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NoticiasTranscripción
00:00¿Qué tal hoy, amigos? Hasta un estudiante de primero de Derecho simplón y sus pensitos
00:04sabría que para meter una querella hay que tener pruebas sobradas, material probatorio
00:11suficiente para no incurrir en dos cuestiones. Primero, no hacer el ridículo. Y en segundo
00:17lugar, no dar oxígeno al rival, que, insisto, puede ser un delincuente, pero en la vida
00:24las cosas, en democracia, en un estado de derecho, las cosas hay que probarlas. Y la
00:28verdad es que el Partido Popular ha hecho el más espantoso de los ridículos con esa
00:34querella que interpusieron hace una semana, no hace un mes, ni un año, y que en tiempo
00:39récord ha inadmitido, ha mandado al carajo, ni siquiera lo ha admitido a trámite, el
00:46juez Santiago Pedraz de la Audiencia Nacional. Algunos dirán que Santiago Pedraz es un magistrado
00:52de izquierdas, puede ser, pero que cuando tú le vas con una querella basada en una
00:57información que está sustentada en la grabación a un tipo que tiene la cara difuminada, la
01:05voz distorsionada, que no se sabe quién es, pues lo obvio es que ese juez, sea Santiago
01:11Pedraz, sea de izquierdas, de derechas o medio pensionista, la mande al carrer, que es lo
01:18que han hecho con la querella presentada por el Partido Popular. ¿Y qué ha conseguido
01:23el Partido Popular? Y no será porque algunos no lo advertimos, pues lo que ha conseguido
01:27es darle oxígeno a Pedro Sánchez en un momento en el que estaba contra las cuerdas y soltando
01:32sangre por la nariz.
01:34Yo que tú, querido Alberto Núñez Ojo, querido presidente del Partido Popular, y vas a ser
01:41presidente del gobierno más pronto que tarde, seguramente mucho antes de lo que tú te imaginas,
01:47daría ya mismo, sin más dilación, a galeras al genio o a la genia de la lámpara al que
01:53se le ocurrió semejante charlotada. Porque, insisto, para acusar a alguien de financiación
02:00ilegal tienes que llevar los deberes muy bien hechos y aquí no había deberes ni nada que
02:07se le parezca, en fin, un auténtico gatillez.