La inteligencia emocional es la capacidad y habilidad psicológica que implica el sentimiento, entendimiento, control y modificación de las emociones propias y ajenas. He ahí la importancia de desarrollarla tempranamente. Aquí hay cinco aspectos fundamentales que debes tomar en cuenta para trabajarla con tus hijos. 1. Autoconciencia Es importante que el niño tenga un conocimiento pleno sobre sí mismo, debes ayudarle a conocer tanto sus virtudes como sus defectos para que adquiera confianza en sí mismo y una mayor capacidad autocrítica. 2. Autorregulación Esta cualidad puede ayudar a los más pequeños a crear herramientas para su futuro que le permitan gestionar mejor sus decisiones, por ejemplo, pensando antes de actuar. 3. Motivación Trabajar este aspecto les ayuda a adquirir tenacidad, ilusión, perseverancia, e incluso, tolerancia a la frustración. De esta forma, logran una mayor productividad y eficiencia para su futuro profesional. 4. Empatía Este aspecto es básico en las relaciones sociales que les acompañarán el resto de su vida. 5. Habilidades sociales Las habilidades sociales están estrechamente ligadas con la empatía, es imprescindible entender las emociones de las personas que nos rodean, para saber cómo actuar.
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