La tormenta se produjo ayer a las ocho de la tarde pero las consecuencias aún son visibles. Cayeron 45 litros por metro cuadrado en menos de media hora y una riada recorrió las calles de Minglanilla, Cuenca, anegándolo todo. El agua arrastró varios coches e inundo bajos y garajes. También el colegio, la guardería, el centro de salud y el polideportivo. La localidad trata de reponerse de la tromba pero los alumnos no han podido ir hoy al colegio. Las clases se han suspendido hasta que se les pueda ubicar en las instalaciones que ahora están cubiertas de barro.
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