• hace 8 años
Pakistán ha dado un paso histórico para tratar de acabar con la lacra de los “crímenes de honor” contra mujeres. Por unanimidad, el Parlamento ha decidido eliminar el perdón a los asesinos, una práctica islámica que permitía que muchos hombres quedaran libres tras matar a una mujer por una presunta afrenta moral si los miembros de la familia le perdonaban. La nueva ley establece además una pena obligatoria de 25 años de prisión.

El oscarizado documental “A Girl in the River” de la directora paquistaní Sharmeen Obaid Chinoy fue un revulsivo en el país. “Cuando vas a pequeñas localidades y pueblos de Pakistán te encuentras con gente que piensa que los crímenes de honor no son un delito porque nadie va a la cárcel por ellos. Yo quería abrir un debate nacional porque la gente tiene que darse cuenta de que es un delito muy grave. No es parte de nuestra religión ni de nuestra cultura, y debería considerarse un asesinato premeditado”, explica la directora.

Pero el caso que dió un empujón definitivo a la nueva legislación en Pakistán fue el asesinato en julio pasado a manos de su hermano de Qandeel Baloch, una modelo famosa en internet por sus vídeos sensuales. En lo que va de año, al menos 415 mujeres han sido víctimas en Pakistán de los llamados “crímenes de honor”, aunque la cifra podría esconder una realidad aún peor por falta de denuncias.

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