A poco más de 3 años de haber salido de prisión, la influencer Yoseline Hoffman fue absuelta de todos los cargos que le imputaron. Hoy es una mujer diferente, aunque las secuelas de haber pagado por el delito de otros aún están presentes: Le quitaron sus canales de YouTube, las marcas la discriminan y algunos todavía la juzgan en las redes.
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DiversiónTranscripción
00:00Pero sí recuerdo como muchas noches donde me ganaba la desesperación.
00:05O sea, donde yo en verdad lloraba horrible y le pedía a Dios desesperadamente,
00:11por favor, haz algo, ¿no? O sea, o sácame de aquí, o más, o lo que sea,
00:16pero por favor ya no me dejes aquí.
00:18Entonces...
00:19¿Era de plano?
00:20Sí.
00:21¿Ya no querías salir?
00:22No, yo decía así, si aquí por alguna razón te han dado tiempo, o sea,
00:26de verdad no lo voy a aguantar.
00:28Porque sí me sentía muy ajena a ese ambiente, ¿no?
00:32Conocí a otras mujeres que, pues, no era su primera vez en prisión,
00:36que ya han pisado otras veces, que algunas, pues, si llevan una vida de forma delictiva,
00:42¿no?, porque es lo que saben, es lo que aprendieron.
00:45Y de alguna forma, si yo estoy en la cárcel y me pasa algo mal,
00:48están como más acopladas, o sea, más...
00:52En el ambiente no lo saben desconocer.
00:54Exacto, no es desconocido.
00:56Y para mí sí era algo que yo completamente reconocía y que sentí siempre muy ajeno.
01:02¿Un infierno?
01:04Un infierno, un purgatorio, sí.