Un hombre australiano consiguió arrancarse de la cabeza las fauces de un cocodrilo de agua salada tras ser atacado en un resort de Queensland.
Marcus McGowan practicaba snorkel con un grupo de personas a 17,3 millas de la isla de Haggerstone, cerca del cabo York, cuando fue mordido por detrás.
El hombre, de 51 años, "pensó que era un tiburón", pero al darse cuenta consiguió "abrir sus fauces lo suficiente como para sacar mi cabeza".
El cocodrilo, que se sospecha que era joven, atacó a McGowan por segunda vez, mordiéndole la mano mientras lo apartaba.
Fue trasladado en helicóptero a un hospital cercano y posteriormente a Cairns para recibir tratamiento.
Aunque los cocodrilos son comunes en el norte tropical de Australia, los ataques son poco frecuentes.
La población de cocodrilos del estado se ha disparado de 5.000 a 30.000 desde que se prohibió su caza en 1974.
Marcus McGowan practicaba snorkel con un grupo de personas a 17,3 millas de la isla de Haggerstone, cerca del cabo York, cuando fue mordido por detrás.
El hombre, de 51 años, "pensó que era un tiburón", pero al darse cuenta consiguió "abrir sus fauces lo suficiente como para sacar mi cabeza".
El cocodrilo, que se sospecha que era joven, atacó a McGowan por segunda vez, mordiéndole la mano mientras lo apartaba.
Fue trasladado en helicóptero a un hospital cercano y posteriormente a Cairns para recibir tratamiento.
Aunque los cocodrilos son comunes en el norte tropical de Australia, los ataques son poco frecuentes.
La población de cocodrilos del estado se ha disparado de 5.000 a 30.000 desde que se prohibió su caza en 1974.
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