Un enorme marea humana varios millones de personas, según medios turcos tomó parte este domingo en Estambul en un mitin en repulsa a la intentona golpista del pasado 15 de julio. El llamado “Encuentro por la democracia y los mártires” se convirtió en una demostración de fuerza del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien consiguió sumar a su causa a todos los partidos opositores, salvo el prokurdo HDP, que no fue invitado.
Arropado por la multitud, Erdogan ha vuelto a evocar la posibilidad de restablecer la pena de muerte en el país. “Si el pueblo lo quiere, los partidos políticos deben respetar su voluntad”, dijo, a sabiendas de que un restablecimiento de la pena capital pondría punto final a las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea. El presidente turco también cargó contra la justicia alemana por impedirle dirigirse por videoconferencia a los manifestantes reunidos contra el golpe el pasado fin de semana en Colonia. “Eso es Alemania. No me permitieron conectar por videoconferencia. ¿Dónde está la democracia en Alemania?”, preguntó.
Erdogan responde con esta concentración masiva a las críticas, en especial, de la Unión Europea y Estados Unidos, que han puesto en tela de juicio las purgas llevadas a cabo en Turquía después de la asonada. Unas 15.000 personas ya han sido detenidas y más de 50.000 suspendidas de sus cargos.
Arropado por la multitud, Erdogan ha vuelto a evocar la posibilidad de restablecer la pena de muerte en el país. “Si el pueblo lo quiere, los partidos políticos deben respetar su voluntad”, dijo, a sabiendas de que un restablecimiento de la pena capital pondría punto final a las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea. El presidente turco también cargó contra la justicia alemana por impedirle dirigirse por videoconferencia a los manifestantes reunidos contra el golpe el pasado fin de semana en Colonia. “Eso es Alemania. No me permitieron conectar por videoconferencia. ¿Dónde está la democracia en Alemania?”, preguntó.
Erdogan responde con esta concentración masiva a las críticas, en especial, de la Unión Europea y Estados Unidos, que han puesto en tela de juicio las purgas llevadas a cabo en Turquía después de la asonada. Unas 15.000 personas ya han sido detenidas y más de 50.000 suspendidas de sus cargos.
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