• el año pasado
Audiolibro novela romantica
Transcripción
00:00Cuando Caroline le habló de su padre lo hizo con cariño y, en cierta manera, también
00:04habló de su madre con afecto, aunque Keyne sospechaba que ese no era del todo merecido.
00:09Me gusta la música, aunque no toco bien el piano, me gustan las flores, pero sólo las
00:14silvestres.
00:16También los paseos a pie y encuentro hermosos a los caballos, pero la equitación no es
00:19mi disciplina favorita.
00:21Miró a Keyne ruborizada y se encogió de hombros, un gesto que a él le pareció encantador.
00:26Confieso que me dan un poco de miedo.
00:29Keyne la escuchaba fascinado con una sonrisa en los labios.
00:32Aunque a Caroline pudiera parecerle que no, él pensaba que tanto ella como su forma de
00:36pensar y sus gustos eran muy interesantes.
00:39En esos momentos, ella hablaba con fluidez, sin el temblor del miedo en la voz y con una
00:43bonita sonrisa en los labios, que hacía que en sus mejillas se dibujaran dos graciosos
00:47hoyuelos.
00:49Su mirada brilló especialmente cuando le habló del viejo roble de la casa de su familia,
00:53donde cada primavera lo visitaban una pareja de ruiseñores.
00:56Se contó que le gustaba pasar allí las mañanas en las que lucía el sol, con un
01:00buen libro, escuchando el canto de los pájaros.
01:03Gustos sencillos y, aun así, me estás poniendo difícil complacerte.
01:08Luego le tocó el turno a él, pero de todas las cosas que dijo, lo que hizo sonrojar las
01:12mejillas de su esposa fue cuando hablaron de bailes.
01:15Me encanta bailar, dijo ella.
01:18Aunque no lo hago tan bien como me gustaría.
01:21Lo hago de forma aceptable.
01:22Es una suerte, yo lo hago francamente mal.
01:26No quisiera que me dejaras en evidencia.
01:27Oh, yo jamás lo haría.
01:31Keine le acarició la mejilla al ver verdadera preocupación en ella.
01:34Lo sé.
01:35Hubo un instante en el que el amplio comedor pareció encogerse y el tiempo pararse para
01:39que los dos pudieran mirarse a voluntad.
01:41Yo.
01:43Keine carraspeó.
01:44Tendré que tomar algunas clases de baile.
01:47Ella soltó una risita y no supo muy bien por qué.
01:50Ni siquiera sabía si lo decía o no en serio.
01:53Keine se removió en la silla y siguió preguntando acerca de ella.
01:56Cuanto más nerviosa se ponía, más hablaba, su risa era fresca y ligera, nada estridente,
02:02celestial.
02:03Él no podía asimilar el color de su sonrisa, sus exquisitas y al mismo tiempo comedidas
02:07expresiones, y su voz suave, que tenía el don de acariciarle el alma y calentarle el
02:12corazón.
02:13¿Cómo había hecho Dios para perdonar sus pecados y enviarle ese ángel?
02:17Keine no acababa de entenderlo.
02:19Debió de mirarla con demasiada intensidad, pues se dio cuenta de que ninguno de los dos
02:23hablaba ya.
02:25Cuando el silencio se prolongó demasiado, Keine lo rompió.
02:27¿Te haré feliz, Caroline?
02:31Lo dijo sinceramente y ella alzó la mirada de golpe, perdiéndose en la suya.
02:35¿Lo haré, o te aseguro que moriré en el intento?
02:39Caroline tragó saliva al ver que él se llevaba su mano a la boca y besaba apasionadamente
02:42la palma.
02:44Contuvo la respiración y el corazón se le desbocó.
02:47Ella no supo muy bien cómo tomarse aquellas palabras, pero estaba convencida de que lo
02:50había dicho muy en serio.
02:53CAPÍTULO 13
02:54Esa misma tarde, Keine estaba sentado en su despacho, incapaz de concentrarse en lo que
02:59se traía entre manos, la importación de una nueva marca de whisky para el estigma.
03:04Cierto que era un hombre pragmático, pero desde que Caroline formaba parte de su vida,
03:08notaba que algo había cambiado en él.
03:10No podía decir que estuviese enamorado.
03:12¡Por Dios!
03:14Keine Black enamorado.
03:16Sonrió, cínico, por pensar en semejante absurdo.
03:19No lo estaba, o eso se afanaba en asegurarse a sí mismo, pero si algo no podía negar
03:24era que Caroline despertaba en él emociones y sentimientos que jamás había sentido por
03:28ninguna otra mujer, y, ciertamente, no habían sido pocas las, damas, que habían visitado
03:34su lecho.
03:36Caroline era... diferente.
03:38Su inocencia le resultaba encantadora, era cándida, como una bocanada de aire fresco
03:42en una vida que, hasta el momento, había estado llena de humo atrapado en un ambiente
03:47viciado.
03:48Ella parecía haber llegado para abrir los grandes ventanales de su alma, de forma totalmente
03:52espontánea, para enseñarle que la bondad y la inocencia eran cualidades hermosas y
03:56frágiles, tesoros que debían ser custodiados con sumo mimo y cuidado.
04:01Tampoco podía negar que le atraía irremediablemente su sensualidad.
04:04Oh, esa forma que tenía de dejar caer las pestañas cuando algo la azoraba, o de apartarse
04:09el mechón rebelde de la frente y colocárselo tras la oreja con esos dedos largos y finos.
04:14O la genuina expresión de su rostro, cuando algo que a otra dama la habría incomodado,
04:18a ella la sorprendía.
04:20Cuando oyó llamar a la puerta de su despacho, su mente regresó de aquel vergel de inocencia
04:24en el que su futura esposa últimamente lo tenía abstraído.
04:27— Howard, ¿alguna novedad?
04:30— preguntó, de pronto preocupado por recolocar los libros de cuentas de su escritorio.
04:34— Posiblemente, señor Black.
04:37— Gracias, deja eso en mi mesa.
04:40Tras un leve saludo, su mayordomo lo dejó a solas de nuevo.
04:44Keine acababa de recibir una nueva nota de Brandon.
04:47Su amigo había tocado tierra en el puerto de Londres y, como era de esperar, a Anthony
04:51le había faltado tiempo para interceptarlo y darle las buenas nuevas.
04:54La carta, aunque escueta, no podía dar lugar a una errónea interpretación.
04:59— Querido Keine.
05:01Anthony me ha comunicado que has decidido sentar cabeza.
05:04Hazme un nuevo en tu agenda, voy a felicitarte en persona, y no solo por tu inminente paternidad.
05:10Reclinado en su silla, Keine se permitió soñar con esas felicitaciones.
05:15Acarició la carpeta de cuero que tenía sobre el escritorio, y una sonrisa estúpida, que
05:19no habría surgido de no estar a solas, se le dibujó en los labios.
05:23Si Brandon le felicitaba era porque estaba a punto de reclamar los pagarés y arruinar
05:27a su padre.
05:28También por su inminente boda y futura paternidad.
05:31Keine no debía centrarse en lo que llevaba años esperando, como una araña teje su tela,
05:35a la espera de que caiga el incauto insecto.
05:37Bien, bien.
05:40Ese insecto parecía haber quedado enredado en su seda, la hora de la venganza por fin
05:44había llegado.
05:46Una venganza largamente soñada y cuya sed le había movido a Keine a superarse.
05:50Si no fuera por ese sentimiento que encendía sus entrañas no habría hecho la mitad de
05:53cosas en su vida, muchas de ellas ilegales y que le habían labrado una reputación tal
05:57que todo el mundo, pobre o rico, se echaba a temblar con sólo la idea de tenerlo como
06:02enemigo.
06:03Keine había salido de los bajos fondos, se había hecho a sí mismo.
06:07Y ahora después de 30 años podía decir que su venganza contra Lord Saddley, el hombre
06:11que lo engendró, y a quien tanto había odiado, estaba literalmente al alcance de su mano.
06:17Quizás el diablo estaba escuchando, pues en ese preciso instante los característicos
06:20golpes de la aldaba golpeando contra la puerta se hicieron eco llegando hasta el despacho.
06:25Cualquier otra visita podía estar esperando más que la del firmante de esos pagares.
06:29En su rostro se dibujó una sonrisa siniestra que su querido mayordomo interrumpió al golpear
06:33de nuevo la puerta de su despacho, con la parsimonia a la que lo tenía acostumbrado.
06:37— Adelante.
06:39Cuando la puerta se abrió, lo primero que vio fue la fija mirada de Howard en él.
06:44Su mayordomo no estaba de buen humor, así que Keine contuvo la respiración.
06:48No era Brandon quien había acudido para una amigable visita.
06:51— Señor, dijo Howard, Lord Saddley.
06:55Keine Black se acomodó en la robusta silla de su escritorio y puso los pies en alto con
06:58actitud relajada.
07:00Distaba mucho de que su padre, el conde, creyera que era un caballero, así que no hacía falta
07:05guardar las apariencias.
07:07Sonrió abiertamente cuando la figura del conde apareció en el vano de la puerta justo
07:11detrás de Howard.
07:12Señor, la mirada del mayordomo era reprobatoria, pero no se atrevió a decir nada, ni Keine
07:17a cambiar su actitud grosera, Lord Saddley ha venido a verlo.
07:21Keine asintió ante semejante anuncio.
07:24¿Quién iba a decirlo?
07:26Su padre tenía dos títulos, Lord Saddley en Gran Bretaña y Conde de Kilmorey en Irlanda.
07:31Demasiadas ínfulas de grandeza le daban esos títulos.
07:34Sonrió con fiereza ante el pensamiento de que su legado muriera con él.
07:38Sin heredero varón, su título se extinguiría.
07:41Para bien o para mal, su padre sólo había tenido una hija legítima de su matrimonio
07:45con la condensa.
07:46Howard...
07:47¡Que pase!
07:49Mientras Keine hablaba, Lord Saddley entró con una mano a la espalda, apoyándose en
07:54un bastón con el pomo nacarado, el hijo bastardo de ese hombre tuvo que hacer un enorme esfuerzo
07:57para no poner los ojos en blanco.
08:00Ese hombre tenía la arrogancia de un rey, pero ya se encargaría de poner esos pies
08:03en la tierra.
08:05Un rápido movimiento del bastón de Lord Saddley y el imperturbable Howard se apartó apretando
08:09los dientes.
08:10Keine se hubiera echado a reír si no fuera porque el gesto procedía de su progenitor.
08:14«Retírese», le ordenó el conde.
08:18Howard sólo miró a Keine ante la exigencia y hubo un asentimiento casi imperceptible
08:21que hizo que su leal mayordomo se marchara cerrando la puerta.
08:25Un silencio pesado pareció esparcirse en la habitación, hasta el fuego de la chimenea
08:29ardía silencioso, sin su habitual crepitar.
08:32Por un instante sólo se escucharon los pasos del mayordomo al alejarse.
08:36Ambos enemigos se quedaron solos en la estancia.
08:39Envueltos en un silencio que ninguno de los dos quiso romper, Keine miraba al conde, un
08:43hombre que antaño había sido alto e imponente, un hombre que siempre le había dado miedo,
08:48por su apariencia feroz y su carácter que rivalizaba con el mismísimo Lucifer.
08:52Su melena en un tiempo negra azabache, que tan sorprendentemente había contrastado con
08:56su tez pálida, ahora aparecía ante sus ojos moteada de gris.
09:00Aunque impecablemente vestido como siempre, ahora se apoyaba en un bastón de empuñadura
09:04de plata y nácar para caminar.
09:06Sus hombros parecían haber menguado y su espalda ya no lucía tan recta.
09:10No era para menos, a sus espaldas llevaba más de sesenta años.
09:14Era miseros años en los que se había dedicado a destrozar la vida a cualquiera que osara
09:18llevarle la contraria.
09:20Keine no había sido una excepción.
09:22Él en sí mismo había sido un asunto que había disgustado enormemente al conde.
09:26Pero después de tantos años había logrado la manera, no sin ciertas artimañas y engaños,
09:31de devolverle cada uno de los golpes.
09:33Bienvenido a mi humilde casa, padre.
09:36Saboreaba el triunfo y ese miserable lo sabía.
09:39El conde tragó saliva, si creía que su hijo se apiadaría de él, estaba muy equivocado.
09:45Me han dicho que has comprado todos mis pagares.
09:48Keine se levantó para ponerse a su altura, lo observó con una descarada sonrisa tras
09:52el escritorio y pudo ver cómo el rostro de su padre adquiría un color mucho más rosado.
09:56Los ojos del conde se entrecerraron al ver su cínica sonrisa.
10:00Cada minuto que pasaba en el estigma era como una pequeña puñalada.
10:04Pero Keine esperaba humillarlo aún más.
10:06—Te han informado bien, dijo acariciando la superficie de la mesa.
10:10La mirada de ambos se posó en el montón de pequeñas hojas que él había recopilado
10:14en una esquina, sobre la caoba.
10:15Oh, y créeme que estoy deseando reclamarlos.
10:19Pudo observar cómo la vena del cuello de su enemigo se hinchaba.
10:23A punto de estallar estaba, cuando el viejo conde perdió la compostura.
10:27—No tienes decencia.
10:29Keine fingió sorpresa.
10:30—¿Quién?
10:32Yo.
10:34Parpadeó descaradamente.
10:35—Esperabais que un bastardo se comportara de una manera decente.
10:39Su padre apretó los dientes, pero no bajó el mentón.
10:42Tu hermana está a punto de presentarse en sociedad.
10:45Cómo puedes hacer efectivos los pagares.
10:48No podrá casarse.
10:49Oh, siguió sorprendido, con su cínica sonrisa bailando en los ojos.
10:54—Ahora tengo una hermana.
10:56Chasqueó la lengua.
10:57¿Y por qué debo ser yo el responsable de ella?
11:01Desde luego no ha sido su hermano bastardo quien se ha jugado a las cartas su dote ni
11:04su futuro.
11:05El conde empalideció.
11:06—Solo es una mala racha, me recuperaré.
11:10Keine cerró los ojos, decepcionado al ver que su padre repetía las mismas palabras
11:14de aquellos que venían a pedirle dinero para seguir jugando en su mesa.
11:17—¡Pobre hermanita!
11:20La dulce señorita Farrell, a sus 17 años, seguro que estaba más que impaciente por
11:24ser presentada en sociedad como una verdadera dama.
11:27No podía sentir lástima por ella, tal vez en eso Keine se equivocaba, no conocía a
11:32esa niña lo suficiente como para guardarle rencor alguno, pero el odio era algo que su
11:36negro corazón de piedra se obcecaba en sentir hacia todo lo relacionado con su padre.
11:40—¡No te burles!
11:42Keine meneó la cabeza.
11:43—No habrá un gran debut para ella.
11:46Lord Saddley avanzó un paso y apretó los puños con fuerza.
11:49—Eres un bastardo.
11:52Dijo Keine burlándose de él.
11:54—Sí, padre, su bastardo.
11:57Recuérdelo.
11:59Recuerde por qué tantos años después estamos aquí.
12:02—Para no morir y dejar que te murieras de hambre.
12:04Keine ladeó la cabeza y lo miró como si no fuera más que alguien digno de lástima.
12:07—Es lo que intentaste hacer, ¿no lo recuerdas?
12:11Dijo Keine recordándole que jamás recibió ayuda de él.
12:14—Pero no importa.
12:16Lo importante ahora es que si mi hermanita quiere vestidos caros para la primavera, deberá
12:20venir a verme y suplicarle a su hermano mayor.
12:22Jamás.
12:24Ella ni siquiera sabe que existes.
12:27Keine se había quedado callado, observando a su padre.
12:30Si no iba con cuidado al viejo le daría una apoplejía.
12:32—¿Quieres disfrutar de la vida que siempre tuviste?
12:36Keine meneó la cabeza.
12:37—Creo que no será posible.
12:40Me encargaré de que eso no pase.
12:42A partir de hoy, estás a mi merced, y vas a vivir de las migajas que yo desee darte.
12:47No lo olvides.
12:49Si su hermanita quería una presentación en sociedad digna de la hija de un conde,
12:53se lo tendría que ganar.
12:54Y si su padre deseaba llevar la vida apacible que había llevado hasta ese momento, también
12:58tendría que ganárselo a fuerza de humillaciones.
13:01Tantas como Keine había sufrido por su causa.
13:04Eres un miserable.
13:06Keine alzó un dedo y lo agitó en el aire.
13:08—No, no, no, yo no haría eso, le advirtió Keine.
13:12A partir de este momento, creo que va a tener que guardarme más respeto, señor.
13:18Lord Saddley guardó silencio.
13:20Sabía que el bastardo tenía razón, estaba a su merced, pero sólo hasta que tuviera
13:24un golpe de suerte o un plan para acabar con él.
13:27Lo que sucediera primero.
13:28—No se me olvida que ha venido de Irlanda sólo para casar a su hija, dijo Keine.
13:34Era muy consciente de que un matrimonio ventajoso podría salvar al viejo de su bancarrota.
13:38No se me escapa que casaría a su hija con el mismo diablo si con ello encontrará a
13:42alguien que saldara sus deudas.
13:44Deudas que tengo por tu culpa.
13:46Keine se llevó una mano al pecho.
13:47—Pero padre.
13:50—se mofó.
13:51—Yo no le apunté con una pistola para que apostara sin ningún acierto.
13:55Estoy convencido de que tú lo tramaste todo.
13:58bramó Lord Saddley, perdiendo la compostura.
14:01Keine se congratuló de que el tono blancuzco de su piel se hubiese puesto de un rojo intenso.
14:05—Piense lo que quiera.
14:07De hecho, piense que he sido yo, tramando, maquinando a sus espaldas para que el engranaje
14:12se ponga en movimiento y de cómo resultado su absoluta ruina, eso hasta lo celebro.
14:17Soltó una carcajada y la punta del bastón del conde rebotó contra el suelo.
14:21—Le enviaré mis exigencias, señor conde.
14:25Más pronto que tarde, añadió haciendo un gesto para que se retirara.
14:28—Miserable, repitió, temblando de ira.
14:31—Miserable o no, bailará al son que yo toque, le dijo volviendo a sentarse tras el
14:36escritorio.
14:37Lord Saddley abandonó la estancia, hecho una furia.
14:41Y aunque Keine había conseguido lo que quería, en la soledad de esas cuatro paredes, ya no
14:45sonreía.
14:47Horas después Keine arrastró sus pasos hacia una habitación del primer piso, donde se
14:51encontraban los dormitorios.
14:53Su bella casa estaba situada a dos calles del estigma y era donde había acomodado a
14:57Caroline.
14:58No quería que su futura esposa estuviera por más tiempo en aquel antro.
15:01¿Por qué lujoso o no, es lo que era, un antro?
15:05Se tambaleó al llegar al último peldaño.
15:08Había bebido demasiado, quizás para festejar que había logrado que la tez de su padre
15:11se incendiara de la rabia, que finalmente no había logrado contener.
15:16Se congratulaba por ello, pero algo no andaba bien en su corazón.
15:20Entró hondo y caminó a paso lento hasta el aposento en que se encontraba Caroline
15:23Bituart.
15:24Era tarde, hacía tiempo que el servicio se había retirado, y por eso no creyó oportuno
15:29llamar a la puerta.
15:30No deseaba despertarla, no obstante, tomó el pomo y lo hizo girar.
15:35La puerta se abrió apenas, dejando ver el resplandor dorado que derramaba la luz del
15:39fuego y una lámpara sobre la mesilla de noche.
15:42Keine entró sin hacer ruido, y pasaron varios minutos antes de que decidiera moverse.
15:47Se situó a los pies de la cama.
15:49Ella observó dormir.
15:50La señorita Bituart era un ángel, y los labios de Keine dibujaron una sonrisa de
15:55ternura que, si ella hubiese estado despierta, o el ebrio, no se habría atrevido a mostrar.
16:01Desde luego él no era digno de ella, pero tampoco ese vil bastardo de Lawson.
16:05Estaba feliz de que esa miserable rata no la tuviera jamás.
16:08A los pocos minutos, como si ella se hubiera dado cuenta de que no estaba sola en el dormitorio,
16:13abrió los ojos y se incorporó.
16:15No pudo ver el sobresalto de la joven, no solo el gesto, sino en sus ojos asustados.
16:21Se afanó en tranquilizarla, y se sintió un patán por haberla alterado, mas teniendo
16:25en cuenta su estado.
16:26«No, querida.
16:29No es necesario que te inquietes», le dijo alzando una mano y sonriéndole con su habitual
16:33encanto.
16:34Fue a su lado y se sentó en la cama.
16:36Hizo una leve presión sobre los hombros y la cubrió aún más con el cobertor.
16:40«Descansa, por favor», dijo él en un susurro, solo deseaba saber si estabas bien.
16:46Ella lo miró con algo de recelo, más dormida de lo que quería demostrar.
16:49«Es muy amable, músito».
16:53Keynes solo asintió.
16:54«Cualquier cosa que desees o se te antoje, no dudes en decírmelo a mí o a cualquiera
16:58del servicio.
17:00Están a tu entera disposición».
17:02Caroline miró a aquel hombre con el que no tenía confianza suficiente, pero con quien
17:06había vivido cosas demasiado íntimas.
17:09Sabía que no tenía nada que temer, sin embargo, su corazón latía rápidamente en su presencia,
17:14y aún no era capaz de definir esa emoción.
17:16Se acurrucó aún más, intentando recordar la última vez que alguien había sido amable
17:20con ella sin que esto tuviera consecuencias.
17:23Parecía sincero en sus palabras, y por deseo o desesperación quiso creer que todo lo que
17:28decía era cierto.
17:29«Muchas gracias».
17:31No se movió de su lado, pero tampoco hizo además de tocarla, simplemente contempló
17:35el bulto bajo el edredón que ahora era su vientre.
17:39«No se está quieto», dijo ella, sin pensar.
17:42«Al parecer no le gusta mucho que descanse.
17:44Se mueve y da patadas».
17:46Ella se descubrió el abdomen.
17:48Llevaba un recatado camisón blanco y se puso las manos sobre el vientre.
17:52Lo acarició en un movimiento circular y luego se quedó quieta a un lado.
17:55«Aquí», susurró y, sin saber muy bien por qué, tomó la mano de Kane y la llevó hacia
18:00ese lugar.
18:02Aquella mujer consiguió lo que pocas personas habían hecho, sorprenderlo.
18:06Kane tragó saliva.
18:08No podía creer que su mano no le temblara, estaba inquieto, como no lo había estado
18:12en la vida, y eso que su cruel infancia había brincado de sobresalto en sobresalto.
18:17Pero ahí estaba su hijo, ese pequeño milagro inesperado, que no entendía el motivo, ni
18:22pretendía entenderlo, pero hacía que su corazón se llenase de amor.
18:26Esperó aguantando la respiración, mirando el vientre de Caroline hasta que lo sintió.
18:31La fuerte patada de su hijo hizo que buscara los ojos de ella.
18:34Le sonrió.
18:36Una sonrisa tan pura y devastadora que hizo palpitar con fuerza el corazón de Caroline.
18:40Kane tenía la boca seca y el corazón golpeando en el pecho como un martillo en el yunque.
18:45Quizás fue el momento más especial que había vivido con nadie.
18:48«Es fuerte», dijo, con orgullo.
18:51«Mucho».
18:52«¿Te duele?»
18:54Quiso saber de pronto.
18:56Ella meneó la cabeza en señal de negación.
18:58«No duele, pero es algo molesto».
19:01Sin embargo, ella sonrió, genuina, cada vez que lo siento moverse en mi interior,
19:06me hace sentir dichosa, llena de vida, como si de pronto nada más importase.
19:10Kane asintió, emocionado.
19:14Él no era una mujer, y no podía entender esa sensación física, pero sí comprendía
19:18exactamente lo que ella le acababa de explicar.
19:21Desde que ese pequeño milagro había aparecido, algo había despertado en él.
19:26Era extraño, un remolino de emociones que no sabía cómo explicar, amor, preocupación,
19:32miedo, intensidad.
19:33Se quedó largo rato a su lado, desconcertado por lo poco que sabía de todas esas cosas
19:37y de lo que empezaba a sentir, que le desbordaba el alma, algo que quien no es padre es incapaz
19:42de comprender.
19:43¿Cómo tampoco podía entender cómo su propio padre había actuado de semejante forma con
19:47él, por muy bastardo que fuera?
19:50Caroline notó un ligero cambio en la expresión de Kane y frunció el ceño, preocupada.
19:54«¿Te arrepientes?»
19:56le preguntó.
19:58Cuando él vio de nuevo el brillo del miedo en sus preciosos ojos color musgo, se afanó
20:02en sacarla de sus preocupaciones.
20:03«No, no.
20:06Si me notas inquieto.
20:07Mintió, son asuntos de negocios.
20:10Algo totalmente ajeno a nuestro bebé.
20:13Nuestro bebé.
20:14Fue la manera en que lo dijo, la delicadeza con que pronunció esas palabras, que hizo
20:18que la sonrisa de Caroline despertara en su rostro.
20:21Guardaron silencio por largo rato, concentrados ambos en las patadas del niño.
20:26Cada vez que se movía, Kane sonreía y Caroline poco a poco iba comprendiendo que sería el
20:31mejor de los padres.
20:32Por su parte, Kane no paraba de pensar en cómo sería su vida a partir del nacimiento
20:36del bebé.
20:38Jamás se planteó ser padre, mucho menos casarse.
20:40Todo ello, el embarazo, los hijos, la familia, que jamás tuvo, eran cosas totalmente ajenas
20:47a él.
20:49No supo cuánto tiempo pasó mirando su mano sobre el finolino, pero para cuando volvió
20:53a preguntarle algo sin importancia, aún con la mano en su vientre, se dio cuenta de que
20:57se había quedado dormida.
20:59Amplió su sonrisa ante la dulce visión.
21:02Sin necesidad de fingir delante de nadie, dejó que la emoción lo embargara por completo
21:06y se permitió el lujo de que los ojos se le llenaran de lágrimas.
21:09Tragó saliva e intentó serenarse.
21:11— Vaya, —susurró—, no estoy muerto después de todo.
21:16No, la venganza no lo había secado, dejando que fuera un hombre cruel y desprovisto de
21:20todo atisbo de sentimientos que la gente consideraría humanos, compasión, amor.
21:25No, su corazón lleno de odio parecía latir por algo más que la venganza.
21:29— Duerme, Caroline, —susurró, acariciando con dulzura su vientre.
21:35— Bien sabe Dios que no permitiré que nada malo os ocurra.
21:38Y con aquellas palabras que Inés se levantó de la cama, para acomodarse en el sillón
21:42junto a ésta y velar el sueño de su futura esposa.
21:45Una mujer que creía no merecer, pero que era la madre de su hijo, y no dejaría de
21:49protegerlos hasta su último aliento.
21:52CAPÍTULO XIV
21:53Y llegó el gran día que nadie, en su sano juicio, que conociera a Keine Black habría
21:57esperado jamás.
21:59Antes de que pudieran darse cuenta, los días se habían pasado y las campanas repicaban
22:03en lo alto del campanario de San Patricio.
22:06Campanas de boda, un miércoles por la tarde.
22:09Keine lo había hecho así, muy adrede, quería que ese mismo día en el salón de Almax nadie
22:13hablara de otra cosa que de su boda con Caroline Bituart.
22:17Las campanas siguieron repicando hasta que la pareja enfiló su camino hacia el altar.
22:21El bonito vestido de la novia había captado la atención de todos, o quizás fuera el
22:25deseo de ver si, como decían las malas lenguas, había un vientre abultado entre el espeso
22:29encaje que nacía en el recatado escote y se desbordaba sobre su pecho y vientre como
22:33una cascada.
22:35Caroline se casaba de blanco, y no lo hizo por pureza, tal y como tampoco lo hizo la
22:39reina Victoria, quien popularizó ese color para las novias.
22:43Lo hizo, al igual que su monarca, para que el blanco ensalzara los bordados y el encaje
22:47de su vestido.
22:49Estos debían tapar el vientre que empezaba a abultarse debido a la vida que crecía en
22:52su interior.
22:53Keine era el otro gran protagonista y capturó las miradas tanto como la novia, pues los
22:58escasos invitados como los curiosos que se agolparon en la entrada de la iglesia querían
23:01ver a Keine Black ponerse una soga al cuello.
23:04De manera inusual los novios habían llegado juntos.
23:08Keine no esperaba perder de vista a su prometida ni un solo instante.
23:11Y esa mañana la había esperado a los pies de la escalera, viéndola descender como una
23:15aparición.
23:16Y en esos momentos, mientras avanzaba junto a ella hacia el altar, para convertirla en
23:21su esposa, no podía dejar de pensar en cómo se había sentido al verla con su vestido
23:25de novia.
23:26Preciosa, lo había dejado sin aliento.
23:28Sus ojos, como la primavera, lucían vidriosos a causa de la emoción, como las gotas se
23:34posan sobre las verdes hojas.
23:37Su rostro, de expresión sincera, era el reflejo exacto de lo que sentía, nervios, inquietud,
23:43pero también emoción.
23:44La había tomado de la mano tras descender el último escalón, y al notar su calor en
23:48la palma, el corazón de Keine se ensanchó, y entonces la sonrisa brotó de los labios
23:53de Caroline.
23:54Keine supo que no se había equivocado.
23:57Una hora después estaban entrando en la iglesia de San Patricio, tras caer la Hill House.
24:01El padre Thomas esperaba en la sacristía y al escuchar barullo salió con una sonrisa
24:05en los labios.
24:07Dirigiéndose a los novios, se presentó a Caroline.
24:10—Bienvenidos, soy el padre Thomas, y amigo de Keine.
24:14Desde luego, le sonrió su futuro esposo, antes de que Caroline pudiera saludar al parroco.
24:19El diablo siempre tiene que tener aliados en el otro bando.
24:22—Keine.
24:24Caroline lo miró horrorizada por decir aquellas palabras en la casa del señor, pero el padre
24:28Thomas simplemente meneó la cabeza sin perder la sonrisa.
24:31—Nuestro Keine.
24:33—¿Seguro deseas casarte, hija?
24:37Caroline de repente se puso serio y ella lo miró sin tener muy claro si lo temía o no,
24:40después miró su vientre abultado y asintió.
24:42—Bien.
24:43Sí, le apremió Keine, será mejor que empecemos cuanto antes.
24:48Los futuros esposos subieron al altar, y los dos amigos del novio se acomodaron en el primer
24:53banco, a estos se le sumaron otros que Caroline no conocía.
24:56Los cuatro primeros asientos se llenaron con personas de lo más pintorescas.
25:00Desde la agradable señora Salaman a un grupo de hombres con barba y gesto uraño que parecían
25:04más piratas que otra cosa.
25:05—Empecemos, dijo el padre Thomas colocándose detrás del altar.
25:09—El matrimonio, el matrimonio es.
25:12Caroline sintió como su corazón iba tomando un buen ritmo en el pecho, latía, cabalgaba
25:18y despotricaba cada vez que por el rabillo del ojo veía el rostro de su futuro esposo.
25:22Keine era todo menos feo.
25:24Incluso si no infundiera tanto miedo y respeto, diría que era el hombre más bien parecido que
25:29había conocido nunca.
25:30A no ser, por la cicatriz de su mejilla.
25:33No era demasiado aparatosa, y seguramente con poca luz podía pasar desapercibida,
25:38pero una vez que la veías, no podías dejar de preguntarte cómo se la había hecho.
25:42Y todas las respuestas eran, peligro.
25:45Sí, a pesar de que jamás la había tratado mal, Keine era un hombre peligroso,
25:50o eso gritaba cada poro de su piel.
25:52Cómo lo había conocido o, mejor dicho, qué estaba haciendo en el estigma en ese momento.
25:57Sí, pelear.
25:59Con los puños.
26:01Por diversión.
26:03No lo sabía, ni quería averiguarlo.
26:05Karoline soltó el aire que había estado conteniendo en los pulmones y él se dio cuenta.
26:09Cuando Keine la miró, lo hizo sin sonreír, preguntándose qué estaba haciendo con esa
26:15muchacha, con ese ratoncito de campo.
26:17Sí, él, Keine Black.
26:19Se iba a casar, cuando juró no hacerlo nunca.
26:23Evidentemente había cambiado de opinión, y la razón no era otra que ese bebé que
26:27ella llevaba en el vientre.
26:28Su hijo.
26:29Tragó saliva.
26:31No dejaría que un hijo suyo fuera un bastardo, y por supuesto tampoco dejaría desamparada
26:36a una mujer que iba a ser la madre de ese pequeño.
26:38Miró con intensidad a Karoline.
26:41Además, ella era.
26:43Tragó saliva cuando el padre Thomas Carraspeo.
26:45Al parecer se había perdido algo importante.
26:48Prometéis educar a vuestros hijos en la fe de la Santa Iglesia católica, apostólica y romana.
26:54Los ojos de Karoline se abrieron como platos.
26:56Miró a Keine y él asintió.
26:59A mi madre le va a dar un ataque, le dijo en un susurro.
27:02Keine rió.
27:03Una risa franca que a ella le ablandó el corazón.
27:06Siempre era así.
27:08Una risa que tenía la capacidad de calmarla.
27:11Él no dijo nada al respecto.
27:13La había oído, pero ella quizás no era consciente de que sus pensamientos los
27:17estaba pronunciando en voz alta.
27:19Esa franqueza y esa ingenuidad lo atraían como la abeja a la miel.
27:22Así se hará.
27:24Fue él quien habló, pero Karoline asintió con los ojos saliéndose de sus órbitas.
27:29El sacerdote se interrumpía a cada paso mirando a la muchacha, quien no parecía
27:33darse cuenta de que suspiraba cada cinco segundos y boqueaba como un pez fuera del
27:37agua.
27:37En uno de sus vanos intentos para tranquilizarla, Keine le apretó la mano con fuerza.
27:42Sin hacerle daño, pero lo suficientemente firme como para que ella se sintiera acompañada.
27:47—Vos, Mary Katerine Karoline Bituart, queréis a Keine Dou.
27:51Su futuro esposo carraspeó y el capellán se interrumpió, mirándolo con reproche.
27:57—Sáltese la parte de los nombres, dijo con una seriedad mortal.
28:00Pero...
28:01El cura no daba crédito.
28:03Y Karoline tampoco.
28:05Están en las amonestaciones, ¿qué más da?
28:08—Está bien.
28:10Karoline parpadeó varias veces y sintió una profunda pena porque él de pronto estuviera
28:14de mal humor.
28:15Quizás que ella tuviera tantos nombres no le había gustado.
28:18Era probable que, por su origen humilde, a Keine no le gustara que ella fuera la hija
28:23de un varonet.
28:24No supo qué pensar.
28:26Él se la quedó mirando y, como siempre que ponía esa cara, Karoline no supo qué pensar
28:31de ese hombre, ni mucho menos saber qué pensaba él.
28:33Cuando el silencio se hizo insoportable Keine la apremió.
28:36—¿Aceptas o no?
28:38—¿Qué?
28:39—preguntó contrariada.
28:41Se había quedado atrapada en sus ojos azules, como podía pensar, si él estaba cerca.
28:46Avergonzada y con las mejillas más sonrosadas aún asintió.
28:50—Por supuesto.
28:51—Digo, sí, sacerdote.
28:54—Sí.
28:55—Padre, le susurró Keine, de nuevo sonriendo con la cabeza gacha.
28:59—Sí, padre.
29:01Ella lo miró buscando su aprobación y entonces vio cómo los hombros de Keine se elevaban
29:06intermitentemente.
29:07Se estaba riendo, o por lo menos intentaba no hacerlo de manera audible.
29:11Desde luego, ese hombre tenía la capacidad de parecer peligroso, enfadado e, instantes
29:17después, alegre.
29:18El padre Thomas se quedó con la boca abierta ante la actitud de Keine, y si Karoline hubiese
29:23mirado hacia atrás habría visto también estupefacción en la cara de los amigos del
29:27novio.
29:28—¿Y tú, Keine?
29:29—Sí, carraspeó, por el amor de Dios, por supuesto que sí.
29:34Keine.
29:35Lo reprendió el sacerdote.
29:37No hace falta nombrar a Dios en vano.
29:39—Lo lamento, padre Thomas, es la emoción.
29:43El viejo cura alzó una ceja de desconcierto.
29:45Keine emocionado.
29:48No lo verían sus ojos.
29:50Pero sin hacerle mayor caso, Keine se volvió hacia su esposa para contemplarla, ahora sí
29:54tomó las delicadas manos de Karoline entre las suyas y tiró de ella.
29:58—Señora mía, le dijo con una sonrisa bailando en los labios.
30:02Ahí estaba, pensó Karoline, esa sonrisa lobuna, esos ojos que parecían llegar hasta lo más
30:07profundo de su alma y entrever todos sus pecados, y al mismo tiempo aplacar su ansiedad.
30:12—Oh, era tan confuso.
30:14—Sí.
30:16Preguntó ella como si no entendiera.
30:18Keine miró de reojo al padre Thomas, que puso los ojos en blanco.
30:21—Yo os declaro marido y mujer.
30:25Keine seguía esperando.
30:26—¿Y?
30:27—Puedes besar a la novia.
30:29Sin darle tiempo a Karoline a reaccionar, Keine tiró de ella delicadamente y juntó
30:33los labios de ambos.
30:35Aunque Karoline había pensando en algún que otro momento que esto podía suceder,
30:39el acto la cogió desprevenida.
30:41Las manos de Keine soltaron rápidamente las suyas y se abrazaron a su cuerpo, atrayéndola
30:45contra su pecho.
30:47Sus bocas apenas se entreabrieron, pero a Karoline le pareció de lo más indecente,
30:51mientras los amigos de Keine estaban ahí mirando y aplaudiendo como si aquello fuera
30:55un espectáculo público.
30:57Para cuando Keine se apartó, ella temblaba de la cabeza a los pies y sus labios hinchados
31:01echaban de menos el calor de los de Keine.
31:04—Vaya.
31:05No debería haberlo dicho, la expresión de su esposo era de pura arrogancia.
31:08—Un brindis por la señora Black, que sea por siempre bendecida y feliz.
31:13—exclamó Alain Garni, en un inglés sin acento.
31:17—Y que viva tranquila sabiendo que se ha ganado de sobras un lugar en el cielo por
31:20haberse casado con nuestro Keine.
31:22Ahora fue Anthony Mendizábal quien acabó el brindis con esa puya.
31:26Todos estallaron en vítores.
31:28En el gran salón de la casa de Keine, algunos de sus amigos parecían más achispados que
31:32otros, pero Anthony parecía disfrutar como si de su propia boda se tratara.
31:36—Que se le abran las puertas del cielo, murmuró otro.
31:40—Se lo merece.
31:42Anthony se puso de nuevo en pie por la señora Black.
31:46—No he visto criatura más celestial y digna para nuestro diablo.
31:49Caroline miraba a los presentes y a Keine, que, aunque sonriente, no sabía cómo debía
31:54tomarse las burlas de sus amigos.
31:56—Al final seré la señora Black.
31:59—preguntó, inocente.
32:01Él dejó de sonreír por un instante.
32:02—No debes ofenderte por ellos.
32:05Son mis amigos más íntimos, y han bebido un poco.
32:08—Bueno, no nos engañemos.
32:11Han bebido demasiado.
32:13A ella se le escapó una risita y se apresuró a ocultarla tras su mano enguantada.
32:16—Me gusta que me llamen señora Black, no hay nada malo en ello.
32:21Él no sabía si le estaba mintiendo o no, pero no quería averiguarlo allí.
32:25En su salón, frente a sus amigos, realmente se sentía bendecido.
32:30Notó la mano tibia de Caroline sobre la suya.
32:33La bestia no necesitaba nada más para estar tranquila.
32:35—Te llamarán como desees, dijo inclinándose hacia su oído y hablándole en un susurro.
32:41—Caroline está bien, dijo ella.
32:42Se nota que te quieren.
32:44Keine asintió, en eso tenía razón.
32:47Paseó la mirada por el gran salón de la mansión que había comprado expresamente
32:52para Caroline y se sintió, bendecido.
32:54Feliz.
32:55Una sensación demasiado extraña para que no estuviera aterrorizado.
32:59—Sí, lo hacen.
33:00Me quieren.
33:02Si la vida le había demostrado lo miserable que podía ser, también le había regalado
33:06la inestimable amistad de sus amigos.
33:09Su inquebrantable lealtad y el apoyo incondicional que recibía de ellos en cualquier empresa
33:13que quisiera embarcarse.
33:14—Que me llamen como quieran, dijo ella perdiéndose en esos ojos azules.
33:18Si me llaman señora Black, no habrá nada malo en ello.
33:22Soy tu esposa, y estoy orgullosa de serlo.
33:25En verdad te agradezco todo lo que has hecho por mí.
33:28A Keine se le entrecortó la respiración e incómodo se revolvió en la silla.
33:32—¿Lo dices en serio?
33:33Ella asintió.
33:36No podía olvidar por qué se casaban, ella estaba encinta.
33:39La había tomado borracho y ella, quizás necesitada de afecto o en shock por lo sucedido
33:44antes de llegar a el estigma, se había entregado a él.
33:46Pero quizás podían superar eso, quizás podrían ser felices el tiempo que la vida
33:51los mantuviera juntos en la tierra.
33:52Meneó la cabeza y tomó su copa para apurar el vino que había en ella.
33:56Se sentía mareado, abrumado por la emoción.
33:59—¿Estás bien?
34:01Él asintió ante la pregunta de Caroline y rehuyó su mirada.
34:05Entonces sonrió complacida y temerosa, aún debía acostumbrarse a su nuevo marido, pero
34:09algo le decía que estaba contento de tenerla como mujer, y ella se juró poner todo de
34:14su parte para que eso no cambiara.
34:16Nerviosa se fijaba en todo y no prestaba atención a nada, las horas siguientes transcurrieron
34:20como en una bruma, por eso no supo muy bien qué le preguntaba su esposo y respondió
34:24de manera automática.
34:25—Bueno, querida, ¿qué sabes de los irlandeses?
34:30Ella no pensó su respuesta, como siempre, lo hizo de forma franca.
34:33—Que son unos borrachos y pegan a sus mujeres.
34:37Lejos de ofenderse que Ine estalló en carcajadas, Caroline lo miró horrorizada.
34:42Había dicho ella eso.
34:43—Lo siento, dijo muy sinceramente.
34:46—Vaya, muchacha, y todavía así me diste el si quiero.
34:50Ella sonrió tímidamente.
34:51—No tuvimos mucha alternativa, dijo desviando la mirada a su vientre, después se encogió
34:57de hombros.
34:58—Por supuesto que sí, pensó él.
35:01¿Qué otra alternativa tenía?
35:03Miró su abultado vientre y se dijo que ninguna.
35:06Meneó la cabeza, no quería volver a su humor sombrío.
35:09—Tu madre no estará muy contenta.
35:12Ella agrandó los ojos.
35:13—Oh, señor.
35:15Me había olvidado completamente de ella.
35:18Supongo que ahora que estamos casados, debería escribirle de nuevo.
35:22Nerviosa miró a su alrededor y después a que Ine.
35:25—No, lo cierto es que su madre no estaría nada contenta con un miembro irlandés, católico,
35:30jugador, y tantas otras cosas en su familia.
35:33—Le escribiste.
35:35Caroline asintió.
35:36Realmente había pensando que jamás volvería a ver a su madre, pero el tío William no
35:40fue tan cruel como para decirle que había muerto.
35:43Eso sí, le dijo que se olvidara de ella, que su hija estaba deshonrada y no había
35:47cabida para ella en la familia.
35:50Si su madre lloró, no lo supo, no hubo respuesta de su parte.
35:54Supo ahora con la boda, quizás las cosas serían diferentes.
35:57Era posible.
35:58—Le mandé una carta, respondió Caroline, aunque no sabía si recibiría respuesta de
36:03su madre.
36:04—Oh, vaya, dijo que Ine con una mueca.
36:08Puedo visualizarla, parecía más bien una esquela.
36:11Ella rió, aunque no debería.
36:13—No sé de dónde sacas ese sentido del humor.
36:17Caroline vaciló sin dejar de reír.
36:18—También le enviaste una carta a tu tío.
36:21—Con una leve nota, quería que corroborara a mi madre mi nueva situación.
36:25Keine la miró con atención.
36:28Parecía preocupada.
36:29La de casarte con un bastardo irlandés.
36:32Caroline meneó la cabeza, nada de acuerdo con sus palabras, y eso le gustó.
36:36—Supongo que debemos esperar una visita.
36:39—Sí.
36:40Quizás.
36:41—No muy agradable, por lo que veo, dijo al ver su preocupación.
36:46Lejos de algo mejor que añadir, Caroline se encogió de hombros y guardó silencio.
36:52La tarde transcurrió entre risas, música y canciones.
36:55A los amigos de Keine les gustaba el ruido, la bebida y bailar.
36:59Y a su marido le gustaba cantar.
37:01En un momento en el que todos callaron, Keine se puso en pie y miró a su esposa.
37:06Ella tragó saliva, no sabía exactamente qué iba a suceder.
37:09Pero de pronto empezó a entonar una canción irlandesa.
37:12Parpadeó confusa, se dejó envolver por su voz y el pulso se le aceleró al ritmo de
37:16su entonación.
37:18Ella no comprendió lo que decía la letra, pero la melodía le resultó embriagadora,
37:23preciosa.
37:24Su voz, limpia y clara.
37:26Empezó a entender que los lobos pueden ser fieros, pero también protectores y familiares.
37:31Tenía una voz preciosa, tanto fue así que Caroline derramó una lágrima cuando hubo
37:35terminado.
37:37Quizás fuera la sensibilidad propia del embarazo, o quizás simplemente que esa voz le había
37:41tocado el corazón.
37:42Ya era entrada la noche cuando los invitados los dejaron solos.
37:46CAPÍTULO XV
37:47Kane dedicó unos instantes a contemplar a su esposa mientras apuraba una última copa
37:51de vino.
37:52Los criados ya se habían retirado, y en esos momentos se encontraban a solas, en el lujoso
37:57comedor, sentados uno frente a la otra.
38:00Ella sonreía tímidamente al tiempo que jugueteaba con uno de los guantes.
38:04La había estado observando toda la noche, disimuladamente.
38:08Había disfrutado de sus tímidas sonrisas, la había visto hablar con sus amigos, animosa,
38:13y pocas veces la había visto tan contenta y relajada, a pesar de que de vez en cuando
38:17se ruborizaba ante algún comentario perspicazo o alguna sonora carcajada.
38:21En aquellos momentos, Caroline dejó el guante sobre la mesa y se llevó las manos al vientre.
38:27Kane supo que sentía ganas de bostezar, pero que se contenía.
38:31Empezaba a dar muestras de cansancio, pero sin decir nada, seguía sonriendo.
38:36Se sintió contagiado por su bondad, por su maravillosa capacidad de aceptación, por
38:40su amabilidad.
38:42Kane se sintió atraído por esos bonitos labios, rojos como fresas, y esas mejillas
38:47sonrosadas, no a causa del alcohol, pues al estar embarazada no había bebido ni una gota,
38:52sino por el calor, un calor que hizo que Kane se aflojara el nudo de su corbatín.
38:56Ella alzó la vista, atraída por el gesto de su esposo, y él directamente se sacó
39:01la prenda.
39:02Caroline vio, aún más azorada, cómo la camisa de éste quedaba entreabierta.
39:07Tragó saliva y volvió a sonreír, tímida.
39:10—¿Has disfrutado de la fiesta?
39:12—le preguntó Kane, tras carraspear.
39:14—Oh, sí.
39:17—exclamó ella, sonriendo.
39:18—Ha sido muy familiar.
39:20Lo he disfrutado mucho, gracias.
39:23Y era sincera.
39:25Caroline nunca había asistido a una fiesta como esa, donde todos reían sin pudor, bailaban
39:30animadamente, cantaban y hablaban en voz alta.
39:33Se había sentido muy dichosa, pero no se atrevió a confesárselo a su esposo.
39:38Él la miraba fijamente, con esos ojos azules que parecían tener la capacidad de leerle
39:42el alma.
39:43Tal vez fuera por la claridad de su iris, en contraste con el negro de sus largas pestañas,
39:48que hacía que su mirada fuese intensa, casi inquisitiva, pero también había un brillo
39:52de posesividad en ella, en contra de lo que pudiera parecer, no la inquietaba, sino que
39:57la hacía sentirse protegida.
39:59Él se dio cuenta de que algo sucedía en aquella cabecita, depositó la copa vacía
40:03sobre la mesa y se puso en pie.
40:06Puso la mano hacia ella, y ella la tomó.
40:07—¿Estarás cansada?
40:09—le dijo, mientras la instaba a levantarse.
40:12—Algo, respondió ella, siempre con una sonrisa.
40:15—Ahora vamos a instalarte.
40:17—Ya estoy instalada, dijo, sorprendida, pero se dejó llevar por su esposo.
40:24Keine no la contradijo y juntos subieron las escaleras hasta conducirla al piso superior.
40:28No se detuvieron frente al dormitorio que ella estaba ocupando desde el día en que
40:32llegó, sino que giraron a la derecha, después de la sólida escalera de mármol, y se adentraron
40:37en el opulento pasillo.
40:39Caroline tragó saliva.
40:41La llevaba a su dormitorio.
40:43De pronto su respiración se aceleró y las palmas de las manos se le empezaron a humedecer.
40:46Oh, claro, era su noche de bodas.
40:50Volvió a tragar saliva, nerviosa.
40:53Y miles de preguntas se le agolparon en la mente.
40:56El corazón le empezó a latir desbocado, y de pronto las rodillas se le antojaron de
41:00mantequilla.
41:01Pero no tenía nada que temer, ¿verdad?
41:04Él había dicho que la respetaría, pero ¿acaso no debían consumar el matrimonio
41:08para que éste fuera legal?
41:10¿Y si era horrible, y si la lastimaba?
41:13O peor aún, ¿y si lastimaba al bebé?
41:16Empezó a sentirse enferma, se soltó de la mano de Keine y se llevó las manos al vientre,
41:21aunque éste no era tan prominente todavía.
41:23Él se volvió hacia ella y Caroline se aguantó las lágrimas.
41:26Gimió de alivio cuando escuchó hablar a su marido.
41:29— Ese es mi dormitorio.
41:31La miró con una lástima que le llegó al corazón, sin duda los dos habían pensando
41:35lo mismo.
41:36Y éste será el tuyo.
41:38Era el dormitorio contiguo.
41:39Oh.
41:41No supo por qué, pero a Keine le dolió el alivio que escuchó en ese quejido.
41:45Abrió ambas puertas y reveló un bonito dormitorio decorado con tonos pálidos, la cama con dosel,
41:50las cortinas, los muebles.
41:53Todo era testimonio de la gran fortuna de Keine.
41:56— Espero sea de tu agrado, pero si no es así, dijo deseando complacerla, te daré
42:00una cuenta de gastos para que lo cambies a tu gusto.
42:03Puedes hacer lo que quieras, la casa es tuya, si no te gusta alguna de las estancias, haré
42:08que las derriben, será suficiente con que me lo pidas.
42:12Ella lo miró sorprendida.
42:13Luego parpadeó con rapidez, intentando procesar esa información.
42:18Jamás le habían ofrecido algo así, estaba confusa y no sabía qué decir.
42:22Esperó que su voz sonara firme cuando se decidió a responder.
42:25— Es magnífico, dijo, entrando en él y mirando con sus ojos grandes y expresivos
42:30todo cuanto allí había.
42:32No cambiaría nada en absoluto.
42:34Y su mirada no mentía.
42:36Eso alegró a Keine.
42:38Me alegro de que te guste.
42:39Y realmente sentía un profundo alivio.
42:42Deseaba complacerla, cuanto más contenta estuviera, menos lo temería, y, por alguna
42:47razón que todavía no comprendía, necesitaba la aprobación de su esposa.
42:53Se ha aceptado.
42:54— Aquí he hecho traer vestidos para ti, dijo, abriendo las puertas de un gran armario.
42:58Yo, no sé tus gustos, pero mañana mismo vendrán las modistas que te prometí para
43:03ajustarlos.
43:05Caroline se quedó mirando el guardarropa.
43:07Allí había sedas, tafetanes, terciopelos, encajes.
43:12También cajas de sombreros apiladas en el enorme armario y zapatos.
43:15— Esto es demasiado, yo.
43:18La voz le salió temblorosa, no sé qué decir.
43:21— Entonces, no digas nada.
43:23Ella miró sobre su hombro.
43:24Keine estaba justo a su espalda.
43:28Tan cerca que podía oler su aroma.
43:30Su colonia era suave, de un olor que no supo identificar en un primer momento, pero era
43:34masculina y embriagadora.
43:35Sí, sándalo.
43:39También pasiflora y canela.
43:40Se centró de nuevo en lo que estaban hablando, pues Keine la miraba, interrogante.
43:44— Son demasiados vestidos, aseveró.
43:49Keine no fue capaz de contarlos, pero estaba claro que su marido se había gastado una
43:52fortuna en ellos.
43:54De pronto, la inseguridad la asoló.
43:57No se sentía merecedora de todo aquello.
43:58— Yo, no puedo aceptarlos.
44:02Keine profirió una carcajada a su espalda, y ella se volteó, sorprendida.
44:06— Ah, no.
44:08Cuando ella apretó los labios para no sonreír, él lo hizo con dulzura.
44:12Se acercó a su esposa y tomó su barbilla entre los dedos y la alzó hacia él.
44:17— Eres mi esposa, aprovechate de ello.
44:20— Pero yo no quiero aprovecharme, respondió en un susurro.
44:23Quería que las palabras parecieran lo que realmente eran, una declaración sincera de
44:27que no deseaba aprovecharse de su fortuna.
44:30Para Caroline, ya era suficiente lo que él había hecho por ella, tomarla como esposa,
44:35reconocer a su bebé, no dejándola en la calle.
44:38Keine había hecho mucho más de lo que ella habría esperado de cualquier hombre, y sinceramente
44:42pensaba que no necesitaba tantas alhajas, se conformaba con un lugar donde dormir y
44:46un plato de comida en la mesa.
44:48Él la miró, escrutándola de nuevo.
44:51Quizás por sus ojos, o tal vez por su voz temblorosa, se sorprendió descubriendo a
44:55una mujer sin dobleces, si es que no lo había hecho ya.
44:59Era sincera, completamente.
45:01Y estaba tan sola como él.
45:04Caroline empezó a decir, «Lo mío es tuyo.
45:07Jamás te faltará de nada, ni a ti ni a mi hijo».
45:10Ella sonrió tímidamente y se alejó un paso de él para romper aquella atmósfera tan
45:14solemne que se había creado.
45:15«¿Y?»
45:17Carraspeó Keine, «Hay más».
45:20Del bolsillo de su chaleco, sacó una llave y la sostuvo ante ella, alargando el brazo
45:24se la acercó.
45:25«¿Qué es?»
45:27Preguntó, curiosa.
45:29Pero fue más que evidente lo que Keine le ofrecía.
45:31«Toma.
45:33Esto es para ti».
45:35Ella la miró un instante más y obedeció.
45:37Era una llave dorada, atada a un cordel de seda, los flecos dorados colgaban suspendidos
45:42en el aire.
45:43Ella la tomó en sus manos y la acarició, sintiendo en las yemas de los dedos su textura
45:47metálica.
45:48La observó con extrañeza.
45:49«¿Qué abre?»
45:52Mejor pregunta que cierra.
45:53Keine lo dijo en voz baja, visiblemente incómodo.
45:57Luego señaló la puerta que daba al dormitorio contiguo.
45:59«Oh».
46:01Caroline no supo qué más decir.
46:03Así que Keine le estaba dando la oportunidad de cerrar las puertas de su vida conyugal.
46:08El minuto de silencio que reinó a continuación se hizo eterno.
46:11Nerviosa jugueteó con los flecos del adorno, quiso decir algo, y ciertamente su esposo
46:16lo esperaba, pero pasado un tiempo, Keine decidió que de momento había perdido esa
46:20batalla.
46:21«No compartiremos alcoba», aseveró, y sintió una punzada de dolor casi físico al escuchar
46:26un suspiro de Caroline, seguramente de alivio.
46:29«De acuerdo».
46:31Ella sintió rápidamente.
46:33Apretando los dientes, la actitud de Keine cambió.
46:37De pronto se sentía decepcionado, rechazado.
46:40¿Qué esperaba, hacerse merecedor de su esposa por una ceremonia y un banquete de bodas?
46:45Al menos de momento, dijo, no sin cierto resquemor.
46:49Se apartó de ella y se dirigió hacia las puertas que instantes antes había abierto
46:52para ella.