• hace 2 años
Crane está con el Presidente en el fondo del mar en una visita de inspección de un nuevo refugio antibombas submarino diseñado por Nelson. El general Hobson, cuya empresa construyó el refugio, está en el Seaview junto con Nelson, supervisando los acontecimientos. El reactor que alimenta la instalación submarina comienza a funcionar de forma descontrolada y se hace evidente que el lugar está bajo algún tipo de ataque electrónico. Hobson, de gatillo fácil, quiere lanzar un ataque contra los rusos de inmediato. El Presidente dice que no, que no tienen ni idea de dónde viene el ataque. Nelson y compañía rastrean la señal del ataque hasta Weymouth Virginia. Mientras tanto, el muy airado Hobson vuelve a Washington, esperando la muerte del Presidente para poder ordenar el lanzamiento de misiles. Nelson, convencido de que el ataque es interno y un asunto de traición, sale a buscar las pruebas. En Weymouth, Nelson y Kowalski se acercan a una librería universitaria, la fuente aparente de la señal. Allí se encuentran con la doctora Lydia Parish, que ayudó a diseñar el refugio submarino y que ha estado ayudando en secreto al general Hobson en su intento de hacerse con el poder y en la guerra preventiva. Hobson aparece para crear problemas, pero no sirve de nada: Nelson consigue detener el transmisor a tiempo y el presidente ordena la detención del excesivamente entusiasta Hobson por cargos de traición.

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