• hace 8 años
Cuando tenía apenas 17 años Hugh Herr fue considerado uno de los mejores escaladores de Estados Unidos.

Pero a principios de los 80 sufrió un terrible accidente. Él y un compañero pasaron varias noches a 29 grados bajo cero sorprendidos por una tormenta mientras escalaban una montaña. El prodigioso escalador perdió entonces las dos piernas.

Herr asegura que cuando recibió sus primeras prótesis, se sintió realmente abatido. Desde entonces, dice, lleva a cabo una modesta misión: poner fin a la minusvalía.

Hugh Herr, Premio Princesa de Asturias de Investigación

Lo que ocurrió en 1982 es que se utilizó conmigo tecnología convencional. Para mí fue algo horrible. Pensé: ¿Cómo es posible? Eran de madera y caucho. No tenían sensores, nada. Pensé que era una broma pesada. Fue entonces cuando me puse a trabajar, a diseñar. Mi primera tarea fue diseñar mis propias prótesis para poder volver a practicar mi deporte: la escalada.

Chris Cummins, euronews

Pero ¿conocía algo sobre prótesis?

Hugh Herr, Premio Princesa de Asturias de Investigación

Cuando llegó la época del instituto elegí la formación profesional. Aprendí entonces a fabricar cosas en madera y metal. Como decía, me puse a trabajar, probé muchas cosas y conseguí volver a escalar muy pronto. Alcancé en poco tiempo el mismo nivel que tenía antes del accidente. Creo que incluso lo hacía mejor que con mis piernas. Así que empecé a pensar en un mundo sin minusvalías, empecé a soñar con ello para toda la Humanidad. Pensé que todo el mundo con un problema como el mío merecía tener acceso a una solución similar gracias a la tecnología avanzada.

Chris Cummins, euronews

Sus extremidades son biónicas, ¿es correcto?

Hugh Herr, Premio Princesa de Asturias de Investigación

Sí, biónicas, es la palabra correcta

Chris Cummins, euronews

¿Cómo las diseño y cómo funcionan?

Hugh Herr, Premio Princesa de Asturias de Investigación

Estas extremidades biónicas son fantásticas. Cada una tiene tres ordenadores, no grandes, muy pequeños, son chips diminutos. Cada una tiene también doce sensores para medir las diferentes posturas, la aceleración, la velocidad, la temperatura, la fuerza, etc… Los propulsores musculares funcionan y son controlados gracias a algoritmos. Mis prótesis se activan a cada paso que doy. Funcionan con electricidad, con una batería que recargo cada noche. Como digo, son realmente unas prótesis fantásticas. Además son inteligentes, siempre saben lo que quiero. En el laboratorio trabajamos en el control neuronal. Nuestro objetivo es que una persona como yo pueda controlar voluntariamente sus prótesis. También queremos recibir información sensorial en mi sistema nervioso desde las prótesis para poder sentirlas.

Chris Cummins, euronews

¿Sentir? Dice sentir…

Hugh Herr, Premio Princesa de Asturias de Investigación

Esto es en lo que se trabaja ahora en los laboratorios. Muy pronto se comercializarán prótesis de este tipo.

Chris Cummins, euronews

Hablando de la comercial

Category

🗞
Noticias

Recomendada