Con este episodio comienza la segunda temporada de Viaje al fondo del mar, así como su etapa en color.
Manadas de ballenas migratorias han dañado una estación de investigación submarina de EE. UU./Rusia y la científica rusa Katya Markhova y su socio Alexi están trabajando con Nelson para recuperar información de la estación y descubrir qué salió mal. Alexi muere en su primera inmersión profunda cuando las ballenas migratorias golpean la campana de buceo. Katya parece impasible ante la muerte, pero no desanimada en su obsesión por descubrir qué salió mal allá abajo, para evitar que vuelva a suceder.
Katya, a pesar de las objeciones de Nelson, insiste en volver a bajar. Kowalski confirma que la campana de buceo se ha reparado adecuadamente, por lo que Nelson accede a regañadientes a acompañar a la ansiosa científica rusa.
Cuando llegan a la estación, es evidente que también ha sucumbido a la migración de ballenas. Cuando Katya comienza un registro fotográfico, Chip les informa que una ballena rezagada, un gigante, se abalanza sobre ellos. Nelson ordena: ¡Sácanos de aquí!
Seaview bombea repelente de tiburones con la esperanza de desviar a la ballena. El repelente se dispersa rápidamente. Sin embargo, la ballena de alguna manera se las arregla para tragarse la campana, junto con Katya y Nelson. Crane persigue y lanza proyectiles contra la ballena cargados con un fuerte calmante llamado anodina.
Crane, una vez que la ballena queda adormilada, dirige un grupo de rescate a través de la boca de la ballena y dentro de su estómago en lo que fue para su época, una hora de aventura lujosa, trepidante y emocionante y un tour-de-force de efectos mecánicos y en miniatura. Con toda la comunicación con la campana de buceo fuera, la carrera está en marcha para ver si Crane puede llegar a los atrapados dentro de ella antes de que detonen una carga de escape de emergencia, un último intento que probablemente mataría a cualquiera que intente alcanzarlos. En medio del estrés de la situación, la voluntad de hierro de Katya se derrumba y admite que ella y Alexi se iban a casar.
Manadas de ballenas migratorias han dañado una estación de investigación submarina de EE. UU./Rusia y la científica rusa Katya Markhova y su socio Alexi están trabajando con Nelson para recuperar información de la estación y descubrir qué salió mal. Alexi muere en su primera inmersión profunda cuando las ballenas migratorias golpean la campana de buceo. Katya parece impasible ante la muerte, pero no desanimada en su obsesión por descubrir qué salió mal allá abajo, para evitar que vuelva a suceder.
Katya, a pesar de las objeciones de Nelson, insiste en volver a bajar. Kowalski confirma que la campana de buceo se ha reparado adecuadamente, por lo que Nelson accede a regañadientes a acompañar a la ansiosa científica rusa.
Cuando llegan a la estación, es evidente que también ha sucumbido a la migración de ballenas. Cuando Katya comienza un registro fotográfico, Chip les informa que una ballena rezagada, un gigante, se abalanza sobre ellos. Nelson ordena: ¡Sácanos de aquí!
Seaview bombea repelente de tiburones con la esperanza de desviar a la ballena. El repelente se dispersa rápidamente. Sin embargo, la ballena de alguna manera se las arregla para tragarse la campana, junto con Katya y Nelson. Crane persigue y lanza proyectiles contra la ballena cargados con un fuerte calmante llamado anodina.
Crane, una vez que la ballena queda adormilada, dirige un grupo de rescate a través de la boca de la ballena y dentro de su estómago en lo que fue para su época, una hora de aventura lujosa, trepidante y emocionante y un tour-de-force de efectos mecánicos y en miniatura. Con toda la comunicación con la campana de buceo fuera, la carrera está en marcha para ver si Crane puede llegar a los atrapados dentro de ella antes de que detonen una carga de escape de emergencia, un último intento que probablemente mataría a cualquiera que intente alcanzarlos. En medio del estrés de la situación, la voluntad de hierro de Katya se derrumba y admite que ella y Alexi se iban a casar.
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