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Como consecuencia de un accidente, a Ana deben colocarle una prótesis metálica en uno de sus antebrazos. Días después de la operación, advierte algo extraño: como si su brazo fuese una antena, empieza a recibir mensajes en código morse. Las señales se repiten todos los días, pero con una frecuencia distinta. Con una pequeña ayuda de sus amigos, la joven pasa los días tratando de descifrar el enigmático código que sale de su cuerpo.

Crédito: Coproducción Argentina-España; 36 Caballos, Gong Cine, Jaibo Films
Transcripción
00:00Lo estoy recibiendo, Lepi, a este lo canto.
00:03Tú, tú, tú, tú, tú...
00:08Ana, estás a seiscientos años, ¿sí?
00:10Ya voy, ya casi termino.
00:14Al principio, pensé que eran latidos del corazón
00:17que sentía acá en el brazo.
00:21Después, me di cuenta de que era el corazón que me tocaba.
00:24Y, después, me di cuenta de que era el corazón que me tocaba.
00:28Después, me di cuenta de que son diferentes.
00:35El metal, al producir vibraciones, genera un latido.
00:39Evidentemente, la placa está entrando en contacto
00:42con una frecuencia muy específica.
00:44Como una radio capta una frecuencia equivocada.
00:48Lo que hicimos fue que Ana me fue pasando las frecuencias del brazo
00:51y yo fui armando de a poco la canción del latido.
00:58No, no, no...
01:03No me olvides.
01:04¿Eh?
01:05Por ahí, justamente, no se entiende por qué algo está en código.
01:08Se hace eso para que nadie se entere.
01:10¿Quién no quiere que nadie se entere?
01:12El que te manda un mensaje.
01:13¿Alguien me manda un mensaje?
01:16Imaginate que encontrás un mensaje en una botella
01:20que dice S.O.S.,
01:22pero no sabes de quién es, a quién tenés que salvar.
01:25No sé qué es lo que tengo que hacer.

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