Hay un consejo que ha marcado profundamente la carrera de Paulina Rubio, el de su abuela mezzosoprano: "Vuela fuera y vuela alto". Y se lo decía porque con apenas diez años empezó a trabajar en Timbiriche, un grupo de música semejante a Parchís que tuvo un éxito arrollador en México. En ese momento, dice la artista, "se estaba arraizando mucho en su país" y sentía que "estaba vendiendo sus sueños" al no darse a conocer más allá de sus fronteras. Sin este apoyo por parte de su familia, posiblemente ahora no sería la artista que es. Otra de las personas que han dejado una gran huella en su vida fue Juan Gabriel, que fue su mentor y el artífice de una de las actuaciones más memorables de su vida: "En mi boda trajo a 50 mariachis vestidos de blanco para agasajar a mis 800 invitados", ha contado visiblemente ilusionada tras sus míticas gafas de sol.
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