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Agentes de operaciones especiales, furgones de la policía, perros y uniformados con escopetas y rifles de asalto acordonaron una manzana de acomodados chalets en el barrio de El Viso de Villalbilla. Su objetivo era uno de los suyos: Óscar Sánchez, inspector jefe de la Policía Nacional al frente de la Unidad de Blanqueo de Madrid, detenido la semana pasada con los 20 millones que guardaba emparedados en su casa familiar.

Allí, y no en una mansión de Alcalá rodeada de Bugattis, como se dijo en un principio, ocultaba el dinero en metálico requisado: 12 millones de euros en el falso techo de una estancia de la entrada y el resto, detrás de una falsa pared que había levantado en una de las habitaciones. Lo demás, otro millón en billetes de 500 y 50, se encontró en un bolso dentro de un armario de su propio despacho de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

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Transcripción
00:00La situación empezó el miércoles a las 5 de la mañana, todo el día anterior y toda la noche del día siguiente.
00:06¿Y estuvieron picando, nos has contado?
00:08Se oían las radiales, de ellos que estaban buscando algo en las paredes o en el suelo.
00:13Yo a ese vecino le conozco a él de mucho tiempo, me cruzó con él con los perros,
00:16lo que pasa es que nunca hablaban ni decían nada, siempre nos decía buenos días y buenas tardes y ya está.
00:20Iba con coches antiguos pero siempre todas las semanas se los cambiaba.
00:23Pensaba que se dedicaba a vender coches y a comprarlos.

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