Primero de una serie de cuatro documentales, en los que el documentalista Adam Curtis disecciona la influencia de la psicología de masas y la propaganda en la creación de la sociedad de consumo y el Poder en sí mismo del siglo XX. Digamos que, más allá de sociedades secretas, el documental, extraordinariamente conducido, nos introduce en las entrañas del poder sobre las masas, en la publicidad, la propaganda, las relaciones públicas y los medios de comunicación.
El documental se encuentra disponible para descarga libre en Internet. Esta serie, producida en el 2002 y emitida por la BBC, es considerada una de las cumbres del periodismo documental.
Este primer documental, tiene como protagonista al sobrino de Sigmund Freud, Eduard Barneys, y él mismo explica cómo creó el concepto de sociedad de consumo= democracia, o sea identificando la democracia con el consumo y dirigiendo las mentes de las masas. Él reinventó la propaganda, a la que denominó relaciones públicas, y desarrolló esas técnicas de manipulación del consumo inducido de productos que serían después utilizadas para el control político y social de las sociedades.
Eduard Bernays dominó la industria de las relaciones públicas hasta la década del ´40, y fue una fuerza importante durante los siguientes cuarenta años. Durante todo ese tiempo, aceptó cientos de tareas distintas para crear una percepción pública sobre cierta idea o producto. Algunos ejemplos: como un neófito con el Comité de Información Pública, uno de los primeros encargos de Bernays fue ayudar a venderle la Primera Guerra Mundial al público norteamericano, con la idea de hacer que el mundo sea seguro para la democracia.
Hemos visto esa frase en cada guerra y participación bélica de los EEUU desde entonces.
Durante las siguientes décadas, Bernays y sus colegas desarrollaron los principios a través de los cuales se podía influír y convencer a las personas mediante mensajes que se repiten una y otra vez, cientos de veces por semana. Cuando el poder económico de los medios se volvió evidente, otros países del mundo se apresuraron a seguir nuestro ejemplo. Pero Bernays siguió siendo el modelo a seguir. Josef Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, estudió de cerca los principios de Edward Bernays cuando estaba desarrollando la popular lógica que utilizaría para convencer a los alemanes de que para purificar su raza tenían que matar a 6 millones de los impuros..
El trabajo de Bernays era reformular un asunto; crear una imagen deseada que haría que un producto o concepto pareciera favorable. Nunca se vio a sí mismo como un maestro del engaño, sino más bien como un benéfico servidor de la humanidad, quien brindaba un servicio valioso. Bernays describía al público como un rebaño que necesitaba ser guiado. Y esta mentalidad de rebaño hace que la gente sea susceptible al liderazgo. Nunca se desvió de su axioma fundamental: controlar a las masas sin que lo sepan.
El documental se encuentra disponible para descarga libre en Internet. Esta serie, producida en el 2002 y emitida por la BBC, es considerada una de las cumbres del periodismo documental.
Este primer documental, tiene como protagonista al sobrino de Sigmund Freud, Eduard Barneys, y él mismo explica cómo creó el concepto de sociedad de consumo= democracia, o sea identificando la democracia con el consumo y dirigiendo las mentes de las masas. Él reinventó la propaganda, a la que denominó relaciones públicas, y desarrolló esas técnicas de manipulación del consumo inducido de productos que serían después utilizadas para el control político y social de las sociedades.
Eduard Bernays dominó la industria de las relaciones públicas hasta la década del ´40, y fue una fuerza importante durante los siguientes cuarenta años. Durante todo ese tiempo, aceptó cientos de tareas distintas para crear una percepción pública sobre cierta idea o producto. Algunos ejemplos: como un neófito con el Comité de Información Pública, uno de los primeros encargos de Bernays fue ayudar a venderle la Primera Guerra Mundial al público norteamericano, con la idea de hacer que el mundo sea seguro para la democracia.
Hemos visto esa frase en cada guerra y participación bélica de los EEUU desde entonces.
Durante las siguientes décadas, Bernays y sus colegas desarrollaron los principios a través de los cuales se podía influír y convencer a las personas mediante mensajes que se repiten una y otra vez, cientos de veces por semana. Cuando el poder económico de los medios se volvió evidente, otros países del mundo se apresuraron a seguir nuestro ejemplo. Pero Bernays siguió siendo el modelo a seguir. Josef Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, estudió de cerca los principios de Edward Bernays cuando estaba desarrollando la popular lógica que utilizaría para convencer a los alemanes de que para purificar su raza tenían que matar a 6 millones de los impuros..
El trabajo de Bernays era reformular un asunto; crear una imagen deseada que haría que un producto o concepto pareciera favorable. Nunca se vio a sí mismo como un maestro del engaño, sino más bien como un benéfico servidor de la humanidad, quien brindaba un servicio valioso. Bernays describía al público como un rebaño que necesitaba ser guiado. Y esta mentalidad de rebaño hace que la gente sea susceptible al liderazgo. Nunca se desvió de su axioma fundamental: controlar a las masas sin que lo sepan.
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