El rublo ruso ha caído a su valor más bajo frente al dólar desde principios de 2022, situándose en 110 por dólar tras las nuevas sanciones occidentales y el aumento de tensiones geopolíticas.
Este descenso se produce tras las sanciones de EE.UU. a Gazprombank, el tercer mayor banco de Rusia, que afectan al procesamiento de los pagos de las exportaciones de gas ruso a Europa
La debilidad del rublo está empeorando la inflación, con una fuerte subida de los precios de productos básicos como los alimentos, y también tiene implicaciones para sus esfuerzos bélicos contra Ucrania.
El banco central ha subido los tipos de interés al 21%, los más altos en más de dos décadas, para estabilizar la moneda.
Su caída, sobre todo frente al yuan chino, aumenta el coste del equipamiento militar y los insumos de alta tecnología, cruciales para las fuerzas armadas rusas. El rublo ya ha caído un 7% frente al yuan.
Como China se ha convertido en el principal proveedor de estos artículos, la debilidad de la divisa ejerce presión sobre las fuerzas armadas rusas.
El creciente déficit presupuestario del gobierno y la reducción de su capacidad para conceder subvenciones pueden poner a prueba su capacidad para financiar campañas militares a largo plazo.
Los recortes en las subvenciones también podrían debilitar el apoyo a las industrias relacionadas con el ejército, afectando indirectamente a las cadenas de suministro.
Aunque la debilidad del rublo merma el poder adquisitivo nacional y podría incrementar aún más la inflación, ayuda al Kremlin al aumentar los ingresos por exportaciones.
La subida de los precios de importación también puede afectar a la producción nacional de bienes, incluidos los utilizados en los esfuerzos bélicos.
Con las finanzas públicas al límite, crece la preocupación por el desvío económico hacia las necesidades bélicas.
Los recursos asignados a defensa y seguridad dejan menos margen para un crecimiento económico más amplio, una tendencia que, según los analistas, probablemente profundizará el estancamiento.
Este descenso se produce tras las sanciones de EE.UU. a Gazprombank, el tercer mayor banco de Rusia, que afectan al procesamiento de los pagos de las exportaciones de gas ruso a Europa
La debilidad del rublo está empeorando la inflación, con una fuerte subida de los precios de productos básicos como los alimentos, y también tiene implicaciones para sus esfuerzos bélicos contra Ucrania.
El banco central ha subido los tipos de interés al 21%, los más altos en más de dos décadas, para estabilizar la moneda.
Su caída, sobre todo frente al yuan chino, aumenta el coste del equipamiento militar y los insumos de alta tecnología, cruciales para las fuerzas armadas rusas. El rublo ya ha caído un 7% frente al yuan.
Como China se ha convertido en el principal proveedor de estos artículos, la debilidad de la divisa ejerce presión sobre las fuerzas armadas rusas.
El creciente déficit presupuestario del gobierno y la reducción de su capacidad para conceder subvenciones pueden poner a prueba su capacidad para financiar campañas militares a largo plazo.
Los recortes en las subvenciones también podrían debilitar el apoyo a las industrias relacionadas con el ejército, afectando indirectamente a las cadenas de suministro.
Aunque la debilidad del rublo merma el poder adquisitivo nacional y podría incrementar aún más la inflación, ayuda al Kremlin al aumentar los ingresos por exportaciones.
La subida de los precios de importación también puede afectar a la producción nacional de bienes, incluidos los utilizados en los esfuerzos bélicos.
Con las finanzas públicas al límite, crece la preocupación por el desvío económico hacia las necesidades bélicas.
Los recursos asignados a defensa y seguridad dejan menos margen para un crecimiento económico más amplio, una tendencia que, según los analistas, probablemente profundizará el estancamiento.
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