El escritor y crítico literario argentino Patricio Pron en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
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00:00Hay cientos, realmente miles de libros que yo me llevaría a esta feria si las aerolíneas
00:15me empiecen a volar con el exceso de equipaje que excede, incluso el exceso de equipaje
00:20con el que habitualmente me marcho en el Guadalajara. Pero acabo de descubrir una editorial llamada
00:25Prometeo, creo que son argentinos y tienen un catálogo realmente fascinante. La maleta
00:30ya está llena de libros, pero hay espacio para esos libros y los recomiendo muchísimo,
00:35libros de la feita Segato, libros de David Lepetón, libros de filosofía, que sin embargo
00:41apelan al presente, son los libros que yo más atesoro y que más me llevo en esta ocasión
00:47de Guadalajara. ¿A qué agarrarse para continuar intelectual
00:57y emocionalmente vivos? Mi refugio está siempre en el Estado, en los libros, en la música,
01:04en los filmes, en una vida del intelecto que es en muchos aspectos más enriquecedora y
01:12más susceptible de ponernos, de darnos la vitalidad que requerimos para la acción que
01:19otras cosas. Me aferro a esas cosas, me aferro a las personas que las producen y aspiro a
01:26ser parte de lo que están haciendo. Es en esa idea de, tal vez no de comunidad, pero
01:31sí de alianza, de asociación delictiva, si prefieres decirlo de alguna manera, donde
01:44yo encuentro las razones para seguir adelante. ¿Cuáles son las razones para seguir adelante?
01:52Creo que es innecesario ocultar las nuevas tecnologías en términos morales, no son
01:58buenas ni malas, exceden por completo nuestro juicio moral, puesto que muchas de sus consecuencias,
02:06de sus efectos, no se han desarrollado aún, sino que tendrán lugar en el futuro, en un futuro que
02:12no podemos siquiera imaginar. Mientras tanto, diría que al tiempo que hemos creado unas herramientas
02:19para que fuesen nuestros apéndices, para que nos facilitasen las cosas, la tecnología ha crecido,
02:26ha avanzado al punto en que nos ha convertido a nosotros en apéndices de ella. Ya no somos dueños
02:31de nuestros teléfonos inteligentes, sino que más bien son nuestros teléfonos inteligentes los que
02:35son dueños de nosotros, en algún sentido. Determinan cuándo dormimos, cómo lo hacemos,
02:39con quién conversamos, qué noticias recibimos. Creo que en un momento en que cierta literatura
02:51puede estar prohibida, algunos escritores, incluso que no hayamos sido confrontados
02:57directamente con la amenaza de la prohibición, tenemos que actuar como si nuestros libros ya
03:02estuviesen siendo prohibidos. El mundo de posibilidades, el mundo de la imaginación,
03:09el mundo de la imaginación crítica que los libros inauguran, se prohíbe allí donde se
03:14prohíben los libros mismos. Y en cualquier caso, creo que es una de nuestras responsabilidades
03:23el actuar decidida y activamente en contra de la idea de que a alguien habría que ayudarlo a no
03:35leer determinadas cosas. Muy por el contrario, debemos reivindicar nuestro derecho a leerlo
03:42todo y formar nuestro propio juicio. Todo está abierto, el futuro no ha sido escrito todavía,
03:47está siendo escrito por nosotros aquí y ahora. Y esa es la promesa del presente. A eso nos dará también.