Donald Trump ha advertido de que impondrá aranceles elevados y sanciones adicionales a Rusia si Putin no pone fin a la guerra en Ucrania.
En un post en Truth Social, Trump afirmó que estaba haciendo a Rusia y a su presidente «un favor muy grande» al pedir un acuerdo de paz.
Trump dijo previamente que podría negociar el fin del conflicto, que comenzó en 2014 y se intensificó con la invasión rusa de 2022, en un solo día.
El presidente dijo a los periodistas que planeaba hablar con Putin «muy pronto» e insinuó nuevas sanciones si fracasaban las negociaciones.
En un mensaje posterior, Trump endureció su tono, amenazando con imponer «altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones» a los productos rusos si Putin se negaba a llegar a un acuerdo.
Y añadió: «Pongamos fin a esta guerra, que nunca habría empezado si yo fuera presidente. Podemos hacerlo por las buenas o por las malas: HAGAMOS UN ACUERDO».
Putin ha reiterado su voluntad de negociar, pero insiste en que Ucrania debe aceptar las conquistas territoriales rusas, que ahora suponen alrededor del 20% del territorio ucraniano, y abandonar sus ambiciones en la OTAN.
Ucrania se niega a ceder territorio, pero el Presidente Volodymyr Zelensky ha sugerido compromisos temporales en algunas zonas ocupadas.
Zelensky declaró también en el Foro Económico Mundial que cualquier fuerza de mantenimiento de la paz requeriría al menos 200.000 efectivos, incluidas tropas estadounidenses, para actuar como elemento disuasorio creíble frente a Rusia.
Hizo hincapié en que una resolución sin la participación de Estados Unidos no sería factible.
Aunque el endurecimiento de la postura de Trump puede tener eco en Kiev, los ucranianos siguen mostrándose escépticos y señalan que no basta con palabras, sino que hay que pasar a la acción.
Los críticos en las redes sociales dicen que las sanciones son insuficientes contra la agresión rusa, mientras que otros se preguntan si Putin está realmente dispuesto a negociar.
La editora de televisión pro-Putin Margarita Simonyan sugirió poner fin a la guerra congelando el conflicto en los frentes actuales, lo que provocó la indignación de los partidarios de la línea dura rusa.
En un post en Truth Social, Trump afirmó que estaba haciendo a Rusia y a su presidente «un favor muy grande» al pedir un acuerdo de paz.
Trump dijo previamente que podría negociar el fin del conflicto, que comenzó en 2014 y se intensificó con la invasión rusa de 2022, en un solo día.
El presidente dijo a los periodistas que planeaba hablar con Putin «muy pronto» e insinuó nuevas sanciones si fracasaban las negociaciones.
En un mensaje posterior, Trump endureció su tono, amenazando con imponer «altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones» a los productos rusos si Putin se negaba a llegar a un acuerdo.
Y añadió: «Pongamos fin a esta guerra, que nunca habría empezado si yo fuera presidente. Podemos hacerlo por las buenas o por las malas: HAGAMOS UN ACUERDO».
Putin ha reiterado su voluntad de negociar, pero insiste en que Ucrania debe aceptar las conquistas territoriales rusas, que ahora suponen alrededor del 20% del territorio ucraniano, y abandonar sus ambiciones en la OTAN.
Ucrania se niega a ceder territorio, pero el Presidente Volodymyr Zelensky ha sugerido compromisos temporales en algunas zonas ocupadas.
Zelensky declaró también en el Foro Económico Mundial que cualquier fuerza de mantenimiento de la paz requeriría al menos 200.000 efectivos, incluidas tropas estadounidenses, para actuar como elemento disuasorio creíble frente a Rusia.
Hizo hincapié en que una resolución sin la participación de Estados Unidos no sería factible.
Aunque el endurecimiento de la postura de Trump puede tener eco en Kiev, los ucranianos siguen mostrándose escépticos y señalan que no basta con palabras, sino que hay que pasar a la acción.
Los críticos en las redes sociales dicen que las sanciones son insuficientes contra la agresión rusa, mientras que otros se preguntan si Putin está realmente dispuesto a negociar.
La editora de televisión pro-Putin Margarita Simonyan sugirió poner fin a la guerra congelando el conflicto en los frentes actuales, lo que provocó la indignación de los partidarios de la línea dura rusa.
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