• hace 5 años
Los coches eléctricos son LA alternativa a los motores de combustión. Sin embargo, un componente causa dolores de cabeza: la batería. Porque tanto la extracción de materias primas, como su reciclaje, son difíciles. Las baterías están hechas de, entre otras cosas, litio y cobalto, cuyos depósitos son limitados. El litio, en particular, requiere mucha agua para la minería y, por lo tanto, está asociado a una alta contaminación ambiental. Además, "The Guardian online" informa que solo el 5% de las baterías de iones de litio de la UE, son recicladas. La tendencia debe cambiar inevitablemente a baterías más pequeñas y ligeras, hechas de otros materiales. Además, el reciclaje de las baterías debe ser mejorado, porque no se obtiene litio puro durante el proceso. Teóricamente, sería posible, pero dado que el litio promocionado es más barato que el procesado y reciclado, no hay incentivo económico para hacerlo. Pero hay un punto positivo: Tesla informa que apoya a una empresa de reciclaje, y las empresas coreanas Samsung SDI y LG Chem están investigando el desarrollo de baterías de níquel. La empresa estadounidense EnZinc ha tenido éxito con una batería de níquel-zinc.

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