LA VERDAD ES UN TERMINO MUY PROSTITUIDO QUE DEBE RECUPERARSE. La gente miente todo el tiempo, tanto cuando realmente quieren mentir como cuando quieren decir la verdad. Mienten siempre, tanto a los demás como a sí mismos. En consecuencia, nadie se entiende a sí mismo, ni puede entender a los demás. Piénselo un poco: ¿habría tanta discordia, tan profundos malentendidos, tal odio contra las opiniones ajenas si las gentes pudiesen entenderse los unos a los otros? No pueden entenderse porque no pueden evitar la mentira. Decir la verdad es lo más difícil que hay en el mundo; y uno debe estudiar muchísimo y durante mucho tiempo para poder decir la verdad. No basta con sólo desearlo. Para poder decir la verdad es necesario saber lo que es la verdad y lo que es la mentira, y saberlo, antes qué nada, en sí mismos. Y esto es algo que nadie quiere saber.