Glorioso minuto y medio.
Esos 90 segundos son más que suficientes para comprobar que el presidente socialcomunista no tiene palabra alguna.
Sus promesas no es que sean efímeras, que lo son, es que valen menos que un euro de madera.
La hemeroteca, cuando se habla de Pedro Sánchez, es una mina para los periodistas porque hay material para parar no ya un tren, sino la Renfe entera.
Su catálogo de mentiras, de cambios de criterio sobre un determinado asunto según estuviese en la oposición o gobernando o poner en solfa a partidos concretos para, tres meses después, estar rondándoles para pedirles su apoyo parlamentarios, son algunas de las perlas que se pueden ver en esta pieza audiovisual.
Así, por ejemplo, se puede ver a Pedro Sánchez con Antonio García Ferreras en laSexta, en septiembre de 2019, asegurando que él no podría echarse en los brazos de Unidas Podemos o de ERC porque serían compañías parlamentarias que luego le impedirían dormir, al igual que al 95% de los españoles.
Ni dos meses después, se estaba dando un abrazo con Pablo Iglesias para firmar el acuerdo de investidura y el reparto de carteras con los podemitas.
Con los golpistas del 1-O, tres cuartos de los mismo. De decir en octubre de 2019 que se cumpliría a rajatabla la sentencia del Tribunal Supremo a conceder graciosamente un indulto en el año 2021.
O qué decir del tema de la luz. En el año 2015, cuando el megavatio hora rondaba los 50 euros, el líder del PSOE tenía el papo de soltarle a Mariano Rajoy que el Gobierno del PP le salía muy caro a los ciudadanos.
Año 2021, con la electricidad disparada en momentos puntuales a más de 300 y de normal por encima de los 200, Sánchez se parapetó en la guerra entre Rusia y Ucrania para eludir su responsabilidad, ya que eso fue lo que le dijo a Rajoy en su momento, que el alto precio de la luz era culpa del Ejecutivo que en ese momento ocupaba el Palacio de La Moncloa.
Esos 90 segundos son más que suficientes para comprobar que el presidente socialcomunista no tiene palabra alguna.
Sus promesas no es que sean efímeras, que lo son, es que valen menos que un euro de madera.
La hemeroteca, cuando se habla de Pedro Sánchez, es una mina para los periodistas porque hay material para parar no ya un tren, sino la Renfe entera.
Su catálogo de mentiras, de cambios de criterio sobre un determinado asunto según estuviese en la oposición o gobernando o poner en solfa a partidos concretos para, tres meses después, estar rondándoles para pedirles su apoyo parlamentarios, son algunas de las perlas que se pueden ver en esta pieza audiovisual.
Así, por ejemplo, se puede ver a Pedro Sánchez con Antonio García Ferreras en laSexta, en septiembre de 2019, asegurando que él no podría echarse en los brazos de Unidas Podemos o de ERC porque serían compañías parlamentarias que luego le impedirían dormir, al igual que al 95% de los españoles.
Ni dos meses después, se estaba dando un abrazo con Pablo Iglesias para firmar el acuerdo de investidura y el reparto de carteras con los podemitas.
Con los golpistas del 1-O, tres cuartos de los mismo. De decir en octubre de 2019 que se cumpliría a rajatabla la sentencia del Tribunal Supremo a conceder graciosamente un indulto en el año 2021.
O qué decir del tema de la luz. En el año 2015, cuando el megavatio hora rondaba los 50 euros, el líder del PSOE tenía el papo de soltarle a Mariano Rajoy que el Gobierno del PP le salía muy caro a los ciudadanos.
Año 2021, con la electricidad disparada en momentos puntuales a más de 300 y de normal por encima de los 200, Sánchez se parapetó en la guerra entre Rusia y Ucrania para eludir su responsabilidad, ya que eso fue lo que le dijo a Rajoy en su momento, que el alto precio de la luz era culpa del Ejecutivo que en ese momento ocupaba el Palacio de La Moncloa.
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