El Pazo da Touza se encuentra en la parroquia de Camos, en Nigrán, presidiendo el Val Miñor. Esta valiosa pieza del patrimonio arquitectónico gallego data del siglo XVI, aunque fue reformado posteriormente en el siglo XVIII y convertido en casa de turismo rural. En la actualidad forma parte de la Agrupación Pazos de Galicia y recientemente se ha llevado a cabo una reforma realizada por los nuevos gerentes, la familia Cervera Barrera.
El Pazo da Touza es un lugar diseñado especialmente para los amantes de la arquitectura palaciega. A pocos kilómetros de Baiona, importante foco turístico de las Rías Baixas, muestra orgulloso su torre almenada y sus gruesos muros de granito, testigos de cruentas batallas ya desde el siglo XVI. El interior está totalmente acondicionado para que quien allí se encuentre se traslade sin esfuerzo a épocas medievales, aspirando el aire aristocrático e histórico que desprende la decoración eminentemente clásica. Los gruesos muros de piedra dejan espacio a los antiguos parladoiros, asientos labrados en las paredes que permitían a los habitantes parlar, es decir, charlar mientras contemplaban el exterior desde las cercanas ventanas y balcones. Estos parladoiros situados en los pasillos conducen a lo que es sin duda el centro neurálgico del Pazo: la chimenea del salón principal, donde se suele servir el desayuno.
El Pazo da Touza es un lugar diseñado especialmente para los amantes de la arquitectura palaciega. A pocos kilómetros de Baiona, importante foco turístico de las Rías Baixas, muestra orgulloso su torre almenada y sus gruesos muros de granito, testigos de cruentas batallas ya desde el siglo XVI. El interior está totalmente acondicionado para que quien allí se encuentre se traslade sin esfuerzo a épocas medievales, aspirando el aire aristocrático e histórico que desprende la decoración eminentemente clásica. Los gruesos muros de piedra dejan espacio a los antiguos parladoiros, asientos labrados en las paredes que permitían a los habitantes parlar, es decir, charlar mientras contemplaban el exterior desde las cercanas ventanas y balcones. Estos parladoiros situados en los pasillos conducen a lo que es sin duda el centro neurálgico del Pazo: la chimenea del salón principal, donde se suele servir el desayuno.
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