• el mes pasado
A lo largo del siglo XIX, los imperios murieron y también nacieron. Nacía, por ejemplo, la emergente potencia norteamericana, y desfallecía el imperio español. A lo largo del siglo XIX se perdieron las colonias americanas, primero continentales, y finalizando ese siglo, las insulares, incluso el archipiélago de las Filipinas, Cuba, Puerto Rico, Guam.

En definitiva, el imperio español se desmoronaba. Comenzaba la crisis más severa a la que se había enfrentado nuestro país. Lo único positivo, que el pesar se trasladó a las hojas, a las hojas en blanco, y nació toda una generación literaria, la del 98.

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