Venezuela denunció ante el mundo el robo de un segundo avión ejecutado por orden del secretario de estado de EE.UU. con la complicidad del gobierno de la República Dominicana. teleSUR
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00:00Este es el segundo avión venezolano que el gobierno dominicano retiene en su territorio
00:06y entrega a Estados Unidos. La entrega se realizó en el aeropuerto de la Isabela,
00:10Santo Domingo, en presencia del secretario de Estado estadounidense Marcos Rubio. Un
00:15acto que según analistas demuestra el servilismo de la administración de Luis Abinader hacia los
00:21intereses de Washington.
00:51Analistas exponen que la entrega de la aeronave a Estados Unidos no solo atenta
01:00contra el derecho internacional, sino que expone la postura sumisa del gobierno
01:04dominicano ante las presiones de Washington.
01:21El contexto de este acto se inscribe en una estrategia de agresión permanente contra
01:40Venezuela que se ha intensificado tras las crecientes elecciones en el país suramericano.
01:46Diversos países y medios de comunicación han intentado legitimar estas acciones con
01:51una feroz campaña de desinformación.
02:16Recientemente, el presidente dominicano en su rueda de prensa semanal fue
02:45consultado sobre la incautación del segundo avión venezolano. Sin embargo,
02:50se limitó a responsabilizar, sin mayores datos, a una judicial estadounidense.
03:15El secretismo y falta de transparencia sobre la confiscación de aviones de propiedad del
03:27Estado venezolano en República Dominicana no solo ha sido aplicado en este caso. Lo
03:32mismo ocurrió con el primer avión donde el canciller dominicano aseguró que ni el
03:37Ministerio Público ni el gobierno dominicano participaron en la investigación.
04:07Para analistas, lo que hoy se presenta como una simple confiscación es en
04:37realidad un nuevo episodio de la guerra económica y política contra Venezuela.
04:40Mientras tanto, el gobierno bolivariano reitera su rechazo a estas acciones y
04:45llama a la comunidad internacional a condenar esta nueva violación a su soberanía.