Herman Webster Mudgett, “El Dr. H. H. Holmes” (1861–7 de mayo de 1896) fue un asesino en serie americano que capturó, torturó y asesinó a unos doscientos huéspedes en su hotel de Chicago, que llegó a conocerse con los nombres de “The Castle” o “The Murder Castle”. Se trataba de un hombre alto, apuesto, elegantemente vestido, un verdadero seductor que lograba con facilidad la confianza de las mujeres.
Su hotel se encontraba en el suburbio de Englewood, en Chicago. Todavía, en la actualidad, puede considerarse la “mansión de matar” más sofisticada de la historia de la criminología. El aspecto exterior del edificio era algo extraño, pero indudablemente su interior lo era aún más: toda la estructura estaba llena de cuartos insonorizados, pasadizos secretos, toboganes que conducían al sótano, trampas, agujeros disimulados en las paredes que permitían ver lo que sucedía en las habitaciones e, incluso, cañerías de gas colocadas debajo del parquet, que se accionaban desde el subsuelo para asfixiar a los huéspedes. En los sótanos había un horno crematorio, una tinaja con ácido sulfúrico, pilas con cal viva y una mesa de disección anatómica, con numerosos bisturíes, sierras y otras herramientas.
Sinopsis
En 1995, un coleccionista de New Jersey compró un lote de grabaciones en cilindros de cera con más de 100 años de antigüedad. Al reproducirlos, escuchó algo más que las canciones por las que había pagado. Una de las grabaciones era de un hombre admitiendo haber cometido múltiples asesinatos. La confesión fue hecha por un médico, el Doctor H.H. Holmes, días antes de ser colgado.
Esa voz era una nueva pista de una de las más sorprendentes serie de asesinatos en la historia criminal. En 1890, Holmes convirtió su hotel en una cadena de producción de asesinatos. Ahora sus palabras atraen a los perseguidores de asesinos en serie más conocidos del s. XXI, en una travesía por la depravación más absoluta. Y dos hermanas descubren el terrible secreto de su familia.
Se cree que pudieron haber muerto doscientas personas a manos del primer asesino en serie de América.
Su hotel se encontraba en el suburbio de Englewood, en Chicago. Todavía, en la actualidad, puede considerarse la “mansión de matar” más sofisticada de la historia de la criminología. El aspecto exterior del edificio era algo extraño, pero indudablemente su interior lo era aún más: toda la estructura estaba llena de cuartos insonorizados, pasadizos secretos, toboganes que conducían al sótano, trampas, agujeros disimulados en las paredes que permitían ver lo que sucedía en las habitaciones e, incluso, cañerías de gas colocadas debajo del parquet, que se accionaban desde el subsuelo para asfixiar a los huéspedes. En los sótanos había un horno crematorio, una tinaja con ácido sulfúrico, pilas con cal viva y una mesa de disección anatómica, con numerosos bisturíes, sierras y otras herramientas.
Sinopsis
En 1995, un coleccionista de New Jersey compró un lote de grabaciones en cilindros de cera con más de 100 años de antigüedad. Al reproducirlos, escuchó algo más que las canciones por las que había pagado. Una de las grabaciones era de un hombre admitiendo haber cometido múltiples asesinatos. La confesión fue hecha por un médico, el Doctor H.H. Holmes, días antes de ser colgado.
Esa voz era una nueva pista de una de las más sorprendentes serie de asesinatos en la historia criminal. En 1890, Holmes convirtió su hotel en una cadena de producción de asesinatos. Ahora sus palabras atraen a los perseguidores de asesinos en serie más conocidos del s. XXI, en una travesía por la depravación más absoluta. Y dos hermanas descubren el terrible secreto de su familia.
Se cree que pudieron haber muerto doscientas personas a manos del primer asesino en serie de América.
Category
📺
TV