• hace 2 meses
Cuando los huracanes golpean tierra y causan una devastación generalizada, no suele cubrirse qué ocurre bajo el agua.  
En un año normal, se producen unos diez huracanes en la cuenca atlántica, que tienen diversos efectos en el medio marino.  
La fuerza del huracán puede crear olas de 15 metros que mezclan las aguas frías y profundas con las aguas superficiales más cálidas, removiendo los sedimentos.  
Los delfines y otros mamíferos marinos pueden quedar atrapados en hábitats de agua dulce donde no pueden sobrevivir.  
Sin embargo, los peces y muchos mamíferos pueden desplazarse a aguas más profundas y tranquilas, y son capaces de detectar una tormenta a través de la presión barométrica.  
Los huracanes pueden afectar a muchos organismos estacionarios o de movimiento lento, ya que los arrecifes de ostras y las praderas marinas se ven desplazados por los sedimentos.  
El propio océano también se ve afectado de muchas maneras, principalmente por la basura y los residuos que son arrastrados al océano durante el huracán.
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