Hoy analicemos dos ataques en Siria, los más sangrientos en los últimos meses.
El de hace 3 días, el sábado pasado, 15 de abril, en el barrio de Al-Rashidin (oeste de Alepo); y el de hace exactamente dos semanas, el que fue con armas químicas, en la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib, el cuatro de abril. La pregunta clave es cuál es la diferencia entre estos dos ataques.
Diferencias hay muchas, aquí se las enumero. Pero al punto que quiero llegar es que humanamente no hay diferencia, en los dos murieron niños y adultos, y el solo mencionar la muerte, los hace infames y trágicos. Pero veamos qué pasa con las diferencias. El ataque de este sábado, el más reciente, fue más sádico y más trágico: miles de personas eran evacuadas de territorios controlados por rebeldes armados, cuando en el convoy de autobuses, un coche bomba se impactó.
Fueron asesinados 68 niños y 58 adultos, un total de 126 muertos y cientos de heridos. La gente quedó calcinada, sus cuerpos saliéndose por la ventana del los autobuses y sobre todo la horrible mortandad de los pequeñines que estaban siendo transportados hacia un lugar más seguro. Hasta el momento no se sabe quién lo hizo, lo que se sabe es que es un ataque terrorista por el coche bomba impactado a propósito.
Vayamos al atentado de hace dos semanas en la provincia de Idlib (oeste de Siria). Ahí, las víctimas fueron menos, alrededor de 86 muertos, incluidas 3 decenas de niños. Las imágenes igual de impactantes. Fueron atacados presuntamente con armas químicas, y también aun no se sabe quién es el culpable.
¿Cuál es la diferencia entre este ataque de Jan Sheijun (hace 2 semanas) y el de Al-Rashidin (hace 3 días)? El de hace dos semanas tuvo menos muertos en total, y menos niños muertos, el de hace 3 días tuvo mucho más muertos en total y mucho más niños muertos. Lo sospechoso y lo curioso, es que en el de menos muertos, todo el ‘mundo’ lo condenó.
Los noticieros de occidente llenaron sus pantallas con la infame noticia, los mandatarios de Europa, Estados Unidos, condenaron el ataque con decenas de declaraciones con todo su ‘corazón’ y poder político. Pero en el de hace 3 días, donde murió mucho más gente, y mucho más niños de una manera cruel, ¿por qué el mundo occidental no tuvo esa reacción de indignación? ¿Por qué los mandatarios y los medios occidentales no cubrieron con esa energía e interés con la que hablaron del atentado de hace 2 semanas?
¿A caso los niños sirios que murieron en Idlib son más valiosos o importantes que los que murieron cerca de Alepo? ¿O será que este último atentado, el del sábado, podría ser evidente que fue perpetrado por grupos terroristas o rebeldes armados que históricamente pertenecen a su bando ya que han sido apoyados y financiados desde occidente?
O más aún, ¿que el ataque de hace dos semanas en Idlib, era necesario condenarlo fuertemente, y que saliera en todos los medios occidentales e internacionales como un gran noticia, porque sería utilizado como argumento o pretexto perfecto para que el presidente de EE.UU., Donald Trump atacara Siria con misiles Tomahawk en los días siguientes?
O todavía peor, ¿que los niños que murieron este sábado valían menos porque no eran de familias rebeldes sino de simpatizantes del presidente sirio, Bashar al-Asad, y los que murieron hace 2 semanas, eran -aunque menos- de familias rebeldes? Aun no hay evidencias de quién hizo cada atentado, pero hablando de los hechos, éste que denunciamos, es un hecho que no se puede ignorar: la diferencia, la distinción y quizá menosprecio que hizo Occidente en este mucho mayor atentado es algo fácil de detectar por el olfato periodístico y el propio sentido común.
Con decirle que el ataque de este sábado fue tan ignorado que el canciller de Siria, Walid al-Moalem, tuvo que pedirle a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que por favor, condenara la muerte de tanto niño inocente porque hasta ese momento se había pasado inadvertido, imagínese usted. Sin estar a favor de ninguno de los frentes en Siria, sólo cómo padre de familia, la indignación es evidente.
Por eso, esta noche tenemos que cuestionar en: Siria, la carne de cañón de los intereses multinacionales. En ‘Detrás de la Razón’, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quién y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los gobiernos ni los medios de comunicación.
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid.
El de hace 3 días, el sábado pasado, 15 de abril, en el barrio de Al-Rashidin (oeste de Alepo); y el de hace exactamente dos semanas, el que fue con armas químicas, en la ciudad de Jan Sheijun, en la provincia noroccidental de Idlib, el cuatro de abril. La pregunta clave es cuál es la diferencia entre estos dos ataques.
Diferencias hay muchas, aquí se las enumero. Pero al punto que quiero llegar es que humanamente no hay diferencia, en los dos murieron niños y adultos, y el solo mencionar la muerte, los hace infames y trágicos. Pero veamos qué pasa con las diferencias. El ataque de este sábado, el más reciente, fue más sádico y más trágico: miles de personas eran evacuadas de territorios controlados por rebeldes armados, cuando en el convoy de autobuses, un coche bomba se impactó.
Fueron asesinados 68 niños y 58 adultos, un total de 126 muertos y cientos de heridos. La gente quedó calcinada, sus cuerpos saliéndose por la ventana del los autobuses y sobre todo la horrible mortandad de los pequeñines que estaban siendo transportados hacia un lugar más seguro. Hasta el momento no se sabe quién lo hizo, lo que se sabe es que es un ataque terrorista por el coche bomba impactado a propósito.
Vayamos al atentado de hace dos semanas en la provincia de Idlib (oeste de Siria). Ahí, las víctimas fueron menos, alrededor de 86 muertos, incluidas 3 decenas de niños. Las imágenes igual de impactantes. Fueron atacados presuntamente con armas químicas, y también aun no se sabe quién es el culpable.
¿Cuál es la diferencia entre este ataque de Jan Sheijun (hace 2 semanas) y el de Al-Rashidin (hace 3 días)? El de hace dos semanas tuvo menos muertos en total, y menos niños muertos, el de hace 3 días tuvo mucho más muertos en total y mucho más niños muertos. Lo sospechoso y lo curioso, es que en el de menos muertos, todo el ‘mundo’ lo condenó.
Los noticieros de occidente llenaron sus pantallas con la infame noticia, los mandatarios de Europa, Estados Unidos, condenaron el ataque con decenas de declaraciones con todo su ‘corazón’ y poder político. Pero en el de hace 3 días, donde murió mucho más gente, y mucho más niños de una manera cruel, ¿por qué el mundo occidental no tuvo esa reacción de indignación? ¿Por qué los mandatarios y los medios occidentales no cubrieron con esa energía e interés con la que hablaron del atentado de hace 2 semanas?
¿A caso los niños sirios que murieron en Idlib son más valiosos o importantes que los que murieron cerca de Alepo? ¿O será que este último atentado, el del sábado, podría ser evidente que fue perpetrado por grupos terroristas o rebeldes armados que históricamente pertenecen a su bando ya que han sido apoyados y financiados desde occidente?
O más aún, ¿que el ataque de hace dos semanas en Idlib, era necesario condenarlo fuertemente, y que saliera en todos los medios occidentales e internacionales como un gran noticia, porque sería utilizado como argumento o pretexto perfecto para que el presidente de EE.UU., Donald Trump atacara Siria con misiles Tomahawk en los días siguientes?
O todavía peor, ¿que los niños que murieron este sábado valían menos porque no eran de familias rebeldes sino de simpatizantes del presidente sirio, Bashar al-Asad, y los que murieron hace 2 semanas, eran -aunque menos- de familias rebeldes? Aun no hay evidencias de quién hizo cada atentado, pero hablando de los hechos, éste que denunciamos, es un hecho que no se puede ignorar: la diferencia, la distinción y quizá menosprecio que hizo Occidente en este mucho mayor atentado es algo fácil de detectar por el olfato periodístico y el propio sentido común.
Con decirle que el ataque de este sábado fue tan ignorado que el canciller de Siria, Walid al-Moalem, tuvo que pedirle a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que por favor, condenara la muerte de tanto niño inocente porque hasta ese momento se había pasado inadvertido, imagínese usted. Sin estar a favor de ninguno de los frentes en Siria, sólo cómo padre de familia, la indignación es evidente.
Por eso, esta noche tenemos que cuestionar en: Siria, la carne de cañón de los intereses multinacionales. En ‘Detrás de la Razón’, preguntamos. Apoyamos la idea de justicia en cada quién y cuestionamos todo. Los analistas contestan y usted en su casa concluye. Y si la realidad hace lo que quiere, entonces nosotros volveremos a preguntar. Lo importante es descubrir los ángulos que no dicen los gobiernos ni los medios de comunicación.
El análisis, las preguntas y respuestas a las diez treinta de la noche, desde los estudios de Teherán; Londres, siete y Madrid, ocho de la tarde; México a las 12 y Colombia, una de la tarde.
Por Roberto de la Madrid.
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