Tras su segunda final de forma consecutiva, el DT mexicano puso sus límites y asegura que sus jugadores son como sus hijos.
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DeportesTranscripción
00:00Pero en el fútbol y en la vida hay códigos y valores y principios. Jamás yo en la vida
00:05insultaría a un jugador del equipo contrario. Hoy pasó eso en la cancha y me duele porque
00:15como lo dije en la conferencia de prensa ayer oficial, son como mis hijos y eso sí yo no
00:21lo puedo permitir. Yo no puedo permitir que un entrenador de otro equipo le llame de una
00:29manera tan fea a un jugador mío. Y eso me entristece más allá del partido, más allá
00:34de otras circunstancias, porque soy el primero que me juzgan por festejar, por cómo actúo,
00:40por esas circunstancias. Siempre la he comido y hasta la he aceptado cuando no la tengo
00:44que aceptar. Pero sí creo y entiendo que esto va más allá de un simple juego. Es
00:52educación, es respeto, son valores, son principios de vida que luego se trasladan a la cancha.
00:58Y ojalá tengamos la valentía de aceptar y reconocer que nos equivocamos, porque yo
01:04no voy a decir qué pasó, pero ojalá tengamos la valentía de reconocer lo que pasó. Gracias.