Un puente que une Detroit con Windsor (Canadá) se ha convertido en símbolo de la endurecida política migratoria en EE.UU. y en una trampa para los más de 200 migrantes que, desde que Donald Trump retornó al poder en enero, han acabado encarando deportaciones sin el debido proceso tras cruzarlo por error.
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00:00Un puente que conecta a Detroit en Estados Unidos con Windsor en Canadá ha adquirido
00:04carácter de símbolo de la dura política migratoria norteamericana, además de representar también
00:09una trampa para los más de 200 migrantes que desde el regreso de Trump a la Casa Blanca
00:14han acabado encarcelados e incluso deportados sin visa judicial.
00:18El embasador Brish, la principal vía de acceso entre ambas ciudades, viene precedido del
00:23lado estadounidense por un enorme mallado de autopistas en el que es fácil equivocarse
00:28y resultar en uno de los carriles con rumbo a Canadá, por lo que muchas personas sin
00:32advertirlo tienden a equivocarse y cruzan la frontera fuera de sus planes.
00:38Sin embargo, desde enero, con el regreso de Trump a la presidencia con la promesa de eliminar
00:42la inmigración ilegal, la situación ha cambiado y por defecto la instrucción es, según la
00:47consigna oficial, detener a la gente y retenerla a largo tiempo en la nave que la Oficina de
00:52Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos tiene junto al puente en condiciones
00:57inaceptables.
00:59Ahí entran familias con niños pequeños que se han visto forzadas a permanecer durante
01:03varios días en condiciones difíciles y sin poder contactar en muchos casos a un abogado
01:09o gente en el exterior.
01:11Actualmente, el panorama de desencuentro diplomático entre Canadá y el gobierno de Trump contrasta
01:16con la paradójica inauguración que tendrá lugar en septiembre de otro puente fronterizo
01:20a solo 3 kilómetros de la invasador Beach.