• hace 11 meses
Cuando empiezas a hacer ejercicio y a cuidarte, es posible que tengas agujetas. A veces, puede apetecerte seguir con tu rutina y no descansar ni un día.
Los estudios han demostrado que el ejercicio puede ayudar a reducir la rigidez, pero es importante hacer los ejercicios adecuados.
Por ejemplo, puedes dar un paseo o hacer ejercicios ligeros de movilidad para aumentar el flujo sanguíneo y relajar los músculos.
Sin embargo, es importante escuchar a tu cuerpo. Si te duelen los cuádriceps y los glúteos, no hagas sentadillas, mejor estírate.
Un buen calentamiento y enfriamiento te ayudará a recuperarte, prevenir lesiones y entrenar con más frecuencia.
Las terapias de calor y frío, como las saunas y los baños de hielo, también te ayudarán a recuperarte.
Si tienes agujetas, es mejor hacerlas antes de entrenar.

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