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  • 4/13/2025

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00:00En Japón, los efectos de los desastres naturales continúan dejando una huella profunda en la
00:04vida de los ciudadanos. Hoy se ha cerrado el último de los refugios temporales en la
00:09prefectura de Ishikou-we, marcando un nuevo capítulo para quienes han sido desplazados
00:13desde los desastres del año pasado. Uno de los afectados, Masaaki Yemesaki, de 77 años
00:19y residente de la ciudad de Bahima, recordó cómo su hogar fue arrasado por un deslizamiento
00:24de tierra durante las intensas lluvias registradas en septiembre. Tras largos meses en un refugio
00:29de emergencia, ha sido trasladado finalmente a una vivienda temporal. Los datos oficiales
00:35indican que tras el terremoto ocurrido en enero del año pasado en la península de Noto, llegaron
00:40a abrirse 364 refugios en toda la prefectura. En su punto máximo, aproximadamente 34,000 personas
00:48se vieron obligadas a vivir en estas instalaciones temporales. Aunque el cierre de los refugios
00:53podría parecer un paso hacia la normalidad, la incertidumbre sigue pesando sobre muchos
00:58damnificados. Algunos expresan su preocupación por el futuro, especialmente los adultos mayores
01:04que sienten que no tienen la fuerza ni el apoyo suficiente para reconstruir sus vidas
01:08por sí solos. No tenemos ni la energía ni el respaldo para levantar otra casa. Muchos
01:14de nosotros estamos cerca de los 80 años. No sabemos qué va a pasar, comentan algunos
01:19residentes. La estancia en las viviendas temporales está limitada, en principio, a un periodo de dos
01:25años. Durante este tiempo, los damnificados deberán buscar soluciones de vivienda permanente
01:31para poder rehacer sus vidas. Este cierre de los refugios marca el fin de una etapa, pero
01:36también el inicio de nuevos desafíos para aquellos que todavía viven con la incertidumbre
01:40de lo que les espera en el futuro.

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