Según las autoridades, una manada de más de 30 ballenas calderón fue rescatada tras quedar varada en la playa de Ruakākā, cerca de Whangārei, en el norte de Nueva Zelanda.
El Departamento de Conservación (DOC) informó de que tres adultos y una cría murieron, mientras que las ballenas restantes fueron reflotadas izándolas en sábanas y guiándolas de vuelta al mar.
El rescate fue dirigido por el grupo maorí local Patuharakeke, al que se unieron las autoridades y otros miembros del público.
Nueva Zelanda registra una de las tasas de varamiento de ballenas más altas del mundo. El DOC atiende una media de 85 casos al año, la mayoría de ellos de un solo animal.
Patuharakeke pasó la noche en la playa para asegurarse de que ninguna de las ballenas rescatadas volviera a varar.
El DOC, responsable de gestionar los rescates de marinos varados, calificó el esfuerzo de rescate de «increíble, con todo el mundo uniéndose por las ballenas».
«Es asombroso ser testigo del genuino cuidado y compasión que la gente ha mostrado hacia estos magníficos animales», declaró el director de operaciones del departamento, Joel Lauterbach.
Lauterbach dio las gracias a Patuharakeke y al Proyecto Jonás, que presta ayuda a los mamíferos marinos varados, y a los «cientos de miembros del público que han ayudado hasta ahora».
El Departamento de Conservación (DOC) informó de que tres adultos y una cría murieron, mientras que las ballenas restantes fueron reflotadas izándolas en sábanas y guiándolas de vuelta al mar.
El rescate fue dirigido por el grupo maorí local Patuharakeke, al que se unieron las autoridades y otros miembros del público.
Nueva Zelanda registra una de las tasas de varamiento de ballenas más altas del mundo. El DOC atiende una media de 85 casos al año, la mayoría de ellos de un solo animal.
Patuharakeke pasó la noche en la playa para asegurarse de que ninguna de las ballenas rescatadas volviera a varar.
El DOC, responsable de gestionar los rescates de marinos varados, calificó el esfuerzo de rescate de «increíble, con todo el mundo uniéndose por las ballenas».
«Es asombroso ser testigo del genuino cuidado y compasión que la gente ha mostrado hacia estos magníficos animales», declaró el director de operaciones del departamento, Joel Lauterbach.
Lauterbach dio las gracias a Patuharakeke y al Proyecto Jonás, que presta ayuda a los mamíferos marinos varados, y a los «cientos de miembros del público que han ayudado hasta ahora».
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