Juicio a las Juntas Militares: La acusación

  • hace 3 días
El 22 de abril de 1985 comenzaron las audiencias del Juicio a las Juntas. El fiscal, Julio César Strassera, y el fiscal Adjunto, Luis Moreno Ocampo, acusaron a los procesados de secuestro, tortura, robo, homicidio, allanamiento ilegal y falsedad documental.



Imágenes extraídas de Señores de Pie (edición del Juicio a las Juntas Militares realizada por Carlos Somigliana para la agencia de noticias TELAM, diciembre de 1986).

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00:00Vamos a explicar por qué razón los acusados que según la prueba realizada no han disparado un
00:08revólver ni aplicado con sus manos la picana, son sin embargo responsables de todos los delitos
00:16por los que los hemos acusado, de los tormentos, los homicidios y los restantes. En este sentido,
00:24las leyes y reglamentos militares son sumamente claras y establecen la responsabilidad jerárquica
00:30del mando. El 24 de marzo de 1976, al usurpar el poder, la Junta Militar dirigió una proclama
00:40al pueblo argentino. En esa proclama revolucionaria, los comandantes afirmaron, para justificar su
00:49reaccionar, que habían asumido la conducción del Estado frente a la falta de una estrategia
00:56global que, conducida por el poder político, enfrentara a la subversión. Se elaboró una
01:05nueva estrategia de operaciones cuya nota saliente fue actuar en la clandestinidad y,
01:14por consiguiente, el plan también permaneció en las sombras y nunca fue reconocido. Este plan,
01:21aprobado por los comandantes y ordenado por ellos, no está agregado como una de las pruebas
01:29documentales a esta causa. Sin embargo, la Fiscalía afirma que la prueba que se ha producido
01:36permite tener plenamente acreditado que ese plan fue llevado a cabo en los siniestros años que
01:44aquí estamos investigando. Unos pocos asesinatos o torturas podrían ser considerados hechos
01:51aislados, pero la cantidad de hechos que ha aprobado la Fiscalía, hechos coincidentes en
01:57sus detalles, que sucedieron en todos los rincones del país y durante largos años,
02:03permite demostrar acabadamente la existencia de un plan de operaciones que debe, ineludiblemente,
02:10haber sido dictado por quienes aquí están acusados.
02:17Y bien, señores jueces, no quiero extenderme más porque podríamos hablar durante horas de los
02:23enormes indicios y pruebas que acreditan el sistema ilegal que funcionó en la Argentina.
02:31Sólo quisiera señalar que las únicas personas que tenían facultades para ordenar a sus tropas
02:39que actuaran de noche, que llevaran gente a lugares militares, que los torturasen, que luego
02:45los eliminasen, que las únicas personas que podían trasladar detenidos de una provincia a otra, que
02:51las únicas personas que podían pasar detenidos de la Fuerza Aérea a la Escuela de Mecánica de la
02:57Armada, y de ahí al primer cuerpo de ejército, y de ahí a la Perla, que las únicas personas que
03:04podían prohibir a todos los integrantes de las fuerzas de seguridad de todas las provincias actuar
03:11cuando había grupos que tenían impunidad, que las únicas personas que podían prohibir recibir
03:17denuncias, que las únicas personas que manejaban todos los informes de inteligencia, que las únicas
03:25personas que controlaban los que decidían los destinos, que las únicas personas que manejaban
03:32el aparato diplomático, que manejaban la prensa, que manejaban las campañas de acción psicológica,
03:38esas únicas personas eran los integrantes de la Junta Militar. Y el escudo que en aquella época
03:45utilizaban, en el cual entremezclaban los símbolos de las tres fuerzas, son un fiel reflejo de por qué
03:52sólo la Junta Militar pudo ser responsable de lo que aquí sucedió.
03:58Particularmente delesnable resulta el argumento de la guerra sucia esgrimido hasta el cansancio
04:05como causa de justificación. Se nos dice así que esto fue una guerra a la que para conestar
04:12los inhumanos procedimientos utilizados en su desarrollo, se califica como no convencional,
04:18y que en todas las guerras se producen episodios crueles que, aunque no queridos,
04:24son su consecuencia necesaria. En primer lugar, creo imprescindible dejar claramente establecido
04:33que aquí no hubo guerra. Tengo muy buenas razones en abono de esta afirmación y daré sólo algunas pocas.
04:41Ninguno de los documentos liminares del proceso habla de guerra, y ello resulta por demás
04:49significativo, porque resulta obvio, señores jueces, que si los tres responsables militares
04:55del alzamiento del 24 de marzo de 1976 hubiesen creído que estaban emprendiendo una guerra,
05:03cualesquiera fueran los calificativos que les mereciera, no hubieran omitido esa circunstancia
05:10en la proclama revolucionaria. Pero aceptemos ahora por vía de hipótesis la teoría de la guerra,
05:19tan cara a los acusados, y comprobaremos que sus situaciones, lejos de mejorar,
05:25se ven moralmente tanto o más comprometidas. Porque, señores jueces, tal como es aceptado
05:34sin reservas por el orden jurídico internacional, cierta clase de hechos, por su profunda inmoralidad
05:41y fundamentalmente porque exceden las necesidades del combate para convertirse en crímenes
05:46de lesa humanidad, no son permitidos ni siquiera en la guerra.

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