• hace 5 años
El testimonio de Eva es totalmente demoledor. Entre lágrimas, con la voz entrecortada, esta mujer maltratada relata su calvario y pide coraje a todas aquellas mujeres que pasan por lo mismo pero no se atreven a denunciar. Su exmarido y ella se separaron cuando su hijo, de ahora 8 años, era bebé. Después volvió con él, pero la última paliza casi le cuesta la vida. Eva tiene la órbita del ojo destrozada, le han reconstruido el pómulo y le han puesto una malla metálica en el interior de la cara. El presunto agresor está en prisión provisional sin fianza. Ella nunca se había atrevido a denunciarle.
-Redacción-

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