y está temblando.
08:49Esto va en contra de toda mi educación.
08:52No puedo, no puedo.
08:54Cálmese, doña Malvina.
08:56Cálmese.
08:58Yo hice algunos versos de mi labor en homenaje a usted.
09:03¿Quiere que se los lea?
09:06¿Versos para mí?
09:09Sí.
09:16La vida no podría ser mejor.
09:19Ahora que los patrones están viajando,
09:22¿quién está mandando en la hacienda?
09:24¿Quién? Pues yo.
09:27Yo también estoy mandando en la hacienda.
09:31No, no, señor.
09:32Tú no estás mandando en la hacienda.
09:34Tú estás mandando en el jardín.
09:37Yo quisiera poder mandar en una mujer.
09:43¿Qué mujer va a querer a un monstruo feo así como usted?
09:49La mujer de quien hablo es la más linda flor de mi jardín.
09:55Es Isaura.
09:57Sueña, colobado, sueña.
10:00En esta región no se mide, ¿no creen?
10:04Vámonos de aquí.
10:06Vamos para ayudarla.
10:13Isaura.
10:18¡Isaura!
10:20¡Isaura!
10:21¡Ayúdenme!
10:24¿Qué sucedió aquí?
10:26La Condesa.
10:27¿Dónde está Isaura?
10:28Ellos huyeron.
10:30Increíble.
10:31Ella huyó de nuevo.
10:32Ustedes dos no sirven para nada.
10:34Yo no tuve la culpa.
10:35Ellos eran muchos.
10:36¿Quién?
10:37¡Habla!
10:38La Condesa, el señor Miguel.
10:39El señor Álvaro y la madre de él.
10:41Isaura, el niño y...
10:43¿Quién más?
10:44¡Habla, cobarde!
10:45André.
10:46¿André?
10:48¿El prófugo estaba aquí con Isaura y ustedes lo dejaron escapar?
10:51No tuvimos la culpa.
10:52La Condesa disparó.
10:53¡Bien hecho!
10:54Malo que no haya acertado al corazón de ustedes.
10:57El mundo va a estar mejor sin dos trastos tan inútiles.
11:00Pero esto es increíble.
11:03¿Una Condesa disparó a estos señores?
11:06Me tienen que explicar mejor esta historia.
11:08Necesitamos ayuda.
11:10Necesitamos un médico.
11:11Vamos a la hacienda del canalla de Álvaro.
11:14Si estaba con su madre, con certeza deben haber ido para allá.
11:19Yo no tengo un mandato de juez, pero...
11:22Usted tiene una carta del ministro de justicia.
11:25Y sabe muy bien que el señor Álvaro tiene que devolver al esclavo al verdadero dueño.
11:29¡El dueño soy yo!
11:30¡Vamos!
11:31¿Y estos hombres?
11:33¡Que se mueran!
11:35No podemos dejarlos aquí.
11:37Eso sería un crimen.
11:38Soy un jefe de policía, no un maldito...
11:40¡Entonces haga como usted quiera!
11:43Llévense a estos hombres.
11:46De camino, dejamos a los dos en la puerta del lujo.
11:49Para su suerte, señor Lancio,
11:51el médico vive en la propiedad al lado de la hacienda del señor Álvaro.
11:55¡Menos mal!
11:56No tengo tiempo que perder con esos cobardes.
11:59Si dependiera del señor Álvaro, Isaura jamás volvería a mis manos.
12:02¡Vamos!
12:07No podemos perder más tiempo.
12:09¿Y para dónde vamos?
12:11A cualquier lugar, condesa.
12:13Lejos de aquí.
12:15Yo tengo miedo.
12:16No temas, Pedrito.
12:18Nada malo nos va a suceder.
12:20Ustedes están desorientados.
12:22Es preciso usar la cabeza.
12:23Nadie puede salir de aquí.
12:25¿Y quiere que nos entreguemos, mamá?
12:27Si salimos de aquí,
12:28¿sabes que vas a ser considerado un fugitivo,
12:30fuera de la ley la condesa también?
12:32¿Eso es lo que ustedes desean, eh?
12:35Doña Perpetua tiene razón.
12:37No es justo que ustedes se arriesguen por este camino.
12:41Es mi destino, solo mío.
12:43Y mi destino también, Isaura.
12:45Los dos somos prófugos.
12:47¿La señora Perpetua tiene alguna otra...
12:50otra sugerencia que hacer?
12:52Claro que sí, señor Miguel.
12:53Yo, la condesa y Álvaro vamos a estar aquí,
12:56conversando, tomando algo,
12:58como si nada hubiese sucedido.
13:01¿Cómo, mamá?
13:02Ahora Leoncio ya sabe que huimos con Isaura.
13:04Y que yo le disparé a esos asesinos.
13:07Reflexionen junto conmigo.
13:09¿Eso fue lo que sucedió?
13:11Pero es preciso probarlo.
13:14Sí, la señora tiene razón.
13:15Ellos solo tienen la palabra de esos dos matones canallas.
13:19Entonces nos vamos a quedar aquí.
13:20Y Pedrito, Isaura, el señor Miguel y Andrés
13:22se van a esconder en los cuartos.
13:24Pero ellos van a revisar la casa.
13:26El señor Quintana no nos haría esa ofensa.
13:28Es nuestro amigo.
13:29Además, él no tiene una orden del juez.
13:31Usted confía en eso, mamá.
13:33Yo no confío en el señor Quintana,
13:35mucho menos en Leoncio.
13:36Yo confío en el señor Quintana.
13:38Él puede ser un poco débil, es cierto,
13:40pero es por cobardía y no por mala índole.
13:43Nació para recibir órdenes.
13:45Un poco de energía y luego se aquieta.
13:47Tal vez.
13:48Pero de cualquier manera,
13:49él tiene como conseguir una orden del juez.
13:51¿A esta hora?
13:52Lo dudo.
13:53Si el maldito de Leoncio ya sabe que estoy aquí,
13:56ahí mismo se volverá loco.
13:57¿Es capaz hasta de querer invadir la casa de usted?
14:00No, amigo André.
14:01En el fondo, Leoncio no pasa de ser un cobarde.
14:04No llegaría tanto.
14:05Estoy de acuerdo, señor Miguel.
14:07Leoncio es muy cruel solo con los pequeños y los indefensos.
14:11Él no va a usar enfrentar a Doña Perpetua ni al señor Álvaro.
14:14Pero la enfrenta usted.
14:16Porque conmigo es diferente.
14:18Cuando me conoció era soltera y pobre.
14:21Quede rica y condesa por mi matrimonio.
14:23Por eso me enfrenta.
14:25No sé.
14:26Aún estoy en duda.
14:27Pues no debe ser.
14:29Y ahora lo mejor que tenemos que hacer es cenar,
14:31ya que nos cenamos en casa de Doña Estela
14:34y después van todos a descansar
14:36porque mañana el día va a ser muy largo.
14:38No sé si por hambre o cansancio
14:41acojo con agrado la sugerencia de Doña Perpetua.
14:45Yo también concuerdo.
14:46Y nos vamos a esconder antes de que ese infeliz llegue.
14:50Voy a llevarlos a sus cuartos
14:52y mando servirles allá mismo en su escondite.
14:55Ustedes por ahora me esperan para la cena.
14:58Vamos a charlar de forma muy natural.
15:00Aunque vengan el jefe de policía y el señor Leoncio.
15:03Vamos.
15:04Por favor.
15:05Como si eso fuese posible.
15:09Entre todas las mujeres,
15:11con rostro de ángel y aroma de flor,
15:14la más bella es la suave Malvina
15:17y es mi amor.
15:20No.
15:21No, señor Geraldo.
15:22Esto no es correcto.
15:23Usted no debe escribir versos a una mujer casada.
15:26Imagine si mi marido ve eso.
15:28Es que usted me inspira.
15:30Me gustaría que mi marido me escribiese versos, no usted.
15:35En este mágico universo,
15:37con besos y versos te despertaré.
15:40Mil poemas de amor, mi amada, mi flor.
15:43Yo te escribiré.
15:45Sea de noche o de día, serás tú mi poesía.
15:49Y verte feliz y contenta,
15:51con besos y versos,
15:54solo eso tengo en mente.
15:56Basta.
15:57Señor Geraldo, por favor.
15:59Basta de esos versos, así me deja apenada.
16:02¿No me des un beso por estos versos?
16:04No.
16:05No me pida lo que no le puedo dar.
16:07Soy una mujer casada.
16:09Un beso en el rostro,
16:11qué mal puede hacer.
16:12No tendremos otra oportunidad.
16:14Aprovechemos el momento que la suerte nos dio.
16:16No puedo, señor Geraldo, no puedo.
16:18Soy casada.
16:20Ah, solo en el rostro.
16:24No, ni en el rostro.
16:32Controlése, señor Geraldo.
16:33Usted no tenía derecho a robarme ese beso.
16:36Doña Malvina, es como dice el viejo proverbio.
16:39Ojo por ojo y diente por diente.
16:41Él traicionado, es justo hacerlo también.
16:43No, no.
16:44Yo fui educada para considerar el adulterio
16:47un pecado abominable.
16:49Yo jamás haría eso.
16:51Aún sabiendo que mi marido no es un modelo de virtudes,
16:54yo no quiero ser como él.
16:56No me quiera forzar nuevamente
16:58o voy a contarle todo a mi marido.
17:00Y le advierto, él es un hombre violento.
17:04¿Pero este hombre qué hace en mi casa?
17:06Es que no tuvo bastante.
17:08Yo quiero a Isaura.
17:10Yo quiero a mi esclava prófuga.
17:12Usted respete mi casa
17:15y baje el tono de su voz.
17:18No lo autorice a entrar a mi casa.
17:21Me sorprende, señor Quintana.
17:24Amigo de tanto tiempo.
17:26Permitido.
17:28Me sorprende, señor Quintana.
17:30Amigo de tanto tiempo.
17:32Permitir tanta insolencia.
17:36Perdóneme, doña Perpetua,
17:38pero el señor Leóncio tiene derechos sobre la esclava.
17:41Y el señor Álvaro se declaró responsable por ella.
17:44Hay testimonios.
17:46Es la ley.
17:48Estoy aquí conversando con mi hijo
17:50y con mi invitada.
17:52Usted invade mi casa y viene a hablarme de la ley.
17:55Bella ley es esa
17:57que protege a asesinos crueles como ese canalla.
18:00Que la señora me respete.
18:02Yo soy testigo de que el señor Álvaro
18:05tomó la tutela de Isaura en aquel baile
18:08con la determinación de entregarla a su legítimo propietario.
18:12Yo soy el legítimo propietario.
18:14Quiero a Isaura ahora.
18:16Debe estar queriendo.
18:18Señor Álvaro tiene que entregar la esclava al señor Leóncio.
18:22¿Acaso usted está viendo a Isaura aquí en mis manos
18:24como si fuese un paquete para que le entregue a este hombre?
18:27Isaura es una esclava.
18:29Y una esclava es lo mismo que un objeto.
18:32Una cosa.
18:33Una pieza.
18:34Es una mercancía.
18:35Y ella es mía.
18:37Ella me pertenece.
18:38Sí, Leóncio, pero yo no le puedo entregar algo que no poseo.
18:41Que no tengo conmigo.
18:44Isaura debe estar escondida en el interior de la casa.
18:48Señora Doña Perpetua, ¿permite que revisemos su casa?
18:51Por supuesto que no.
18:53Esto es un insulto.
18:56Perdóneme.
18:57Si usted se rehúsa,
18:59es porque está aquí en algún cuarto de la casa.
19:02Isaura está escondida aquí.
19:04¿Usted tiene una orden del juez?
19:07La Condesa Tomasia ya usó esa estratagema antes,
19:10cuando escondió a Isaura en su casa.
19:13Pero esta vez no va a funcionar.
19:15Me voy a llevar a Isaura de aquí, quieranlo ustedes o no.
19:20¿El señor quiere?
19:22¿Y quién apoya lo que usted quiere?
19:24Sin una orden del juez, nadie va a revisar mi casa.
19:28El señor Quintana,
19:30nuestro gran jefe de policía aquí presente,
19:33tiene una carta del ministro de justicia.
19:36Carta que yo entregué.
19:38¿Y dónde está la carta?
19:40Está aquí conmigo.
19:42Déjeme verla.
19:44Y durante esa conversación,
19:46él no dejó escapar nada más,
19:48porque ebrio no controla las palabras.
19:51El doctor Pablo debe andar con malas intenciones.
19:55El doctor Pablo debe estar
19:57intentando preparar alguna artimaña.
20:00En eso usted tiene razón.
20:05Gracias.
20:06Gracias.
20:07En cuanto a mi hija,
20:09él dijo si pretende hacer alguna maldad con ella.
20:13Él no dijo nada sobre su hija,
20:15solo dijo que mataría al doctor Diego.
20:37Pero esta carta recomienda usted
20:39al excelentísimo jefe de policía.
20:41Es solamente una carta de recomendación.
20:44Y no le da derecho alguno
20:46a usted a revisar ni invadir nuestra casa.
20:48La ley es muy clara, señor Quintana.
20:50Usted no puede entrar y buscar a la esclava
20:52sin una orden del juez.
20:54Usted no está autorizado para eso, señor Quintana.
20:57Y mucho me decepciona.
21:00Perdóneme, doña Perpetua.
21:03No caiga en la labia de esa gente, señor Quintana.
21:06Vamos a llevarnos a Isaura de aquí a la fuerza.
21:09Haga eso, señor Quintana,
21:11y será transferido a la frontera.
21:14No se deje intimidar, señor Quintana.
21:17Ese canalla, después de agredirme,
21:20fue a casa de Isaura y la llevó con él.
21:22Tenemos a dos testigos.
21:23¿Cuáles? Dígame, Leóncio.
21:25Los cazadores de esclavos.
21:27El señor Martiño y el señor Raimundo.
21:29No se refiere a esos dos lacayos suyos
21:33que penetraron ya en mi casa sin ser invitados.
21:37Sus esbirros.
21:38Sus matones que hacen todo lo que usted manda.
21:41Aún hasta matar o mentir sobre la muerte de un hombre.
21:46Es verdad.
21:47Esos dos hombres no tienen el menor carácter.
21:49Ciertamente, mi preciado señor Quintana,
21:52ha de considerar el nivel de los testigos.
21:55¿Será capaz de presentarlos al juez?
21:58¿No tiene miedo de su reputación, señor Quintana?
22:02Nuestra palabra, la mía, la de la condesa y de mi hijo,
22:05contra la palabra de dos, dos bandidos.
22:09Doña Perpetua tiene razón, señor Leóncio.
22:12El juez tiene a la familia de Doña Perpetua
22:15en la más alta consideración.
22:17Esto no se va a quedar así.
22:19El ministro va a saberlo.
22:21Yo quiero lo que es mío por derecho.
22:23¿Dónde está mi esclava prófuga?
22:25Yo no tengo la mínima idea.
22:27Salimos de casa de Doña Estela
22:29y vinimos directamente a la casa
22:31buscando un poco de paz.
22:33Aire puro.
22:34Convivencia con gente agradable y de bien.
22:37Y no con un gusano escoria como el señor Leóncio.
22:41Señor Quintana, amigo de tanto tiempo,
22:44ha de confiar en mi palabra.
22:46Y Saura no está aquí, en casa.
22:48¡Es mentira!
22:50Si insiste en ser grosero, voy a pedirle que se retire.
22:54Pues los dos cazadores garantizan
22:55que fue la condesa Tomasia quien les disparó
22:58y que todos huyeron con ese señor Álvaro
23:01y con esta señora Doña Perpetua.
23:04¡Retírese o haré que lo echen fuera!
23:06Y usted también, señor Quintana.
23:08Y llévese a sus guardias.
23:09Ustedes no saben con quién están tratando.
23:12¡Lárguense!
23:13Cálmese, Doña Perpetua.
23:15No vale la pena discutir con ese señor
23:17insensible y sin alma.
23:19Lo único que lo mueve es el deseo por la esclava
23:21y no hay quien consiga detenerlo.
23:23¡No los quiero más en mi casa!
23:25Vine por deber de oficio, Doña Perpetua.
23:28Perdóneme.
23:29¡Callen!
23:30¡Basta de charla!
23:31¡Yo quiero a mi esclava!
23:32¡Quiero, quiero, quiero!
23:34¿Quién se piensa que es dueño del mundo
23:36para hacer todo lo que quiera?
23:38¡Cierre su boca, maldita!
23:40Tengo a dos hombres heridos por su causa.
23:43¡Eso es un crimen!
23:45¡Crimen!
23:46¿Quién es usted para hablar de crimen
23:48en mi presencia, canalla?
23:50Y si esos hombres fueron heridos,
23:52¿por qué no pensar en lo más probable?
23:55¿Qué, por ejemplo?
23:56Pues, que ellos deben haber hecho alguna cosa con Isaura
23:59y el señor Miguel puede haber reaccionado.
24:01Y es el mismo esclavo que oí decir que estaba con ellos.
24:04¿André?
24:05A ese lo mataré personalmente cuando lo encuentre.
24:07No dudamos de eso, señor Leoncio.
24:09¿Entonces qué tenemos que ver con dos hombres heridos
24:12si pasamos la noche entera aquí en casa
24:14y tenemos testigos honestos?
24:18En ese caso, mejor de ser responsable por la esclava.
24:23¡Cuidado!
24:24¡Alguien sujete a ese loco!
24:26¡Maldito!
24:27¡Canalla!
24:28Debería darte un tiro a media cara para que aprendieras.
24:31¡Guarde esa arma, señor Leoncio!
24:34Usted, Leoncio, es el tipo de hombre
24:36que solo es valiente con un arma en la mano.
24:39Ellos armaron toda esta historia
24:41para quedar impunes en la fuga de la esclava.
24:44Pero yo le voy a dar una lección, ladrón,
24:46queriendo robar lo mío.
24:48No haga eso, señor Leoncio.
24:50No puede ofender ni agredir al señor Álvaro
24:53de esta forma en su casa.
24:55De este modo estaré obligado a prenderlo.
24:57¡Ese hombre está enloqueciendo!
24:59¡Guarde el arma ahora, señor Leoncio!
25:01O estaré obligado a llevarlo a la cárcel
25:04por desobediencia, desacato
25:06y amenaza a la vida de un hombre de bien de nuestra ciudad.
25:12Te juro que me la vas a pagar, Tomasia.
25:15Voy a destruirte, Leoncio.
25:18Que estés muy mal.
25:20Es todo lo que te deseo, Tomasia.
25:22Excelente.
25:23El mal siempre vuelve para quien lo desea
25:25o para quien lo hace.
25:27¡Cómo es atrevido y sin educación ese sujeto!
25:31¡Llega a ser espantoso!
25:34Yo no me arrepiento ni un instante
25:36de haberle dado una buena tunda.
25:39Todo ese comportamiento agresivo
25:43es desesperado, señor Álvaro, ¿no?
25:47Porque usted sabe que la situación de Isaura
25:50es bastante crítica y desesperante.
25:54Yo tengo el derecho que la ley me da
25:57de llevar a Isaura conmigo.
25:59Tendrá que hallarla primero, señor Leoncio.
26:01Pues no dude que voy a hallarla.
26:04Ella está muy cerca, lo sé.
26:07Yo no dudo que ella esté aquí ahora
26:09oyendo nuestra conversación atrás de alguna puerta.
26:13Pero yo voy a capturarla.
26:15Y usted va a ser humillado, lastimado.
26:19Yo voy a despedazarle el alma
26:22robándole a su amante adorada.
26:26Yo voy a arrancarla de sus brazos
26:29y voy a forzarla a ceder a mis deseos.
26:33¡Canalla! ¡Nefasto!
26:36Solo por encima de mi cadáver, Isaura será suya.
26:40Pues que así sea.
26:43Con permiso.
26:49¡Qué hombre tan insoportable!
26:52Es un hombre intolerable.
26:56Aquí entre nos, si él no tuviese esa carta del ministro
27:00ya lo habría mandado a buscar cocos hace tiempo.
27:05Mil perdones, doña Perpetua, señora Condesa
27:10y señor Álvaro.
27:14Con permiso, pasenla muy bien.
27:16Adiós, señor Quintana.
27:38Estamos libres de ellos.
27:40Por lo menos hasta llegar a esa orden del juez.
27:42En mi opinión, Isaura, el señor Miguel, André y Pedrito
27:45tienen que huir de aquí inmediatamente.
28:05Miren cómo están los malditos.
28:07Podemos aprovechar que están durmiendo para desarmarlos.
28:10Tenemos que hacerlo con mucho cuidado.
28:12Que no despierte nadie.
28:14Vamos yo y Mulega.
28:15No, no, no, no.
28:17Mejor vamos todos juntos.
28:19Entonces vamos.
28:20Pero con cuidado.
28:21Vamos.
28:22¡Vamos!
28:41¡Vamos!
28:47¡Vamos!
28:50¡Vamos!
29:11Ahora ya están indefensos.
29:13Los desgraciados sí que tienen sueño.
29:15Hasta parece que vivieron toda la noche.
29:19Ahora podemos despertarnos.
29:21Entonces vamos ya.
29:23Enrique y Mulega, tomen las hojas.
29:32¡Despierten, malditos!
29:35¿Están buscando las armas?
29:37Sus armas ya las tenemos nosotros.
29:39Si intentan alguna cosa, disparo, miserables.
29:43Enrique, Mulega, aten a los hombres.
29:46Estaremos aquí vigilando.
30:02Mi amado Diego,
30:04son las pequeñas tareas diarias que ocupan mi tiempo
30:07y me hacen sufrir menos por tu ausencia.
30:11Algo en mí me dice que tú estás bien.
30:14Tengo la certeza de que un hombre de corazón tan bondadoso como el tuyo
30:18deberá estar siempre bien,
30:20amparado por el amor divino,
30:22en vida o después de la muerte.
30:25Escribo esta carta para ti en mi diario
30:28y en ella confieso que tengo poca esperanza de que algún día vengas a leerla.
31:07Enrique Mulega
31:09Enrique Mulega
31:11Enrique Mulega
31:13Enrique Mulega
31:15Enrique Mulega
31:17Enrique Mulega
31:19Enrique Mulega
31:21Enrique Mulega
31:23Enrique Mulega
31:25Enrique Mulega
31:27Enrique Mulega
31:29Enrique Mulega
31:31Enrique Mulega
31:33Enrique Mulega
31:36Enrique Mulega
31:48¿Y ahora? ¿Qué vamos a hacer con ellos?
31:52Buena pregunta, señorito Enrique. Buena pregunta.
31:57¡No, no, no!
32:03Padre, ¿voy a aprender piano también?
32:06No. Solo si aprendes a hablar correctamente, Rosa.
32:11Hay cosas más importantes que corregir.
32:15Isaura sabe tocar piano.
32:17Pero tú no eres Isaura.
32:19Ella sí es una joven educada.
32:22Ella sí parece una señorita.
32:24Ella sabía muchas cosas, pero doña Gertrudis no me enseñaba.
32:27Ella solo quería enseñar a Isaura. Era todo para Isaura.
32:29Las ropas bonitas eran para Isaura.
32:31Las clases eran para Isaura.
32:33Todo para Isaura.
32:34Ya cállate, Rosa.
32:36No me gusta cuando usted me manda callar la boca así.
32:38Pues no dejes de reclamar un minuto.
32:40Usted despertó muy mal de carácter hoy, ¿eh?
32:42Oye, no me molestes, Rosa, porque ya estoy muy preocupado por mis otros hijos.
32:47¿Y yo no soy su hija, acaso?
32:49Tú eres mi hija por voluntad del destino, no mía.
32:54No me lastima, ¿sabe?
32:57Es que tú no te estás quieta un minuto.
33:00¿No ves que estoy preocupado por Enrique, que está metido en aquella mina en busca de diamantes?
33:05Sí, después usted dijo que iba a desheredar al señorito Enrique.
33:09Vea mi dedito.
33:11Él no vuelve más por aquí.
33:12¿Y Elena?
33:13Elena escondida no sé dónde, en compañía tal vez del doctorcito, no sé de quién.
33:18Malvina allá por Sao Paulo acompañando a su marido.
33:23Y esa es una preocupación constante.
33:25Maldita la hora en que permití que mi hija se casara con aquel hombre.
33:36Este té va a calmarla.
33:38Le va a hacer mucho bien.
33:42¿Cómo voy a poder mirar a los ojos de mi marido?
33:46Usted no tenía derecho de robarme ese beso.
33:49Fue solo un beso.
33:51No es más que eso, apenas un beso.
33:53Leoncio es un bruto.
33:55Aunque solo se preocupe por él y no dé la mínima atención para mí, usted corre peligro.
34:01Yo, yo jamás podría consumar esta traición.
34:05No es correcto, Leoncio es mi marido.
34:08Yo nunca imaginé que mis labios estrecharían los labios de otro hombre, aún siendo un beso robado.
34:16Doña Malvina, no se sienta culpable.
34:18Pero estoy tomada por la culpa, señor Geraldo. ¿Qué puedo hacer?
34:22¿Cómo voy a poder encarar a mi marido, sabiendo que fui besada por otro hombre, aún en contra de mi voluntad?
34:30Aunque haya sido un beso robado, tengo miedo de que Leoncio descubra todo solo de mirarme.
34:35Es como dijo Shakespeare.
34:38El espíritu que siente culpa está siempre con miedo.
34:42En cada puerta, el ladrón sospecha que está escondido el soldado.
34:46Sí, es así como me siento.
34:49Tengo miedo de que Leoncio lo descubra.
34:51Ay, yo no quiero ni pensar.
34:53Él sería capaz de cometer una locura.
34:55Él no tiene como saberlo, Doña Malvina, él no vio nada.
34:59Y si usted actúa naturalmente, no va a despertar ninguna sospecha en aquel infame.
35:04Es justamente porque él es un infame que tengo más miedo.
35:08Quien traiciona, desconfía más que el traicionado.
35:13Usted es una mujer formidable.
35:15Es la musa encantada de los sueños del poeta.
35:18Tiene derecho de ser feliz.
35:21Pero usted no va a encontrar la felicidad en ese matrimonio con Leoncio.
35:25Pero fue con Leoncio con quien me casé.
35:27Y le juré fidelidad a él con todo mi corazón.
35:31Yo no puedo romper mis votos.
35:34Si por causa del único beso, contra mi voluntad, yo estoy así.
35:38Imagínese si lo traicionara de verdad.
35:41Si yo fuese hasta el fin.
35:43No, yo no quiero ni pensar.
35:45Me estoy sintiendo una miserable.
35:47Pero yo no puedo y no voy a separarme de mi marido.
35:50Desea una oportunidad a sí misma.
35:52No, yo no quiero el estigma de una mujer separada.
35:57Podremos vivir juntos, los todos.
36:00Yo adoraría vivir a su lado.
36:02¿Pero usted está loco?
36:04No me conoce y no lo conozco.
36:07Pues parece que la conozco desde la eternidad.
36:10No, señor Geraldo, por favor, respéteme.
36:13Soy una mujer casada.
36:15Voy a revelarle un secreto.
36:18Al conocerla, yo tuve la impresión de que no me importaría pasar el resto de mi vida junto a usted.
36:24¡Maldina!
36:27Leoncio.
36:30¿Ya volviste, querido?
36:33No.
36:35Quien está aquí es mi alma.
36:37¿Qué pregunta?
36:40Tampoco tienes que ser brusco.
36:42Tengo mi paciencia agotada.
36:44Voy a llevar la carta del ministro de justicia al juez
36:48para lograr una orden de cateo en casa del señor Álvaro.
36:52Yo tengo la certeza de que Isaura está escondida allá.
36:57Por suerte el señor Quintana no insistió en revisar nuestra casa.
37:01Pero ellos pueden volver en cualquier momento.
37:03Es mejor que nos vayamos pronto, Isaura.
37:05Yo estoy muy asustada.
37:07Calma, mi amor.
37:08No voy a permitir que aquel infame te haga mal.
37:10Que Dios nos ayude y nos proteja de aquel monstruo.
37:13Tú vas a ver, Isaura.
37:15Vamos a lograr escapar del señor Leoncio.
37:18Y vamos a ser muy felices en los Estados Unidos.
37:20Vamos a empezar una vida nueva, con mucho amor y libertad.
37:23Mandé un mensaje al juez, un viejo conocido nuestro,
37:27para que no conceda esa orden de cateo a nuestra casa.
37:31Vamos a rezar para que el juez atienda su pedido, mamá.
37:33Porque si Leoncio consigue esa orden,
37:35el jefe de policía va a poder revisar nuestra casa.
37:38Ese es el gran problema que tenemos, señor Álvaro.
37:41Porque la ley está del lado de aquel canalla.
37:44Tenemos que ver un nuevo lugar para escondernos
37:46o Leoncio va a aparecer con la tal orden del juez.
37:50Tienes razón, señor Miguel. Tenemos que actuar rápido.
37:53El señor Leoncio no va a renunciar.
37:55Y lo peor es que el barco parte mañana del puerto.
37:58¿Y si fuésemos hoy mismo para Santos?
38:01Sí, puede ser. Pero tenemos que buscar un medio seguro.
38:04No podemos dejar ninguna pista, sino Leoncio nos puede descubrir.
38:09Disculpen. Parece que el criado quiere decirme una cosa.
38:15Acaba de llegar el jefe de la policía, señor.
38:18El jefe de la policía está ahí enfrente con los guardias.
38:21Parece que vino debido a una orden del juez.
38:24¿Será que ya trajo la orden para aprendernos?
38:27Si en verdad es por eso, pues estamos perdidos.
38:31Es hora, señor Miguel. Pedrito y André, vayan al fondo.
38:35Nosotros vamos a estar aquí, intentando distraer al jefe de la policía.
38:38¡Vayan! ¡Vayan! ¡Vayan rápido!
38:56¡Miserables!
38:58Me van a tener que devolver a la esclava.
39:01Bien, yo voy a la asociación abolicionista.
39:04Aún hoy, vamos a ver si logramos dar libertad a ocho esclavos.
39:09Es una pena, señor Leoncio, que Isaura aún no esté en esa lista.
39:15Liberar esclavos.
39:18Pero qué contribución más inútil a nuestro país.
39:21Yo puedo afirmar que muy pronto, vamos a lograr que el emperador...
39:26...acabe con la esclavitud en Brasil.
39:29Son sueños, muchacho.
39:31El emperador jamás va a permitir el fin del trabajo esclavo.
39:35Y si eso sucede, las haciendas van a quebrar.
39:39Los esclavos son necesarios para nuestra economía.
39:43Está en un error.
39:45Ya está más que probado que el trabajo remunerado aumenta la producción.
39:50¡Qué tontería! No tenemos cómo pagar a los colonos.
39:55Admítalo, el emperador está de nuestro lado.
39:59Usted sabe muy bien que nosotros, los hacendados, aseguramos este país.
40:05Recuerde que el emperador ya está sufriendo presiones de otros países.
40:10Y muy pronto, él no tendrá otra alternativa que no sea abolir la esclavitud.
40:16Pues si eso sucede, el imperio irá junto con las haciendas al lodo.
40:24¡Pido disculpas en especial a doña Perpetua, a quien mucho estimo!
40:29Pero una orden del ministro no puede ser ignorada.
40:33Voy a ser muy franca, señor Quintana.
40:35Quedé muy molesta con su procedimiento en este terrible episodio.
40:39Usted quedó al lado de un canalla que invadió nuestra casa.
40:43Sí, pero...
40:45¿Por qué?
40:47¿Por qué?
40:49¿Por qué?
40:51¿Por qué quedó al lado de un canalla que invadió nuestra casa?
40:54Sí, yo no podía actuar diferente.
40:57Comprendo.
40:59Pero por lo que entendí, usted no tiene la orden de cateo.
41:02No, no.
41:04En realidad vine aquí ahora...
41:07solo para alertarlos, como prueba de mi estima y aprecio.
41:12Vine a buscarlos porque...
41:15las noticias no son nada buenas.
41:18¿Pero qué pasa?
41:21¿Usted tiene certeza de eso?
41:23¿Pero cómo? Yo misma se lo pedí al juez.
41:26Entre su petición, doña Perpetua, y la petición del ministro de justicia...
41:31el juez optó por la segunda.
41:33Aún más esa ahora.
41:36Como amigo, solo tengo un consejo.
41:40Si usted está escondiendo esclavos fugitivos en su casa...
41:45la mejor opción es despacharlos muy lejos, a otro lugar...
41:49de inmediatamente.
41:52Quiero agradecer su prueba de amistad, señor Quintana.
41:56Pero no tenemos nada que esconder.
41:59Los señores capitanes heridos aseguran que ustedes estuvieron allá...
42:05y que...
42:07fue la condesa la responsable de los tiros que los hirieron.
42:11¡Pero eso es una infamia!
42:13¡Ellos son unos mentirosos y matones de Leoncio!
42:16De cualquier modo, aconsejo prudencia.
42:20Y ahora me tengo que retirar.
42:22Pero sé que pronto seré buscado por el señor Leoncio...
42:27con orden del juez para buscar la esclava aquí en su casa.
42:31Perdónenme, pero tendré que obedecer.
42:34Por eso quise alertarlos ahora.
42:38Con permiso.
42:46Estamos en un...
42:48Estamos en un grave problema.
42:50No tanto.
42:51Tengo una idea.
42:52Un modo seguro de despistar al canalla.