Primero debemos recalcar que la costumbre masculina de rascarse las bolas se remonta a los tiempos pretéritos más oscuros, cuando el varón no llevaba calzoncillos y ni sabía lo que eran.
Lo que queremos lograr con esta lectura es que al termino de la misma cada individuo posea el conocimiento necesario para rascarse las pelotas de la manera más discreta y anónima posible.
El ideal sería poder acomodarse el paquete mientras ante una multitud sin que nadie se de cuenta y a ser posible, hacerlo sin necesidad de usar la manos.
NOTA.- bromas aparte, el vídeo que acompaña esta nota es un fragmento de la imaginativa campaña de publicidad diseñada por los colombianos de RASCATEST, en la que se promueve que todos los hombres se rasquen las bolas por su salud.
La tesis es que 99 de cada 100 hombres se curan completamente si logran detectar el cáncer testicular a tiempo. La cifra es aún mayor si se cuentan los hombres que se rascan los testículos y no aprovechan para realizarse un autoexamen testicular.
Lo que queremos lograr con esta lectura es que al termino de la misma cada individuo posea el conocimiento necesario para rascarse las pelotas de la manera más discreta y anónima posible.
El ideal sería poder acomodarse el paquete mientras ante una multitud sin que nadie se de cuenta y a ser posible, hacerlo sin necesidad de usar la manos.
NOTA.- bromas aparte, el vídeo que acompaña esta nota es un fragmento de la imaginativa campaña de publicidad diseñada por los colombianos de RASCATEST, en la que se promueve que todos los hombres se rasquen las bolas por su salud.
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