• hace 8 años
Algo grave debe estar pasando, para que los más poderosos vuelen hasta París, capital de Francia, para reunirse con carácter urgente.

Rusia, Estados Unidos, China, Francia, el Reino Unido, Alemania, las potencias del mundo, más aparte representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la Diplomacia europea y países árabes, todos juntos, en total 28, fueron llamados para tratar uno de los problemas más urgentes del planeta: Israel-Palestina.

Las potencias del mundo coinciden que este conflicto crónico es un problema muy peligroso para la raza humana que "para cuando queramos reaccionar, quizá sea demasiado tarde", advierte el propio ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Marc Ayrault.

La reunión fue este viernes 3 de junio en París, convocada por el Gobierno del presidente francés, François Hollande. Los franceses sin duda están asustados por el terrorismo (recordar que siguen bajo estado de emergencia nacional), pero mucho más significativo es su creencia.

Francia asegura que la crisis Israel-Palestina está relacionada con el origen del terrorismo del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe). Y que para resolver este cáncer del terror es necesario primero resolver el problema primo: Israel-Palestina.

Esto es sin duda un mensaje mundial que nos orienta por donde está caminando la geopolítica, y que aísla cada vez más al prepotente régimen de Israel. Porque sabe usted ¿Qué contestó el primer ministro del régimen de Israel, Benyamin Netanyahu, al saber que las potencias del mundo se reunirían este viernes en Francia para hablar de israelíes y palestinos? Contestó con soberbia y prepotencia, y desacreditó a todos, desde Rusia a EE.UU.; dijo que esa conferencia francesa no significa nada para el camino de la paz.

Lo que exhibe aún más la urgencia que ven los poderosos, pues las declaraciones de Netanyahu no importaron para que la reunión en París se desarrollara y concluyera con una declaración final que alarma al mundo.

El comunicado final expresa, ante la violencia y la política de los asentamientos del régimen de Israel, que "El statu quo es insostenible", por lo que hay que terminar con la ocupación iniciada en 1967" ("a genuine commitment to the two-state solution in order to rebuild trust and create the conditions for fully ending the Israeli occupation that began in 1967").

Lo que ya de entrada dicen es que el mundo quiere un Estado palestino bien hecho, derecho y fuerte. Algo que tiene furioso al régimen de Israel. Porque es de alarmarse al oír el pensamiento actual del régimen de Tel Aviv que suena ya los tambores de guerra, tal como dijo el canciller español, José Manuel García-Margallo: "Que dos ministros israelíes hayan afirmado que mientras ellos estén en el gobierno no habrá un Estado palestino ni evacuación de los asentamientos, no es prometedor."

Y las preguntas saltan por montones... ¿Qué ve venir la comunidad internacional en el régimen de Israel que se ha reunido prácticamente de emergencia en París? ¿Por qué Francia relaciona el terrorismo con el conflicto Israel-Palestina? ¿Los movimientos que hizo el régimen de Tel Aviv tienen preocupado al mundo al poner a un extremista despiadado -porque lo es, y porque hay evidencia histórica-, como Avigdor Lieberman en el ministerio de defensa israelí, como una posible amenaza a la vida humana de los palestinos, y la estabilidad de la región? ¿Por qué hoy, en plena crisis de huelgas, empleo, parálisis, amenaza terrorista, en medio de tantos problemas por resolver, el presidente de Francia se preocupa por el régimen de Israel y Palestina? ¿Por qué el régimen de Tel Aviv y Palestina no fueron invitados a la reunión en París? ¿Cada vez se distancia más el régimen de Israel de Europa y las potencias del mundo?

Preguntas que hay que hacer con urgencia en "Detrás de la Razón" para saber lo que se avecina. Detrás de la Razón, a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, seis de la tarde; México y Colombia, doce del día; Madrid, ocho de la noche.

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