Praga, la capital de la República Checa, quiere acabar con su fama de destino de fiesta prohibiendo los ‘tours nocturnos por bares’.
La ciudad se ha convertido en destino de despedidas de soltero y soltera, lo que ha suscitado preocupación por su impacto en la calidad de vida de los habitantes.
La propuesta de prohibición es consecuencia de las quejas de los residentes del distrito histórico de Praga 1 por el ruido que provocan los bares nocturnos.
El alcalde de Praga, Jiri Pospisil, desalienta a los turistas que vienen "sólo para emborracharse" y busca "turistas más cultos y adinerados".
La prohibición entrará en vigor a principios de noviembre y prohibirá las rutas de bares entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana.
“La prohibición obedece a nuestro deseo de reducir los comportamientos perturbadores, especialmente en relación con eventos como despedidas de soltero, que a menudo provocan ruidos excesivos y molestias (...) Estas actividades no se ajustan al tipo de turismo que queremos fomentar", declaró la alcaldesa del distrito de Praga 1, Terezie Radoměřská.
La prohibición sólo afectará a los viajes en grupo organizados por agencias, pero no impedirá que grupos individuales organicen sus propias rutas de bares.
Simon Old, especialista en Praga de agencias de viajes para despedidas de soltero, consideró la prohibición "poco entusiasta", y señaló que "la gente se limitará a hacer sus propias rutas”.
Praga no está sola en Europa: Venecia limita los grupos turísticos a 25 personas y Barcelona planea poner fin al alquiler de apartamentos turísticos para 2028.
La ciudad se ha convertido en destino de despedidas de soltero y soltera, lo que ha suscitado preocupación por su impacto en la calidad de vida de los habitantes.
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