Nos aventuramos a mundos desconocidos con Hook (1991) y Jumanji (1995), reímos de ternura con la Señora Doubtfire (1993) y lloramos a moco tendido con El club de los poetas muertos (1989) y El indomable Will Hunting (1997). Robin Williams (Chicago, 1951) ha conseguido con su filmografía –los cuatro títulos mencionados son solo un aperitivo– que cabalguemos a pelo por las emociones humanas. Y eso es lo más bonito que puede lograr un intérprete. Quizá porque descorchó nuestras carcajadas y lágrimas una tarde cualquiera de un día cualquiera, y quizá también porque sus ojos siempre chisporroteaban, las circunstancias de su muerte pillaron al mundo por sorpresa. Un 11 de agosto de 2014, a la edad de 63 años, se quitaba la vida; al final, resultaba que, en contra de las palabras de Lewis Black, sí supo cómo apagar su luz. Y coincidiendo con el cuarto aniversario del suceso, HBO ha decidido volver a prenderla con el documental Robin Williams: Come Inside My Mind (Robin Williams: entra dentro de mi mente).
Dirigido por Marina Zenovich, ganadora de un Emmy por el también documental de HBO Roman Polanski: Wanted and Desired (2009), se trata de un recorrido por su vida y obra desde finales de los 70, cuando se abrió camino en Hollywood como referente cómico, hasta su fallecimiento. Una recopilación de audios, imágenes de archivo y entrevistas tanto al actor como a sus amigos y familiares que componen una imagen clara de su historia y de su aportación cultural. Cuenta su salto a la fama con Mork & Mindy (1978), su debut en Broadway con Esperando a Godot o el Oscar que ganó por interpretar a Sean Maguire en El indomable Will Hunting (1997). Pero también sus problemas con el alcohol y las drogas, o la depresión con la que lidiaba. Y cómo todo ello, unido al Parkinson que padecía y a la demencia con cuerpos Lewy –una enfermedad neurodegenerativa que afecta a la memoria y a las capacidades motoras– que desconocía tener, le llevó a suicidarse en 2014.
En la grabación, de casi dos horas de duración y disponible en HBO España a partir del 17 de julio, intervienen personalidades como Whoopi Goldberg, David Letterman, Steve Martin, Eric Idle o su hijo Zak Williams. “Necesitaba ese extra que solo puedes recibir de desconocidos. Esa risa es una droga. Esa aceptación. Esa emoción es realmente difícil de reemplazar”, apunta su amigo Billy Crystal en este documental co-producido por Alex Gibney. “Williams era tan retraído fuera del escenario como vivaz dentro del mismo”, recuerda la cómica Elayne Boosler. “Yo era fan de Robin cuando era pequeña. Me encantaba. Sabía que el público le adoraba pero, en realidad, desconocía cuánto hasta después de su muerte. Cuando salió el tráiler de Robin Williams: Come Inside My Mind, la reacción fue increíble. Realmente creo que las personas sentían que, de alguna manera, él les pertenecía”, explica Zenovich en una entrevista con Vogue USA.
No pudo reiniciar su cerebro, como le gustaba repetir en la última etapa de su vida, cuando el s
Dirigido por Marina Zenovich, ganadora de un Emmy por el también documental de HBO Roman Polanski: Wanted and Desired (2009), se trata de un recorrido por su vida y obra desde finales de los 70, cuando se abrió camino en Hollywood como referente cómico, hasta su fallecimiento. Una recopilación de audios, imágenes de archivo y entrevistas tanto al actor como a sus amigos y familiares que componen una imagen clara de su historia y de su aportación cultural. Cuenta su salto a la fama con Mork & Mindy (1978), su debut en Broadway con Esperando a Godot o el Oscar que ganó por interpretar a Sean Maguire en El indomable Will Hunting (1997). Pero también sus problemas con el alcohol y las drogas, o la depresión con la que lidiaba. Y cómo todo ello, unido al Parkinson que padecía y a la demencia con cuerpos Lewy –una enfermedad neurodegenerativa que afecta a la memoria y a las capacidades motoras– que desconocía tener, le llevó a suicidarse en 2014.
En la grabación, de casi dos horas de duración y disponible en HBO España a partir del 17 de julio, intervienen personalidades como Whoopi Goldberg, David Letterman, Steve Martin, Eric Idle o su hijo Zak Williams. “Necesitaba ese extra que solo puedes recibir de desconocidos. Esa risa es una droga. Esa aceptación. Esa emoción es realmente difícil de reemplazar”, apunta su amigo Billy Crystal en este documental co-producido por Alex Gibney. “Williams era tan retraído fuera del escenario como vivaz dentro del mismo”, recuerda la cómica Elayne Boosler. “Yo era fan de Robin cuando era pequeña. Me encantaba. Sabía que el público le adoraba pero, en realidad, desconocía cuánto hasta después de su muerte. Cuando salió el tráiler de Robin Williams: Come Inside My Mind, la reacción fue increíble. Realmente creo que las personas sentían que, de alguna manera, él les pertenecía”, explica Zenovich en una entrevista con Vogue USA.
No pudo reiniciar su cerebro, como le gustaba repetir en la última etapa de su vida, cuando el s
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