No cabe duda de que la incorporación, en cantidades importantes, de productos alimenticios de origen animal a la dieta de los homínidos supuso el primer gran cambio en la historia de la alimentación humana. Es posible que los australopitecos ya carroñearan algo, de hecho los chimpancés cazan colobos rojos de tanto en tanto, e incluso se afirma que Orrorin tugenensis, hace seis millones de años, ya consumía algo de carne procedente del carroñeo. Pero fueron Homo habilis y Homo rudolfensis los primeros en incorporar cantidades de carne relativamente grandes a la dieta de los homínidos, procedentes del carroñeo activo. La sustitución de una dieta casi exclusivamente vegetal, muy rica en celulosa, por otra en la que la carne, rica en proteínas, desempeñaba un papel esencial (como la que adquirieron los primeros humanos), ciertamente facilitó el aporte energético necesario para que aumentara el volumen del cerebro y disminuyera la longitud de los intestinos.
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Aprendizaje