He borrado las redes sociales de mi móvil durante 100 días: estas son mis conclusiones y la lección más valiosa que he aprendido

  • hace 9 horas

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00:00Vivimos en la era de las redes sociales, en la era del algoritmo, de las notificaciones
00:05y en la de un scroll infinito que nos atrapa durante horas y horas consumiendo todo tipo
00:09de contenido que en muchas ocasiones carece de interés alguno. ¿Y si detuviéramos la
00:14rueda durante 100 días? Hace algo más de tres meses decidí borrar todas y cada una
00:19de las redes sociales de mi teléfono móvil con el objetivo de desarrollar una relación
00:23más sana con el mismo. No es que pasara demasiadas horas con el teléfono, ni mucho menos, entre
00:27tres y cuatro al día, pero creo que podía hacerlo todavía mejor. O, por lo menos, desarrollar
00:32algunas habilidades que me permitiesen hacer frente al algoritmo. ¿Qué hay detrás de
00:36los algoritmos y cómo consiguen engancharnos tanto a las distintas redes sociales? En declaraciones
00:40a la cadena SER, el doctor en neurociencia cognitiva, Pedro Margoyes, nos lo explica
00:45de una forma muy clara.
00:46Lo primero que hacen estas plataformas es sumergirte en un entorno completamente aislado
00:52del exterior, en el que todo lo que ves está diseñado para mantener tu atención dentro
00:57de lo que sería el ecosistema de la plataforma. Y estamos hablando de interfaces llenas de
01:02estímulos visuales, de estímulos auditivos, a pantalla completa y con contenidos altamente
01:07personalizados a nuestros intereses. Y una vez dentro de esa burbuja, lo que se hace
01:12es intentar maximizar el tiempo que pasas en ella utilizando estrategias de diseño
01:16cognitivo y analítica comportamental. Los me gustas, los comentarios o incluso los vídeos
01:22que más te gustarían, es decir, incentivos que funcionan como recompensas, no llegan
01:26cada vez que publicas o interactúas. En lugar de eso, llegan de manera intermitente, llegan
01:31de forma inesperada. Y al hacer esto, lo que se consigue es generar un patrón de consumo
01:36mucho más poderoso, mucho más impulsivo que si las recompensas fueran constantes.
01:41Y esto tiene como consecuencia que nos pasemos el día sacando el móvil del bolsillo para
01:45comprobar si hay algún premio para nosotros.
01:48El algoritmo nos seduce con estas prácticas y nosotros aceptamos encantados sus recomendaciones.
01:53Sabemos que en muchas ocasiones no nos va a mostrar el contenido que nos interese y,
01:57sin embargo, seguimos haciendo scroll en busca de ese contenido que nos alegre el día. Y
02:01es que, tal y como nos cuenta el psicólogo Frank Hodar, el contenido de las redes sociales
02:05nos ayuda a evadirnos de un ritmo de vida insostenible.
02:08Llevamos ritmos de vida súper estresantes, volcados a la productividad, a ser la mejor
02:13versión de uno mismo en todas las facetas de la vida, principalmente en la laboral.
02:20Mercantilizamos todo y entramos en la lógica del mercado. De modo que las redes sociales
02:26son ese oasis de evasión, de pequeños placeres, de descanso, de desconexión, de risa, donde
02:36encontramos alivio a un ritmo de vida que es insostenible.
02:39Las redes sociales pueden llegar a ser muy valiosas, pero a pesar de ello he decidido
02:43borrarlas del teléfono móvil para comprobar qué es lo que pasa por mi mente durante estos
02:47cien días. Y lo cierto es que estos primeros días lo llevo bastante bien, no eché en
02:51falta las notificaciones ni el hecho de que el algoritmo me mostrara constantemente lo
02:55que le apeteciera. Tras una primera semana sin redes sociales, comienzo a registrar mis
02:59primeros comportamientos anómalos, empiezo a buscar entretenimiento en otras apps e incluso
03:03me descargo algunos juegos para cubrir ese hueco. Todo ello porque, tal y como me cuenta
03:07el investigador José Manuel Muñoz, mi cerebro pretende recuperar la dopamina perdida con
03:12estas nuevas apps, pero no tardo demasiado tiempo en gastarme de las mismas, según Muñoz,
03:16porque comienzo a desarrollar una tolerancia que me ha permitido acostumbrarme a esta situación
03:19sin redes sociales en el teléfono móvil.
03:21Sí, probablemente lo que has tenido es una cosa que se llama tolerancia. Hay un momento
03:26en el que tú te acostumbras, y también puede ser a la inversa, es decir, al principio tú
03:30te acostumbras al uso de redes sociales, durante un tiempo cada vez necesitas más tiempo de
03:34redes sociales para obtener esa recompensa en forma de dopamina, pero también existe
03:37el camino contrario. Tú te puedes desacostumbrar y cada vez necesitas menos cantidad de dopamina.
03:42Al principio probablemente lo que te pasaba era que te habías quitado redes, pero tu
03:46cerebro necesitaba esa recompensa de otra forma. Bueno, no tengo redes sociales, pues
03:50me voy a meter en este jueguito o en la otra aplicación o en lo que sea, hasta que ya
03:55también tu cerebro se acostumbra y dices, bueno, esto no me motiva, no me produce el
04:01placer en forma de dopamina que necesito, bueno, voy a pasar a otra cosa. Entonces llega
04:04un tiempo en el que poco a poco va disminuyendo tu necesidad de dopamina por esa vía, ¿no?
04:10A partir de la tercera semana, empiezo a realizar otras prácticas que van más allá del móvil,
04:15comienzo a reducir el uso del teléfono y empiezo a priorizar otras actividades que
04:18van más allá de la pantalla del smartphone. Principalmente porque las notificaciones no
04:22me dicen qué hacer en todo momento. Y es que estos avisos tienen un impacto brutal
04:27en nuestro día a día, tal y como nos cuenta Frank Hoddard.
04:30El efecto cóctel es un efecto que ocurre en el que tú estás de repente inmerso en
04:34un murmullo por ruido, pero no eres consciente de ese murmullo, de ese ruido, de esos sonidos
04:41hasta que hay un estímulo, una información, como por ejemplo que alguien pronuncie tu
04:45nombre y de repente, pum, tu atención se despierta y capta ese estímulo. Ese es el
04:51efecto cóctel. Una notificación de un dispositivo digital tiene ese efecto cóctel. Atrapa involuntariamente
04:59tu atención independientemente de que sea algo importante o no para ti. Si no es algo
05:04importante, la consecuencia es la distracción y lo que ocurre es que se paraliza en ese
05:10momento cualquier procesamiento que estaba en marcha a nivel cognitivo, se paraliza y
05:15si continúas con la actividad que estabas haciendo, al cerebro le cuesta unos minutos
05:20recuperarse. Se habla de 5, de 10, de 15, incluso de 20 minutos en recuperar el flujo
05:27de pensamiento que estaba teniendo antes. Y esta falta de notificaciones me permite
05:31tener una relación más sana con el teléfono. A partir de entonces tan solo me meto en la
05:35versión web de las distintas redes sociales y solo consumo aquello que necesito. Gracias
05:40a ello optimizo mucho mejor mi tiempo con el teléfono móvil y además soy capaz de
05:43invertirlo en otro tipo de actividades. Y sí, después de estos 100 días de experimento,
05:48he decidido seguir adelante sin redes sociales y mi teléfono móvil para seguir controlando
05:52el algoritmo y evitar que este me vuelva a controlar a mí.

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