La necesidad de captar al público joven, de mantener cautiva a una audiencia cada vez más dispersa y de evitar que los partidos sólo tengan interés en el último cuarto está motivando que la NBA comience a pensar en cambios revolucionarios. El propio comisionado de la organización, Adam Silver, reconoció que la liga norteamericana podría imitar a otras competiciones del mundo y reducir la duración de los partidos, de los 48 minutos actuales a los 40 que tienen los encuentros de la FIBA.
En una entrevista con el programa The Dan Patrick Show, Silver abrió la puerta a una modificación que marcaría un antes y un después de la competición. “Una cosa de la que soy fanático, y probablemente soy una minoría, a medida que nos involucramos más en el baloncesto mundial: la NBA es la única liga que juega 48 minutos. Soy fanático de cuatro cuartos de diez minutos. No estoy seguro de que muchos otros lo sean”, estimó el máximo dirigente de la NBA.
La extensión de los partidos, que en muchos casos superan las dos horas y media, sin contar tiempos extra ni contingencias especiales, es un debate que viene generando diferentes opiniones en la NBA, con una merma de audiencia en los primeros tiempos, que sólo se compensa en los minutos finales de los partidos con resultados inciertos. Por eso, las palabras de Silver no resultan tan llamativas, aunque dejó en claro que no será una medida que se tome en lo inmediato.
“Dejando de lado lo que significa para los récords y cosas así, creo que un formato de dos horas para un partido es más coherente con los hábitos televisivos modernos. La gente en los estadios no nos pide que acortemos los partidos. El baloncesto olímpico es de dos horas, el baloncesto universitario es, por supuesto, de 40 minutos. Es un cambio muy radical en el juego. Habría que hablar más sobre algo así”, explicó Silver, con lo que anticipó las discusiones que seguirán sobre el tema entre las partes involucradas.
Crédito: The Dan Patrick Show
En una entrevista con el programa The Dan Patrick Show, Silver abrió la puerta a una modificación que marcaría un antes y un después de la competición. “Una cosa de la que soy fanático, y probablemente soy una minoría, a medida que nos involucramos más en el baloncesto mundial: la NBA es la única liga que juega 48 minutos. Soy fanático de cuatro cuartos de diez minutos. No estoy seguro de que muchos otros lo sean”, estimó el máximo dirigente de la NBA.
La extensión de los partidos, que en muchos casos superan las dos horas y media, sin contar tiempos extra ni contingencias especiales, es un debate que viene generando diferentes opiniones en la NBA, con una merma de audiencia en los primeros tiempos, que sólo se compensa en los minutos finales de los partidos con resultados inciertos. Por eso, las palabras de Silver no resultan tan llamativas, aunque dejó en claro que no será una medida que se tome en lo inmediato.
“Dejando de lado lo que significa para los récords y cosas así, creo que un formato de dos horas para un partido es más coherente con los hábitos televisivos modernos. La gente en los estadios no nos pide que acortemos los partidos. El baloncesto olímpico es de dos horas, el baloncesto universitario es, por supuesto, de 40 minutos. Es un cambio muy radical en el juego. Habría que hablar más sobre algo así”, explicó Silver, con lo que anticipó las discusiones que seguirán sobre el tema entre las partes involucradas.
Crédito: The Dan Patrick Show
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