En un reciente mitin en Pensilvania, el expresidente de Estados Unidos y candidato a la presidencia en 2024, Donald Trump, afirmó que «no debería haber abandonado» la Casa Blanca en 2020.
En uno de sus últimos mítines, Trump reiteró su afirmación de que ganó las elecciones de 2020, una narrativa que contribuyó a los disturbios en el Capitolio el 6 de enero de 2021.
El candidato republicano también ha afirmado repetidamente que la única razón plausible por la que podría perder en 2024 es si los demócratas «hacen trampas».
Durante el mitin, también dijo que no le «importaría» que dispararan a los periodistas, en referencia a sus infundadas afirmaciones de fraude electoral, y pidió que se persiguiera a quienes, según él, hacen trampas en las elecciones.
Trump también sugirió que Liz Cheney, una destacada crítica republicana que hacía campaña con Harris, debería ser puesta en algún lugar «con un rifle de pie con nueve cañones disparándole».
«No debería haberme ido, quiero decir, honestamente, lo hicimos tan bien (...) así que ahora, cada cabina electoral tiene cientos de abogados parados allí», dijo Trump.
También afirmó que las máquinas de votación serán hackeadas, insistiendo en que solo la votación del día de las elecciones y las boletas de papel son confiables.
Pocos días después de su derrota en las elecciones de 2020 ante el presidente Joe Biden, Trump dijo a sus ayudantes que «no se iba a ir», y preguntó por qué se esperaba que se fuera cuando había «ganado» las elecciones.
Trump también dedicó tiempo en el mitin a arremeter contra una serie de encuestas recientes, en particular un sondeo del ‘Des Moines Register’ en Iowa que le situaba cuatro puntos por detrás de Harris.
En uno de sus últimos mítines, Trump reiteró su afirmación de que ganó las elecciones de 2020, una narrativa que contribuyó a los disturbios en el Capitolio el 6 de enero de 2021.
El candidato republicano también ha afirmado repetidamente que la única razón plausible por la que podría perder en 2024 es si los demócratas «hacen trampas».
Durante el mitin, también dijo que no le «importaría» que dispararan a los periodistas, en referencia a sus infundadas afirmaciones de fraude electoral, y pidió que se persiguiera a quienes, según él, hacen trampas en las elecciones.
Trump también sugirió que Liz Cheney, una destacada crítica republicana que hacía campaña con Harris, debería ser puesta en algún lugar «con un rifle de pie con nueve cañones disparándole».
«No debería haberme ido, quiero decir, honestamente, lo hicimos tan bien (...) así que ahora, cada cabina electoral tiene cientos de abogados parados allí», dijo Trump.
También afirmó que las máquinas de votación serán hackeadas, insistiendo en que solo la votación del día de las elecciones y las boletas de papel son confiables.
Pocos días después de su derrota en las elecciones de 2020 ante el presidente Joe Biden, Trump dijo a sus ayudantes que «no se iba a ir», y preguntó por qué se esperaba que se fuera cuando había «ganado» las elecciones.
Trump también dedicó tiempo en el mitin a arremeter contra una serie de encuestas recientes, en particular un sondeo del ‘Des Moines Register’ en Iowa que le situaba cuatro puntos por detrás de Harris.
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