• hace 2 años
Vine aquí con el único objetivo de vengarme.

Derroqué al Imperio de Tulkan, una nación única que dominaba el continente.

Siempre había conseguido la victoria. Había logrado todo lo que necesitaba y estaba satisfecho.

Por eso acepté la proximidad de mi muerte. Ya no tenía una razón para vivir.

Y entonces mi corazón dejó de latir.

Definitivamente, sentí que se detenía.

Sin embargo, ¿qué demonios pasó?

“No es magia negra y tampoco parece una ilusión”.

Un chico de pelo corto y negro se reflejó en el espejo.

Tenía el mismo aspecto que cuando tenía 14 años, es decir, hace 20 años. Un chico joven, que aún no ha perdido su grasa de bebé, se acarició las mejillas y murmuró: “¿Cómo es posible?”.

Había vuelto.

A la época llena de mis remordimientos.

Recomendada